Capítulo Trece (Primera Parte)

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A V A

-Si, tienes razón, no te preocupes. La culpa es mía no debí haber hecho esa pregunta- bufé- ¿En que estaba pensando?.

Los dos reímos prácticamente obligados.

Leah llegó acalorada y gritando a la mesa en donde nos encontrábamos.

-¿Que pasó con ustedes tórtolos?- gritó.

Se tropezó un poco y se apoyo en la mesa, mareada.

-Dios mio, Leah- pronuncié.

-¿Que?.

-Estas borracha. Solo eso- rodee los ojos.

-No, no lo estoy.

-Oh claro que si. Vámonos a casa.

-Nooooo- gritó arrastrando la palabra exageradamente.

-Si, hay pizza en el refrigerador ¿Lo recuerdas?- dije como si tratase con una bebé.

-Siiiii.

-Ava. ¿Puedes ir encendiendo el auto? Necesito decirle algo a Leah- dijo David, arrastrando a Leah nuevamente a la misma mesa.

-Oh, de acuerdo, esta bien- pronuncié extrañada.

Salí de ahí y me encontré en la puerta con un chico alto, tal vez unos centímetros mas bajo que David, aún asi muy alto, cabello castaño claro y liso y ojos miel con verde, linda combinación.

-Oh, hola Ava- dijo con una sonrisa deslumbrante.

Oh-oh. Me alarme. ¿Como sabía mi nombre?.

Lo mire extrañada.

-oh, es cierto, no lo recuerdas. Soy Evan, el mejor amigo de David. Nos conocimos ayer.

Oh. Ya.

-Mmm si creo que si.

No lo recordaba pero lo sabía, creo.

El recorrió mi cuerpo con lujuria. Cerdo.

-Yo... Um.... me tengo que ir.

Lo empuje de la puerta, la cual tapaba con su gran tamaño. David y el podían ser hermanos. El retrocedió un poco por el empujón

-Preciosa y fuerte, joder. Ese maldito de David si que tiene suerte. Adiós Ava, espero verte otra vez.

-En tus sueños, idiota.

El río profundamente.

¿Como podía ser amigo de David?.

Luego de minutos de llegar a mi auto y entrar en él. Llegaron Leah y David. Por supuesto, David ayudó a Leah a montarse en el lado del copiloto, la pobre ni siquiera podía mantener sus piernas sin temblar.

-Adiós Leah y... Adiós nena.

Dijo solamente y se adentro al bar.

Me decepcioné porque ni siquiera espero respuesta.

Conduje hasta casa con una Leah durmiendo y babeando mi asiento. El cuál limpiaría mañana.

Mi corazón aún latiendo fuertemente. Amaba el cariño especial que me demostraba David. A pesar de que está noche no fue como esperaba, me dirigí a casa con una sonrisa.

Fue difícil cargar a Leah hasta su habitación pero lo logre.

Luego me dirigí a mi habitación y revise mi teléfono antes de ir a la cama para encontrar un mensaje de David. Sonreí.

"Dulces Sueños, Ava"

David:).

Y esa noche soñé con él, a pesar de todo.

-AnaGenf.


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