· 21 ·

382 36 1
                                    

[Namjoon]

Esa noche no quería separarme de ella. Prácticamente le rogué de rodillas que durmiera en mi casa, solo dormir, sin dobles intenciones. Era reacio a separarme de ella y menos cuando por fin habíamos logrado compartir nuestros sentimientos.

Haneul se revolvía entre las sábanas, estaba claro que no podía dormir. Se dio la vuelta, conectando su mirada con la mía.

-¿Cómo va la terapia? - hablaba en susurros a pesar de que estábamos solos. - Hace bastante tiempo que dejé de ir contigo.

-Va bien. Voy de poco en poco. Al menos puedo salir a la calle sin sentirme aterrorizada.

-¿Quieres que vuelva a ir contigo?

-Me gustaría. Pero la docotra Park dice que es mejor empezar a ir in compañía.

-Pero, ¿me dejarás ir a recogerte verdad?

-Sí, eso sí.

Mi mano subió desde su cadera, por sus finos brazos hasta llegar al cuello, seguir por su mejilla y por último rozar sus labios con mi dedo pulgar. Miraba sus labios evitando el contacto visual, tenía que controlarme, y estar en la misma cama que ella no ayudaba.

-Siento que... - comencé a hablar - estoy soñando... Que en cuanto me despierte ya no estarás aquí.

-¿Por qué piensas eso?

-No lo sé... Inseguridades, supongo.

-¿Cómo que inseguridades? - se levantó de sopetón y se quedó sentada con las piernas cruzadas, como un indio. Despegué mi cabeza de a la almohada y me apoyé en m i antebrao quedando un poco elevando. -¿Tú te has visto?

-Eh... no. Dime, ¿qué es lo que ves tú?

-Yo veo... - tiró de mi camiseta para que me levantara y me quedara en la misma posición que ella. - Un chico muy guapo, atractivo, irresistible... Con unos bellos ojos marrones acaramelados y un pelo extraño color morado claro. Con una boca grande y unos labios apetecibles acompañados de unos graciosos oyuelos. - no pude reprimir mi sonrisa ante sus comentarios. - Un cuerpo demasiado perfecto como para ser de este mundo: hombros anchos, brazos musculados, un abdomen marcado, pectorales prominentes y piernas de gladiador. - poco a poco nos acercábamos el uno al otro hasta quedar con las piernas enlazadas y las frentes juntas. - Veo un niño atrapado en el cuerpo de un hombre. Con una personalidad altanera y orgullosa que en el fondo es terriblemente cariñoso y afectuoso. Veo un corazón sincero y latiente. Y veo al hombre del que estoy enamorada. - un pequeño gimoteo salió de su garganta al decir esa última frase y las lágrimas no se contuvieron en sus ojos. - No quiero que te vayas...

-Yo tampoco quiero irme.

La envolví delicadamente entre mis brazos. Y así nos pasamos la noche, entre llantos, confesiones de amor, besos sinceros y dolor.

(...)

A la mañana siguiente me desperté y Haneul aún dormía en mi pecho, siendo rodeada por mis brazos. Parecía un corderito enrollada entre las sábanas blancas. Besé su frente, luego su nariz. después sus labios y por último el cuello. Poco a poco, abrió los ojos mostrándome sus pupilas color marrón chocolate. Me incliné sobre ella pasando un brazo por encima de su vientre, dando suaves caricias en sus costillas, sabía que la relajaba.

-Buenos días. - susurré. - ¿Has dormido bien?

-Sí... No sabía que dormir junto a alguien era tan cómodo. Podría acostumbrarme a ello.

-¿Por qué no te quedas todo el fin de semana?

-¿Note importa que me quede?

-¡Claro que no!

-Genial. ¡Fiesta de pijamas!

¿En qué momento mi novia se convirtió en una niña de 7 años?

-Por cierto. Ayer después de hablar, te noté muy tenso. ¿Estás bien?

Genial. ¿Ahora como le digo que estaba tenso porque estaba cachondo? Ni siquiera llevamos una semana saliendo. Soy un pervertido.

-No es nada importante...

-Sí es importante. Todo lo relacionado contigo es importante.

-Me prometes que si te lo digo no te enfadarás.

-Te lo juro. - dijo colocando su mano derecha sobre su corazón.

-Ni siquiera sé cómo decirte esto... Sé que es pronto para esto... - Me levanté quedando sentado como un indio, posición que ella imitó. - Pero, yo...

-¿Es pronto para qué?

-Para tener relaciones...

Haneul cerró los ojos recapitulanod y atando cabos, después, la respuesta salió sola.

-¿Estabas cachondo?

-¡No lo digas de esa forma! Hace que me sienta como un depravado pervertido.

-Joonie, no es algo malo. - puso su mano sobre mi mejilla, dándome suaves caricias con el dedo pulgar que me relajaban hasta el punto de querer dormirme. - Y si quieres dar ese paso, pode--

-¡NO! Todavía no, es muy pronto y no pienso hacer que te sientas presionada.

-Oh vamos Namjoon. No soy una virgen de 16 años. He tenido relaciones antes, y si de veras quieres, yo estoy bien con eso.

-...

-Solo voy a decirte una cosa.

-¿Qué?

-Yo no soy de follar.

-¿Eh?

Se acercó a mi oído y dijo - Yo solo hago el amor. - dejó un leve beso en mi cuello y me miró desafiante.

LOS DIOSES TAMBIÉN AMAN » KIM NAMJOON «Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora