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[Namjoon]

¿Qué debo hacer?

¿Cómo es que estoy siquiera dudando lo que debo hacer? Debo ir y salvarla.

-Dios, se que me dijiste que no era bueno que usara mis poderes, pero nunca me lo prohibiste.

En cuanto casqué los dedos me encontraba a una distancia prudente de Haneul, no podía arriesgarme a que se enterase de todo.

Ese tipo la tenía arrinconada contra la pared, la sangre me hirvió. Corrí hacia él y le golpeé muy fuerte en la mandíbula, haciendo que caiga al suelo desmayado y con sangre en la boca.

Cuando enfoqué mi vista en Haneul, estaba en el suelo con las piernas pegadas al pecho y sus brazos rodeando estas. Estaba llorando, no podía respirar tranquila. Me arrodillé y me dio igual mojarme los pontalones con el agua del charco. La rodeé con mis brazos y apoyé su cabeza en mi pecho. Con la mano derecha le acariciaba el pelo, mientras con la iziquirada daba amplias caricias en su espalda.

-Tranquila... ya estoy aquí. Estás a salvo, no te va a pasar nada, no mientras yo esté contigo...

(...)

Había llevado a Haneul a mi casa, otra vez. Le había dado una manta y una taza de chocolate caliente. Estaba sentada frente a la chimenea, miraba el fuego hasta que distraje su atención sentándome a su lado con el pelo mojado, acababa de salir de la ducha.

-Gracias por salvarme...

-¿Por qué no llamaste a otra persona?

-Créeme, lo intenté. - dijo riendo. -¿Cómo llegaste tan rápido?

-Estaba por allí. - mentí. - No puedo creer que haya gente así.

-¿Cómo?

-Creo que tú y yo sabemos lo que iba a hacer ese hombre...

-De verdad, gracias. Aunque no me guste, estoy en deuda contigo.

-¿En deuda?

-Sí...

-¿Puedo pedirte que hagas algo por mí? - tenía la necesidad de comprobar que pasaba si la abrazaba. Ella era como un imán para mí. Desde que la vi sení una fuerte conexión con ella y no tengo ni idea de qué es. Solo estoy seguro de lo que no es, no es amor, los dioses no somos capaces de amar.

-Claro.

-Déjame abrazarte.

Se quedó un poco soprendida para después relajarse, asentir y dejar que la rodeara con mis brazos. Escondió su cabecita en el hueco entre mi hombro y mi madíbula, haciendo que su respiración rebotara contra la piel de mi cuello, y por alguna extraña razón, eso me hacía estremecer.

El poder que tiene Haneul sobre mi es fascinante. Parece que estoy atado a ella de alguna forma. Siento que hay un fino hilo que nos une, y por poco que lo estire se romperá, por eso estoy ecrca de ella. Creo que no quiero que el hilo se rompa, cuando lo más sensato es partir el hilo.

Pero yo nunca he sido alguien sensato.

(...)

Haneul, dormía en mi cama mientras yo dormía en el pequeño sofá que había en mi habitación. También había dormido ahí la última vez que Haneul pasó la noche en mi casa.

¡Dios mío! Hacía demasiado calor, incluso durmiendo sin camiseta me estoy asando vivo. Parecía que ella también tenía calor. Estaba sudando y hablando entre jadeos. Para el carro, debe estar teniendo una pesadilla. ¿Y ahora qué cojones hago?

-Namjoon, piensa con el cerebro. - dije para mí mismo. - Piensa, piensa pien--

Haneul se incorporó tan rápido que me costó verlo. Tenía la respiración agitada y el terror en la cara. Una lágrima silenciosa reocrría su bello rostro. Soltó un último suspiro antes de ceder ante el miedo y comenzar a llorar descontroladamente.

Corrí hacia la cama y me senté frente a ella. La envolví con cuidado en mis brazos y dejé que llorara contra mi pecho.

-Namjoon... Namjoon, por favor. - decía entre sollozos. - No me dejes sola...

-Estoy aquí... Estoy aquí... Tranquila... No me iré a ninguna parte...

Lloraba y lloraba y yo no conseguía calmarala. Se estaba desahogando y yo solo podía escucharla.

Esto era exasperante, escucharla llorar. Esta traumada, un tipo había intentado violarla y por alguna razón ella aún confiaba en mí.

Pronto agarró mi mano para no soltarla por un largo rato. De vez en cuando me apretaba la mano para verificar que seguía allí, yo le hacía un ruidito o le apretaba la mano de vuelta para que estuviera segura de que estaba con ella.

Me mecía de un lado a otro intentando calmarla. Después de un rato dejó de llorar y comenzó a hacer ruiditos parecidos a los que hace un bebé.

No iba a separarme de ella. No quería separarme de ella. Ni siquiera intentaría separarme de ella.

Estúpido hilo.



LOS DIOSES TAMBIÉN AMAN » KIM NAMJOON «Where stories live. Discover now