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[Haneul]

Estaba segura de que se había acostado con aquella pelirroja. Y es obvio por qué lo hizo, nada más verla supe que era una mujer bella. Si mi corazón podía romperse más, en aquel momento lo hizo.

Necesitaba a mi madre. Mi madre, aún sin una figura paterna, consiguió criarme y darme todo el amor que cabía en su corazón.

Cogí un taxi que me llevó hasta la pequeña aunque acogedora casa en la que había crecido. La casa seguía igual que hace años. Las paredes pintadas de color crema, el sofás negro y los sillones grises. Y mi madre sentada en la mesa de la cocina tomando una taza de té.

-Hola mamá.

-Haneul, querida. Hacía mucho tiempo que no venías a verme.

-Lo siento mamá, he estado ocupada con la universidad... y las terapias.

-Oh cierto. ¿Cómo están las terapias? ¿Namjoon sigue yendo contigo?

Mi madre había mencionado a Namjoon sin saber nada, lo hizo sin darse cuenta. Pero esa inocente acción hizo que las heridas que se estaban cerrado volvieran a abrirse provocando mis lágrimas y mi llanto.

-Cariño, ¿qué te pasa? ¿Ha pasado algo por Namjoon?

-Mamá es muy difícil de explicar.

-Para algo soy tu madre, dime lo que ocurre.

Y se lo conté, de principio a fin. Desde aquella noche en el bar hasta hace unas horas en el penthouse de Namjoon. Le conté lo de la cicatriz, de su extraño parecido con el Dios. Le conté sobre nustro primer beso. Le conté sobre como encontré a esa bella pelirroja vestida con la ropa de Namjoon. Se lo conté todo.

-Oh... mi niña. - dijo cuando me recogía entre sus brazos. - No estés triste...

-Pero lo quiero mucho mamá.

-Ya llegará alguien más, y será mejor...

-No mamá, ¿es que no lo entiendes? Cuando te digo que lo quiero te estoy diciendo que estoy enamorada de él. Mi corazón no querrá a nadie más que a él. Y si no puedes entender eso, es que no me entiendes a mí en absoluto.

-Haneul, ¿si que estás enamorada, eh?

-Sí mamá, y el se irá en menos de un año para jamás volver. Y ni siquiera tendré la oportunidad de interntarlo.

-Mi amor, sé que esto duele... Pero tienes que ser fuerte, no puedes dejarte vencer. Eres valiente, haz lo que tu corazón te dicte, entoces serás feliz...

De verdad necesitaba pasar tiempo con mi madre. Es como mi mejor amiga, siempre tiene una solución para todo. A pesar de todos los consejos y las largas charlas, pensaba que nada cambiaría. Namjoon seguría siendo el mismo, y yo seguría enamorada de él.

Pero la vida es así, llena de altibajos. Tendré que aprender a vivir con esa idea.

Cerré la puerta detrás de mí y empecé a caminar por las frías calles de Seúl, el invierno se acercaba y se notaba. Escuchaba "Electric Love" mientras daba pequeños saltitos al ritmo de la canción. Me adentré en un parque. El césped brillaba debido al rocío. Las nubes eran grises, emepzó a llover.

Se acercaba el estribillo, y con el la lluvia comenzaba a caer con más fuerza. Se sentía enial, la lluvia chocando contra mi piel. Abrí los brazos y dejé que la lluvia se filtrara en mi ropa.

Por una vez en mucho tiempo, me sentí libre. Esto era lo que necesitaba, la sensación de libertad. He de aprender a vivir sin Namjoon, será difícil pero lo conseguiré. Puede que tarde en superarlo, pero no puedo parar mi vida por ello.

Necesito pensar en mí misma y darme mi espacio. He estado toda mi vida viviendo por y para los demás, es hora de emepzar a vivir y a amarme a mí misma.

(...)

Había parado de llover, estaba empapada. De la nada, un número desconocido me llama al teléfono. Por simple curiosidad, lo cojo.

-¿Hola? - pregunté.

-Hola. Soy Eunjin.

-¿Quién?

-La chica que viste en el apartamento de Namjoon. Creo que quieres explicaciones, y yo las tengo.

-¿Dónde nos vemos?

-Mañana al mediodía, en el café cercano a la estación de tren.

-Bien.

¡OH DIOS MÍO!


LOS DIOSES TAMBIÉN AMAN » KIM NAMJOON «Where stories live. Discover now