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[Haneul]

Wow... ¿qué acababa de pasar?

Haneul, recapitula: Namjoon te dijo que estaba enamorado de ti, te besó, le dijiste que también le querías y luego se fue corriendo.

De esta situación podemos sacar dos conslusiones: uno, me gusta Namjoon y dos, Namjoon es un cobarde. Ahora tendré que ir a pedirle explicaciones. Pero si él dijo que me quería, y yo le quiero a él, podemos estar juntos. Ni siquiera sé las cosas en las que estoy pensando, parezco una adolescente enamoradiza.

(...)

Llegué al penth-house de Namjoon. Después del accidente Nam me dio una llave por si algo pasaba o simplemente quería pasar a verlo. La cerradura hizo click, avisándome de que la puerta estaba abierta. Entré al graan recibidor que daba paso a la sala de estar que era tres veces más grande que mi dormitorio de la universidad.

-¡Namjoon! - grité y no obtuve respuesta.

No había nadie, o al menos eso parecía. Avancé hasta su habitación, nada; la cocina, nada; el baño, nada. Me estaba quedando sin opciones. Decidí subir al último piso donde se encontraba la piscina.

Me ruboricé cuando lo vi saliendo de la psicina, empapado. Cogió una toalla que había sobre una amaca y se la pasó por el pelo con fuerza para secárselo. Podía ver perfectamente la cicatriz de su espalda, era mucho más grande de lo que recordaba. Tiró la toalla de nuevo a la amaca y se giró encontrándose conmigo.

-¿Qué haces aquí? - preguntó él.

-Creo que necesitamos hablar acerca de lo que pasó el otro día...

-Yo creo que no.

-¿Por qué eres tan frío?

-No es nada, solo he tenido un mal día...

-Todos los tenemos. - dije acercándome y acariciando su mejilla. Apartó mi mano con rapidez y desvió la mirada. - Namjoon.

-¿Qué?

-Te quiero...

[Namjoon]

-Te quiero... - dijo.

-No.

-¿Tú no me quieres...? Aquella vez dijiste que estabas enamorado de mí.

-...

-Namjoon. - dijo ahora con tono serio. Me tomó del mentón obligándome a mirarla. - Respóndeme.

-Sí, te quiero.

-Entonces, ¿por qué no me has llamado? ¿Por qué no quieres hablar? ¿Acaso no podemos estar juntos?

-No, no podemos. - con mi respuesta los ojos de Haneul empezaron a lagrimear.

-¿Por qué no?

-Porque soy malo para ti...

-¿Por qué eres malo para mí?

-¿Por qué haces tantas preguntas? - grité muy fuerte.

La primera lágrima bajó por su mejilla. - Porque necesito respuestas...

-Haneul, tienes que entenderlo... - la cogí con delicadeza por los hombros. - En menos de un año me iré y no volveré jamás. No vale la pena empezar algo que ambos sabemos que no iba a llevar  a ningun lado. Quedémonos como estamos, como amigos. Seguiré ayudándote con la terapia...

-¿Cuál es ese lugar al que te vas? Llévame contigo.

-No puedo. No puedes ir allí.

Haneul asintió y suspiró desesperada. - Dime una sola cosa razonable por la que no puedes, y te dejaré en paz, seguiremos como hemos estado hasta ahora.

-Yo no puedo porque... - ¿debía decirle la verdad? No lo creería. Me encerrarían en un manicomio. Me tacharían de loco. Pero es la única excusa que tengo, debo hacerlo. - Yo soy... un--

De la nada, un dolor proveniente de mi cicatriz empieza a hacer que me arda la espalda. Gruñía de dolor. "No lo hagas, Namjoon" me decía una voz en mi cabeza. No podía decírselo.

Si lo hacía volvería a ser castigado.

-No puedo decírtelo ahora. Pero tienes que confiar en mí... - le dije. - No hagamos esto más difícil de lo que ya es...

Haneul seguía llorando. - Está bien... - Se acercó a mí y dejó un pequeño beso en la comisura de mis labios.

Y se fue sin más. Bajó las escaleras y oí el ruido que hizo la puerta al cerrarse. Ahora que estaba solo podía dejar a mis lágrimas salir sin problemas. No me gusta llorar, me siento vulnerable, débil, insignificante, me siento más humano.

No quiero admitirlo, pero estoy cambiando. Antes era irresponsable e infantil. Pero después de ella; mi visión de la felicidad, el amor e incluso la vida ha cambiado.

Me di una duch relajante, cambié mi ropa y caminé hasta el salón. Vi algo en la pequeña mesa junto al sofá. Eran las llaves de Haneul junto a una nota.

Querido Namjoon:

Auqnue acabmos de discutir no he podido decirte lo que en un principio quería hacer. Solo vine a decirte que te quiero y quiero estar contigo. No sé cuales son las razones or las cuales no podemos estar juntos, pero no quiero que rompamos la amistad que hemos construido. Seguiremos siendo amigos, pero creo que ambos necesitamos tiempo para sanar nuestros corazones y pensar en lo que realmente queremos.

Estoy muy agradecida contigo, por todo. La doctora Park me llamó ayer por la noche, dice que estoy mejorando mucho, que puede que en unos meses esté recuperada. Así que ya no es necesario que vengas a las sesiones de terapia conmigo. Hablando de la terapia, ese día cuando bailamos pensé que se me saldría el corazón del pecho de lo rápido que latía.

Espero que algún día tengas el valor de venir a mí, decirme que me quieres e intentar tener una relación que te aseguro que estaría llena de amor.

Namjoon, piensa en lo que de verdad quieres. Yo ya sé lo que quiero, y te quiero a ti. Pero date prisa, no podré esperarte para siempre.

Con amor incondicional, Haneul.

Arrugué la carta contra mi pecho y me dejé caer en el suelo doblando mis piernas contra mi abdomen y sientiendo como mi corazón se hacía añicos. Había dejado ir a probablemente la única persona que seré capaz de amar en toda mi vida. Intentaba relajarme y consolarme diciéndome continuamente que era por su bien, pues prefiero no tenerla nunca a haberla tenido y haberle roto el corazón en el proceso.

Esa noche no dejé de llorar. Hubo veces en las que habría deseado no haberla conocido nunca, pero lugeo me doy cuenta de que todo este sufrimiento valió la pena solo por haberla visto en aquel bar, esa noche cerrada, en la cuidad de Seúl.

LOS DIOSES TAMBIÉN AMAN » KIM NAMJOON «Where stories live. Discover now