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[Namjoon]

Recuerdo el día en el que separé a una joven pareja que se amaba.

Cupido me había estado hablando de una pareja que, según él, eran la representación del amor puro. Se llamaban Taehe y Shieun. Mi sangre ardía cuando pensaba en eso, mi mente no podía soportar que alguien quisiese tanto a otra persona. He de admitirlo, estaba celoso. Estaba celoso por sabía que yo no tendría eso, sabía que yo no podía amar, y envidiaba a aquellos que tenían ese placer.

En un arranque de ira y como buen dios de la lujuria que soy, hice que Shieun engañara a Taehe con otra mujer. Me sentí bien cuando ambos se distanciaron y cortaron todo lazo que los unía. Me sentía realizado, poderoso e inalcanzable.

Después llegó a mis oídos que ambos habían muerto. Shieun se había suicidado. Y Taehe había muerto en un accidente de tránsito. Caí en la miseria, había acabado no solo con el amor de dos personas, sino que también con sus vidas. Si no hubiera hecho nada, quizás ambos siguieran juntos.

Pero eso fue hace mucho tiempo, extactamente hace 263 años. Y por todo ello, fui castigado. Dios se enteró, y me mandó azotar 100 veces. Por eso tengo una cicatriz en la espalda.

Aquel día, todo el mundo miraba como si mi angustia fuera un espectáculo. Un hombre encapuchado daba latigazos en mi esplada, todos en el mismo lugar, haciendo cada vez la herida más profunda. Mi espalda sangraba sin control. El sudor hacía que mi pelo morado se pegara a mi frente. Las muñecas me ardían de estar atado con cuerdas. El sudor resbalaba por mi frente. Pero ninguna lágrima salió de mis ojos, ni una sola. Mordía mi labio con fuerza, intentando así distraerme del dolor que estaba sintiendo.

Todos se divertían con mi dolor porque, en el fondo, todos me odiaban.

Todo acabó, y yo me quedé en ese lugar, tendido en el suelo, con la sangre bajando por mi piel. Tenía las manos sucias, ensangrentadas de sangre negra, de sangre de un Dios. Y aquel día estuve dispuesto a decírselo a Haneul, la herida se abrió. Todos los recuerdos se desbordaron y en mi mente solo quedaba el dolor de aquel día en el que sufrí y pagué por mis pecados.

Aunque, el dolor que hay en mi pecho causado por la falta de su presencia, me hace mucho más daño que cualquiera de los 100 latigazos que recibí.

Lo tenía muy claro, el dolor de un corazón roto era mucho peor que cualquier otro dolor.

[Haneul]

Recuerdo el día en el que conocí a Seungbae.

Era un día de semptiembre soleado. Justo había terminado de matricularme en la carrera de mi tología y me dirigía a mi habitación con tres maletas en la mano y un montón de papeles. Andaba tranquila por el campus, hasta que un chico chocó accidentalmente conmigo.

Los papeles que traía conmigo volaron por los aires y todas mis maletas cayeron sl suelo. Rápidamente él se levantó y me tendió la mano para ayudarme a incorporarme. Nos quedamos mirándonos como dos tontos.

Fue amor a primera vista.

A los pocos día éramos amigos, y a los pocos meses éramos pareja. Nuestra relación era perfecta. Nunca faltaban los abrazos ni los besos por parte de los dos. Durante las vacaciones íbamos de viaje juntos.

Durante uno de nuestros mucho viajes, Seungbae me sorprendió llendo de viaje a la isla Jeju. El hotel era maravilloso. Tenía una vistas hermosas del mar que se veían desde el balcón de la habitación.

Esa noche, las cosas se pusieron tensas. Seungbae quería que me entregara a él y yo, que estaba emamorada, se lo di todo. Así perdí la virginidad. Fue delicado y cuidadoso. Me besaba con gentileza y me acariciaba con gracia. Pero siempre sentí que faltaba algo cuando lo hacíamos. Niguna de aquellas veces me dijo que me amaba. Solo alababa mi cuerpo, diciendo que era hermosa, que mis curvas eran pronunciadas, o que mis pechos eran el paraíso. Pero nunca hubo un "te amo" salido de sus labios.

Con el tiempo, la relación fue de mal en peor. No discutíamos ni nada por el estilo, pero ya no nos queríamos como antes, bueno, el ya no me quería como antes. Y acabó rompiendo conmigo.

Y después conocí a Namjoon. El amor que sentí por Seungbae y el amor que siento por Namjoon no tienen comparación. Quiero tanto a Namjoon que daría mi vida por salvar la suya, pero nunca tuve esos pensamientos durante mi relación con Seungbae.

Ahora tengo muy claro quién es el amor de mi vida. Y también tengo muy claro que es un amor imposible.


LOS DIOSES TAMBIÉN AMAN » KIM NAMJOON «Where stories live. Discover now