ᴄᴀᴘ 34: ᴀᴄᴏsᴀᴅᴏʀᴀ

145K 11.7K 20.6K
                                    

As

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

As

Observo de lejos a la pequeña, que sonríe feliz mientras va de la mano de su estúpido novio. Rio con amargura; no parece haberme extrañado mucho.

Han pasado poco más de dos meses desde que me fui. Parece como si hubiera sido más tiempo. Es extraño volver a este lugar, y si no fuera por ella no volvería jamás.

Sigo con la mirada a la estúpida parejita que camina por el centro comercial, y me quedo helado cuando veo una pequeña figura correr a los brazos del novio de la pequeña. Él alza a la niña que sonríe ampliamente. Entonces siento una fuerte punzada en mi interior... Gretel.

Sin darme cuenta, comienzo a caminar hasta donde están. La figura de mi hermana es lo que me motiva; sin embargo, me detengo a medio camino al darme cuenta de que no debo dejarme ver por ella. Gretel no debe verme ahora. Me quedo en mi sitio, viéndolos marchar y sintiendo la impotencia atarme las manos. Deseo estrecharla en mis brazos. Verla de nuevo después de creerla muerta hace que sienta incluso un gran deseo de llorar, pero sonrío al ver lo feliz que ella parece.

Estaba planeando recuperarla de Marc, pero ha sido él mismo quien la ha puesto en manos de la pequeña. Estoy aliviado y feliz de saber que Gretel está bien. Aún sonríe y eso para mí es más que suficiente. Además, no hay mejor persona para cuidarla que esa pequeña idiota.

Las figuras de los tres se pierden de mi vista entre tanta gente. Giro sobre mi eje para marcharme, pero mi camino es bloqueado por una chica castaña de gran sonrisa. Maldigo en mi interior, pero de mis labios sale una sonrisa.

—¡Dominik, has vuelto! —América se echa a mis brazos antes de que pueda evitarlo.

—Hola, América. —Finjo alegría, y con disimulo la separo de mi cuerpo.

—¡Estoy tan feliz! —Chilla, e irradia tanta emoción que se me sube la bilis—. ¿Cuándo regresaste?

—Apenas hoy. —Comienzo a caminar fuera del lugar y ella me sigue... como era de esperarse.

—¿Ya viste a Aisa?

—No, así que no le digas que me viste.

—¿Por qué no?

—Yo iré a verla cuando crea que sea el momento adecuado.

—Qué extraño. Siento que Gretel se parece mucho a ti —dice, y la miro atento—. Gretel, la primita de Aisa —explica—. Ahora vive con ellos y se han vuelto muy cercanas. Siempre está detrás de Aisa. Es muy gracioso.

—¿La trata bien?

—Sí, al principio Aisa no la quería, pero ahora la trata como si fuera su hermana.

—Ya veo... me alegro —digo, en un susurro solo para mí—. ¿Has escuchado algo del Asesino de la Luna? —pregunto, y la miro de reojo.

—Tal parece que se ha ido. Hace unos meses escuché que mató a una familia en una ciudad lejos de aquí.

Besos con sabor a muerte© (18+) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora