45. Harper's Awakening.

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Entro en el hospital, corriendo lo máximo que puedo. Llego al ascensor, esquivando a gente que se molesta por mi forma de actuar, pero a mí no me importa. Harper está despierta y tengo que ir a verla. Eso es todo lo que me importa ahora mismo. Cuando llego a la habitación, abro la puerta con mucha lentitud, rezando porque mi mente no me haya jugado una mala pasada.

– ¿Harper? —Pregunto, con voz temblorosa.

– Estamos aquí, Brandon. Pasa. —Es su voz. Es ella.

Sin pensar, cierro la puerta tras de mí y corro a ella, abrazándola con fuerza. Tanta, que la muchacha deja escapar un chasquido de dolor, que me hace soltarme de repente. Tras ver que está bien, vuelvo a abrazarla. Esta vez, con más cuidado.

– Estás despierta... Y yo... No estaba...

– No pasa nada, Brandon. Lo cierto es que llevo despierta desde ayer. Lo que pasa que los barbitúricos me dejaban súper agotada. Quería decírtelo, pero Nyx no dejaba de dejarme en coma.

– ¿Nyx? ¿Nuestra personificación de la oscuridad es Nyx? —Tanto Harper como Thomas, que ahora me percato de que está aquí, asienten— ¿Sabemos que quiere?

– No estamos seguros... Pero sea lo que sea lo que quiere, ha escapado de Tártaro para conseguirlo. —Dice el profesor de Cálculo, guardando lo que parecen ser libros antiguos en una gran mochila.

– ¿El inframundo es una cárcel? —Pregunto, sin pensar.

– El inframundo es muchas cosas, Brandon. Al igual que el Cielo cuenta con muchas esferas de seres celestiales, el inframundo cuenta con distintos planos. Algo así como las capas de la Tierra. Tártaro es una de ellas. Es una prisión divina para toda clase de criaturas sobrenaturales, incluído los dioses. Erebo y Nyx fueron encarcelados hace mucho tiempo allí.

– Creo que me va a explotar la cabeza...

– No pasa nada, Brandon. Yo también estoy igual que tú. Una cosa es saber que soy Cupido, que puedo ver el hilo rojo del Destino y ayudar a espíritus a cruzar al Otro Lado. Otra cosa muy distinta es conocer todo el mundo celestial y demoníaco.

– Pues si tú estás así... Por cierto, ¿qué son todos esos libros?

– Algunas cosas que pude traerme de la Ciudad de Plata... —Miro a Thomas, sin entender nada— Es el lugar donde viven los ángeles. Algo así como la capital del estado.

– ¿Hay ciudades allí arriba?

– Será mejor que no digas eso, Brandon, o harás que Thomas te dé una charla de tres horas sobre los planos astrales y por qué ahí arriba y ahí abajo no se aplican al Cielo y al Infierno... —Comenta Harper, haciendo refunfuñar a su padrino, quien se cruza de brazos, realmente molesto por el comentario de la pelirroja— Hemos investigado lo que le has dicho a Thomas, pero no hemos encontrado nada en los libros que tenemos...

– Desafortunadamente, ninguno de los dos podemos entrar en la Ciudad de Plata... Así que no tenemos forma de saber más sobre tus extraños recuerdos. Por el momento, ten cuidado.

–V-vale. Pero creo que... Es igual, no es importante. —Digo, intentando cambiar de tema— ¿De qué querías hablar? Sonaba urgente...

– Ah, sí, era básicamente decirte que la personificación de la Oscuridad es Nyx y que no sabemos nada de tus recuerdos... Ah, bueno, y que mañana fingiré mi despertar, así que te voy a pedir que me sigas el rollo... Sé que deberíamos decírselo a los médicos, pero si me ven despierta ahora, sospecharán algo.

– Está bien, lo que tú quieras hacer...

– Bueno, yo me voy yendo. Buenas noches, chicos.

Stay By My Side (DLMG#2) [Remastered]Where stories live. Discover now