72. Don't Leave Me Now (Special VI; Final).

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El día llega al fin. A pesar de todo lo que he estado haciendo estos últimos días —como hablar con Paula sobre su involucración en el plan de Azazel, tratar de investigar qué es lo que me hace especial y hablar con Thomas sobre el arcángel Gabriel y su extraña visita—, el día en el que me caso con Brandon llega sin más, estresándome por completo.

Tengo la sensación de no haber hecho nada. De haber dejado que mi pronto marido y el planificador de bodas que contratamos se encargasen de todo mientras yo me obsesionaba con algo innecesario en esos momentos. Mary, mis dos madres y mi abuela se encuentran conmigo en casa de la última, quien al conocer a mi madre biológica no puede evitar quedarse embelesada con «su semblante bello y firme, digno de un ángel.» —aunque ésta no sepa cuánta razón lleva—.

Mientras una me retoca el maquillaje, otra me prepara todas las cosas que "necesita una novia para una boda". Una tercera lee y relee mis votos, corrigiendo faltas ortográficas y poniéndole más emotividad al asunto, aunque yo ya he dicho que lo último que quiero hacer hoy es llorar. Parece ser, pero, que les es muy difícil entenderlo.

El reloj de cuco del salón marca las cuatro de la tarde. Solo queda una hora para que comience mi boda y no sé qué decir o qué hacer. Mary coloca sus manos sobre mis hombros, dándome algo donde apoyarme.

– Ya es la hora, Harper...

– V-voy...

~Brandon~

– Sigo pensando que deberías haber hecho una despedida de soltero... —Comenta Kyle, mientras se come una manzana— Ayer me aburrí como una ostra...

– Podrías haber ido a las carreras callejeras. —Respondo yo, dándome cuenta de que quizás me he pasado— Lo siento, estoy estresado... Planear una boda no es tan fácil como te hacen creer y en unas horas debo tenerlo todo ordenado y listo para casarme y... ¿Está la azucena sobre el escritorio?

– ¿Esto? —Pregunta Michael, levantando una flor blanca de la superfície donde les he indicado que debería estar la flor.

– No, guapo... —Dice Connor, poniendo celoso a Benjamin, que se cruza de brazos molesto— Eso es una Ophrys tenthredinifera... —Mis amigos se quedan igual, intercambiando miradas de indiferencia— ¿En serio? ¿Ni idea?

– Cariño, no todos trabajan en una floristería... ¿verdad, Brandon?

– Bueno, Ben... Lo cierto es que las hemos dado en Biología y... —Miro a mis dos mejores amigos a los ojos, alzando una ceja— ¿Dónde narices estabais cuando la hablamos sobre las plantas en Biología?

– Mejor dirás dónde estábamos cuando la profesora de biología comenzaba a hablar... Qué muermazo de clase, por dios. —Responden los gemelos, al unísono, haciéndonos reír a todos menos a Connor, que sigo molesto de que los muchachos no tengan ni idea de qué flor tienen en la mano.

– Eso es una orquídea. Esto es una azucena...

– ¿Pero eso no es un lirio? —Pregunta Mike, que hasta el momento no ha dicho nada.

– Exactamente. Son la misma flor, aunque puedes llamarla de formas distintas. Gracias, Mike.

– No hay de qué. —Responde el muchacho, sin entender muy bien por qué le están agradeciendo algo.

– Entonces sí que está en el escritorio, bien. Vale... Ha llegado el día. Dios, ¿por qué estoy tan nervioso?

Salgo de la casa del Lago de las Ranas Locas acompañado de los gemelos, que van en su coche y de Benjamin, Connor y Mike que vienen en el mío. Aunque no me lo creo, en mi cabeza solo se repite un mismo pensamiento: En unas horas, sería el marido de Harper.

Stay By My Side (DLMG#2) [Remastered]Where stories live. Discover now