58. Lost and Found.

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~Brandon~

– ¡Buenos días, princesito! —La voz de Brian resonar junto a mi oreja me despertó de golpe, haciéndome saltar de un brinco.

– ¿¡Pero estás loco!? ¡Podrías haberme matado del susto, idiota! —Grité yo, colocándome una de las manos sobre el pecho, que parecía haberse parado— ¿¡Se puede saber quién te ha dejado entrar!? Oh, ya...

– María. —Dijimos ambos al unísono, entre carcajadas.

Mientras me levantaba de la cama, me iba fijando en el muchacho frente a mí, como si grabase a fuego su anatomía en mi recuerdo. Como si tuviera la sensación de que, al no hacerlo, pudiese olvidarme de él o algo por el estilo. Su cabello es castaño oscuro, con reflejos tan claros que parece rubia. Los ojos azules brillaban con intensidad mientras que levantaba la cabeza para poder mirarme a los ojos, por los diez centímetros que le separar de mi altura.

Me acerqué al armario para coger algo de ropa, sintiendo la mirada de Brian allí por donde pasaba. Y, la razón era la misma de siempre: debido al calor que hacía estos últimos días de verano, dormía todas las noches en ropa interior y mi mejor amigo siempre aprovechaba esos momentos para mirarme el culo.

– Dilo y juro que...

– ¿Que qué? —Me respondió, alzando una ceja— Siempre me dices lo mismo pero nunca hacer nada... Admite ya que te gustan los piropos que les hago a tus nalgas siempre que tengo oportunidad.

– Sí, sí, lo que tú digas... ¿Se puede saber qué es eso tan importante que me has venido a despertar a las... Siete y media de la mañana? —Pregunté, mirando el reloj de mi mesita de noche.

– Ya sabes... Estaba de paso y me he dicho: Ya que estás aquí, Brian, ¿por qué no vas a joder a tu mejor amigo un rato y lo despiertas para tocarle los huevos un rato sin razón aparente? Y, como a María le caigo tan bien...

– Si lo que dices es cierto, te mato ahora mismo, Brian...

– ¿Qué pasa, princesito? ¿¡ESTABAS SOÑANDO CON TU AMOR DE BRIDGEWATER!?

– ¿¡TIENES QUE GRITÁRMELO AL OÍDO!? —Lo imité, haciéndole maldecir en voz alta.

– Dios, capullo. Me vas a dejar sordo...

– Te jodes. —Le dije, entrando en el baño después de sacarle la lengua— ¡Como sienta tu cuerpo aquí dentro, te mato!

– ¡Sabes que voy a entrar igualmente! —Exclamó, entrando al mismo tiempo que yo cerraba la cortina del baño— Aquí estoy, guapo... Espera que me desvisto yo también.

– Calla, idiota.

– Tú más. —Comencé a reír, imaginando que Brian sacaba su lengua tal y como yo hice anteriormente— Y, dime, ¿estás libre para pasar el día con tu mejor amigo o las dos princesas que tienen tu corazón te mantendrán ocupado todo el día?

– No sé a qué te refieres...

– ¿Cuánto tiempo vas a seguir con el cuento? «No sé de qué hablas.», «Solo tengo ojos para Mary.», «Tengo que estar con ella, es mi novia...». Sabes que Harper, la misma Harper de Bridgewater, está en clase contigo y tú... ¿Por qué no te dejas llevar por los sentimientos que tienes desde los once años y dejas a Mary antes de que acabe sufriendo?

– No lo sé, Brian. No sé si ella es la misma chica de Bridgewater. Y, aunque lo fuera, no sé si siente lo mismo que yo. —Cerré el agua, tomando la toalla del colgador— Cierra los ojos que salgo.

– Oh, vamos... No tienes nada que no haya visto ya... Y no me refiero a la mía, lo sabes.

– Es para ahorrarme tus piropos a mis nalgas, idiota. —Brian reía, haciéndome caso y yo corrí la cortina para salir de la ducha, secándome el cuerpo con la toalla. Finalmente me puse la nueva muda de ropa interior— Ya está, puedes abrirlos.

Stay By My Side (DLMG#2) [Remastered]Where stories live. Discover now