ᴄᴀᴘ 33: sᴏʟᴏ ᴄᴏɴ ᴇ́ʟ

Comenzar desde el principio
                                    

¿Por qué sigo añorándole de manera tan enfermiza?

Estoy en el límite, pendida de un hilo que me sostiene sobre un profundo mar de contradicción. Siento como si flotara en una neblina. No sé qué está mal. No sé qué es real. No sé qué pensar. No sé qué desear. No sé cómo vivir ya.

Siempre está en mis pensamientos, como una alucinación constante que viene a doblegar mi voluntad; aunque no hay una voluntad en realidad, no encuentro motivos para continuar, pero lo hago...

Siempre lo hago.

Me doy la vuelta en la cama y abro los ojos con pesadez al sentir un cuerpo tendido a mi lado. Inhalo la esencia de Zac y suspiro.

«Zac es mi presente. Zac es lo que está bien. Zac es a quien debo aferrarme», repito continuamente, como si fuera una especie de mantra. Me estiro para abrazarlo. Él pasa su brazo por debajo de mi cabeza y me atrae hacia sí, para que pueda recargarme en su pecho.

—¿Qué hora es? —pregunto.

—Como las ocho de la noche.

—¿En verdad? Es muy tarde...

—Sí; no te quise despertar antes, porque vi que dormías plácidamente.

—Gracias por no despertarme, la verdad necesitaba dormir.

—Te ves adorable durmiendo. Además, sonreías de vez en cuando. Dime, ¿qué estabas soñando?

—Nada interesante —digo, pero lo cierto es que las suaves caricias que Zac me proporcionaba me hicieron pensar en As. Siempre, siempre termino pensando en él.

Ha pasado casi un mes desde que se fue. Ni siquiera sé si piensa volver. Él dijo que podía irse por meses o quizás años. Incluso dio la opción de nunca regresar, pero como soy demasiado ilusa, sigo aferrada a que volverá.

«Aún hay algo que quiero de ti». ¿De que estaría hablando?

No se ha vuelto a escuchar del otro asesino. Me pregunto si se fue detrás de As o tal vez está planeando otra cosa. Solo espero que As se encuentre bien. No debería preocuparme por alguien como él, pero no puedo evitarlo.

Cierro los ojos pensando en todos los «porqué» por los cuales debo olvidarme ya de él. La principal razón y la más obvia, es porque es un asesino; creo que es una razón suficiente. Además, debemos agregar lo mucho que goza lastimándome, y que es una persona tan mala, que no le interesa en lo más mínimo el daño que me hace. Solo me utiliza para sacar su furia y sus deseos egoístas.

Sí, son suficientes razones.

Si pongo en una balanza los pros y contras de As, y después los de Zac, resulta estúpido el solo detenerse a pensarlo. Zac es bueno, me quiere, me cuida. ¿Qué más puedo pedir?

Besos con sabor a muerte© (18+) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora