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Namjoon siempre estuvo acostumbrado a cierta manera de vivir, una manera de vivir normal, corriente y simple.
Siempre odió la atención y las luces sobre él.
Así que siempre hizo su mejor esfuerzo para que su vida fuera normal y tranquila.
Pero cuando un amigo tuyo llega a tu casa a medianoche más de quince veces pidiéndote una bolsa de hielos con el rostro un poco golpeado.
Eso no era algo muy común.
-Hyung, ¿tiene una bolsa de hielos?- preguntó el menor, Namjoon supo ya de por sí que algo estaba mal, Jimin estaba mucho más golpeado que un simple labio roto.
Ahora Jimin estaba con sangre en sus pómulos y su nariz parecía estar rota, acariciaba su brazo izquierdo, Namjoon suponía que había moretones ahí.
-Ven aquí.- Namjoon exclamó jalando suavemente el brazo sano e intacto de Jimin, llevándolo al baño del primer piso.
-Siéntate.-murmuró Namjoon viendo como Jimin soltaba unos jadeos adoloridos mientras se sentaba en el piso.
"No quería que se sentara en el piso pero está bien" pensó Namjoon mientras buscaba un botiquin de primeros auxilios.
Al encontrarlo sonrió de manera satisfactoria, lo tomó y se arrodilló en el suelo frente al menor.
-¿Quién te hizo eso?- preguntó Namjoon mientras sacaba algodón y alcohol, pudo ver como Jimin giraba su rostro con una mueca.
-Fue Yoongi, sabes que tenemos nuestros malos entendidos.- la voz de Jimin no era creíble, pero Namjoon sabía mejor que nadie que no tenía que meterse en los asuntos de otros.
Díganlo egoísta.
-Sé que Yoongi te puede dejar un moretón, pero no una nariz rota .- exclamó Namjoon empapando con delicadeza el algodón con el alcohol.
-Supongo que mejoró.- Jimin trató de reír pero no pudo por el dolor en sus mejillas.
-Jimin.- murmuró de manera firme el moreno, pasando el algodón por el rostro lastimado de Jimin, sintiendo los quejidos de dolor del contrario.
-Fue mi padre.- Namjoon no se sorprendió, sabía que el padre de Jimin nunca fue el más comprensivo con su hijo pero no esperó que lo golpeara.-Y me echó de casa.- susurró Jimin.
Parecía que Namjoon apretó demasiado pues Jimin se quejó por la presión ejercida en su nariz.
-L-lo siento.- se disculpó Namjoon, vió nuevamente a Jimin, ahora su rostro estaba un poco mejor.-Tendrás que quedarte aquí.- dijo de manera serena el mayor.
Jimin abrió sus ojos y giró su rostro de manera brusca.-¿Lo dice enserio, hyung?- la voz de Jimin aún estaba un poco aturdida.
-Sí, Jimin, no quiero volver a verte tan golpeado otra vez, ¿bien?- Namjoon tomó en sus manos el rostro de Jimin quien con ojos brillando se quedó viendo a su hyung y asintió.
Ambos quedaron así por un tiempo.
-Dormiré en la sala y tú en mi habitación ¿sí?- Namjoon se paró del suelo con el rostro un poco sonrojado.
-No quiero que te quedes en la sala, he visto tu sofá y es muy pequeño.- exclamó Jimin, también parándose del suelo.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Dormir juntos como una pareja recién casada?- habló en broma Namjoon.
Esa noche Namjoon se quedó despierto con los brazos de Jimin en su cintura y el rostro del menor en su cuello.
