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No sabía que era peor, ¿por qué no se defendía? Era inútil tratar de hacerlo.
-¿Cuál es tu problema, Kim?- y ahí estaba nuevamente, decir todas las cosas que no le gustaban de su maldita institución que más bien era como un lugar de lucha, la universidad sería el paraíso si no moría en Junio.
-¿Dices que éste lugar no es agradable?- tomaron del brazo al moreno jalándolo, bromeando y burlándose de él.
-SeokJin- advirtió la maestra que corría por los pasillos.
-¿Y tu espíritu escolar? ¡No mereces estar aquí!- todos los alumnos se acercaban más a Namjoon, se sentía tan intimidado.
-Jin, cálmate, no sean así con Namjoon.- la maestra pudo detener a SeokJin, pero todos los demás alumnos seguían rodeando al pobre moreno.
-¿Por qué no dejas que una maldita ola te lleve de donde viniste! Ah, sí, claro ¡el maldito orfanato!- todos rieron por las palabras de SeokJin.
SeokJin apesar de estar preso en las manos de la maestra seguía gritando a Namjoon.
Namjoon estaba a punto de llorar, escuchar esas palabras lo lastimaban, pero sinceramente a nadie le importaba y ¿a quién le importaría?
-¡Muy bien, vamos a calmarnos!- gritó la profesora.
Namjoon sentía sus ojos arder y su nariz picar.
-¡Oh, miren! Aw, Namjoon va a llorar.- gritó una chica, en coro sonaba el "Aw" y algunos ponían su dedo abajo de sus ojos, fingiendo una lágrima.
Namjoon empujó a todos de su camino, seguían intimidándolo.
Que alguien le dé una razón para vivir, algo por lo que respirar.
Namjoon corrió, viendo a los estudiantes burlándose.
-¡Muy bien, señorito! ¡Estás suspendido!-
Fue lo último en escuchar.
Sin pensar que alguien más lo estaba siguiendo.
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-¡Estúpida tapa a prueba de niños!- gritaba Namjoon tratando de abrir un bote con pastillas, era realmente cómico de alguna manera.
-¡Oh, miren! Namjoon va a llorar.- la puerta del baño se abrió, dejando ver a Jin y a los demás estudiantes.
-No mereces vivir.- dijo Jin pasando su brazo por los hombros de Namjoon y abriendo el bote de pastillas.-¿Por qué no te matas, ya? Ten tu sedante.- todos reían y Namjoon estaba confundido, pero aún con lágrimas en su rostro.
-Llora, llora, porque sabes que no hay nadie para ti.- veía la maldad en sus ojos.
-¡Es patético si lloras!- Jin volteó a verlo.-Estás fuera del equipo, quéjate y grita, no mereces soñar, morirás solo, ¡solo! ¡solo!- todas esas voces lo seguían intimidando, lo rodeaban, no lo dejarían hasta que tomará su descisión.
Namjoon tomó su poca valentía, pusó el bote de pastillas en su boca y las sintió en su paladar.
Las voces pararon, menos una.
-¡No! No, espera, ¡espera!- una persona más, empujó a Namjoon, haciendo que ambos cayeran.
-S-se supone que el suicidio es algo privado.- dijo Namjoon apretando sus manos en su pecho con lágrimas en sus ojos.
Namjoon tenía sus mejillas abultadas por las pastillas, puso sus brazos alrededor de sus rodillas mientras veía al otro.
-¿Tirar tu vida y ser una estadística en un sitio web? Eso es lo menos privado en lo que alguien puede pensar.- dijo el chico.
-P-pero ¿qué hay de los otros?- preguntó Namjoon al chico, al que reconoció como Hoseok.
-Si todos saltan de un puente, dime bonito ¿tú también lo harías?- preguntó Hoseok limpiando con sus dedos las lágrimas de Namjoon.
El moreno asintió levemente.-Probablemente.- dijo balbuceando.
Hoseok suspiró y tomó la mano del menor.-Si fueras feliz cada día de tu vida, no serías humano, Namjoon.- murmuró el mayor, mirando al moreno.
Namjoon vió al mayor, asintió nerviosamente y escupió las pastillas.
Hoseok estaba un poco confundido con eso, pero no importaba.
-Gracias por venir a buscarme.- susurró Namjoon de alguna manera feliz.
Hoseok lo miró y sonrió.
Namjoon se tiró hacía el mayor, abrazándolo.-Gracias...- susurró el moreno sintiendo los brazos del otro en su cintura y devolviéndole el abrazo.
