¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-tu pecado no es mejor que el mío, porque es el mismo-
-God
Llevavas tanto tiempo en mi vida y aún así sentía que no te conocía.
Nunca quieres hablar con tu padre, conmigo o con tu hermano, Jimin.
He rogado tantas veces a Dios, he orado y demás, para que puedas ser salvado.
-Nam, abre la puerta- traté de sonar lo más suave, escuchaba tu llanto.
-K-kookie?-
-Sí-
-Si tu padre te envío, te digo que pierdes tu tiempo- escuchaba los sollozos, no querias que me fuera.
-Vine por que quizé, solo estamos ambos, nuestro padre fue con Jimin a pedir por ti en la iglesia-
La puerta fue abierta y me adentré en lo que era tu habitación, te observe y...
Oh por Dios, estabas demacrado, tus ojos rojos como tu nariz, tus labios están hinchados por tanto morderlos.
El color blanco me invade, hay plumas de almohadas en el suelo, regadas.
-Y bien, qué quieres?-
-no lo sé-
-Entonces puedes irte-
-No, sabes. Hoy fue el límite, no puedes hacer esto a tu cuerpo, que es sagrado- me miraste con confusión y luego entendiste el mensaje.
-Solo es un tatuaje, todos mis amigos lo tienen-
-Pues tus amiguitos te han alejado del caminodel bien, del camino del Señor-
-No puedes opinar sobre ellos, no los conoces- me molestaba.
-Namjoon Dios es tu gran salvador, Dios es tu-
-Tus malditas mierdas religiosas me valen pura verga-
suspiré, tratar contigo era una mierda.
-Creo en el perdón, en lo divino, pero también en el arrepentimiento. Vamos, arrepiéntete, aún hay paraíso para ti-
Quizé irme pero tus manos no me lo permitieron.
-Soy un pecador, verdad?- sonreias.
-Lo eres, puedes rezar, pedir perdón por cada pecado hecho y así todo estará bien, eso hará feliz a tu familia-
-Quizás lo haga, pero dime...- me sorprendió que hayas siquiera aceptar una pequeña opotunidad.
Asentí y vi como quitabas tu camisa y dejabas a la vista ese pequeño tatuaje que quedaba cerca de tu pecho.
-Ves la polera que tengo en mis manos?- asentí nervioso, una polera negra.
-Si esto fuera el pecado, si la pintara de blanco ¿el pecado desaparecería?- negué con el ceño fruncido.
-Si la tiró por una ventana o la quemó ¿el pecado existe aún?-
-Lo hace, aunque ya no este presente físicamente, siempre hubo un pecado- te veo reir amargamente.
-Exacto, aunque yo haga de todo, el pecado seguirá, nací pecador y así moriré, hay un infiero esperandomé-
suspiras con tristeza, te tiras en el piso donde están las plumas y sin tu permiso me acuesto contigo.
-te están consumiendo, la religión lo hace-
-qué?-
-si este cuarto fuera el cielo, el paraíso prometido por la biblia, ¿lindo, no?- asentí - Pues jamás podrás salir, jamás conocerás el mundo tal como lo es-
-a donde quieres llegar?- me ponía impaciente
-A que tu mismo te halles! No quiero que todo lo diriga Dios! "Dios así lo quizó" "Dios esto, Dios aquello", estoy harto!-
-Yo creo en Dios, nuestro Señor-
-Y ese es el maldito problema, nunca te planteaste dudas solo porque crees que Dios "así lo quizó"-
-Dios es...-
-Dios nada! Deberías golpearme, hacerme sangrar por todo lo que he echo!-
-Basta!- me volvías nervioso, ¿qué pasa?
-Anda disfruta tu vida! Drógate, emborráchate anda a follar, hacer una orgía. Pero disfruta tu maldita vida!-
-Hablas bazofias Namjoon-
-Crees que no lo sé? Sé tu pequeño y sucio secreto, hermanito-
tu cuerpo sobre el mío, nuestras partes intímas rozándose y nuestros rostros tan juntos.
-No me quieres follar? No quieres cogerme salvajemente? Quieres que te monte y gima tu nombre, verdad?-
Lloré, porque si alguien lo sabe, mi mudo se destruirá, tanto que me costo ocultarlo.
-Vete, largo!-
-Tu pecado no es mejor que el mío, porque es el mismo-
