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|Desilusión tras desilusión|
Estaba tumbada en la cama mirando el techo, intentando encontrar el sueño para poder deshacerme del malestar que sentía. Estaba a punto de conseguirlo pero la puerta de la cabaña se abrió.
—Hola —dijo Newt con el rostro impregnado de preocupación.
—Mmm... —contesté sin ganas.
—¿Estás segura de que no es nada? —dijo sentándose a mi lado.
—Simplemente no me ha sentado bien la comida —dije sin abrir todavía los ojos.
—Ya... Pues yo creo que es algo más grave —dijo pensativo.
—¿Por qué? No ha sido para tanto —dije abriendo lentamente los ojos.
—¿Que no ha sido para...? Mack, has vomitado tres veces esta mañana y has tenido que tumbarte porque te mareabas estando de pie —dijo molesto por mi ignorancia.
—Solo tengo que descansar —dije dándome la vuelta para estar tumbada de lado.
—Está bien... —dijo Newt levantándose—. ¿Quieres que te traiga algo?
—Me has hecho esa pregunta cinco veces en los últimos diez minutos, y ya te he dicho que no a todas —dije con una sonrisa, a veces hacía más de madre que de novio.
—Tienes razón —dijo con una leve risa—. Bueno, descansa.
Abrió la puerta y desapareció detrás de ella dejándome sola en la habitación.
Y lo sé, no me tratéis de estúpida. Sé perfectamente que no es por algo que he comido... Pero ya había perdido la esperanza, no quería otra desilusión. No quería llorar de nuevo ni sentirme mal conmigo misma otra vez. Pero... ¿Y si esta vez era la definitiva? Tenía que intentarlo, tenía que hacerlo, por Newt.
Me levanté despacio apoyándome en la pared, sentía los mareos pero podía soportarlos. Avancé hasta el baño de nuestra cabaña y cerré la puerta. Abrí la caja grande hecha con bambú que nos regaló Gally y busqué en su interior hasta sacar uno de los muchos tests de embarazo que nos dieron en el refugio del oeste, junto a compresas y de más cosas que hasta hace unos meses no imaginé que tuviera que usar.
Lo saqué del envoltorio, me bajé los pantalones y me senté en la taza del váter. Miré pensativa el test, y un flashback vino a mi mente.
Flashback
Lloraba tumbada en la cama mientras notaba como las lágrimas mojaban poco a poco la almohada. Intentaba ahorrarme los sollozos, no quería hacer ruido y odiaba estar así. Escuché los pasos de Newt fuera de la cabaña y me recompuse rápidamente antes de que pudiera verme así.
