Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
|Primera vez|
(N/A): ¡¡ATENCIÓN!!Este capítulo contiene momentos subidos de tono y escenas sexuales así que lee bajo tu propia responsabilidad. Y los perverts que se queden ;)
Seguí besándolo con delicadeza mientras me acercaba más a él. Los besos cada vez eran más apasionados a la vez que nuestras respiraciones se agitaban. Newt puso su mano en mi nuca y fuimos a parar a la pared.
Rodeé sus hombros con mis brazos y me cogió de los muslos para llevarnos a la cama. Quedé tumbada debajo suyo y me miró mientras nos calmábamos un poco. No sabía lo que estábamos haciendo, pero lo estabamos haciendo. Se acercó a mí y beso con más delicadeza mis labios, luego besó mi mejilla, pasó por mi mentón y por primera vez, que yo recuerde, sus labios tocaron mi cuello y dejaron un rastro por él.
Mi mente quedó en blanco, no sabía en qué pensar, solo quería disfrutar del rubio por una noche. Levantó un poco mi camisa y me miró pidiendo permiso, le devolví la mirada y noté sus cálidos besos en mi abdomen. Me estremecí, todos los poros de mi piel empezaron a echar chispas. El corazón me iba el doble de rápido y juraría empezar a arder, más por los nervios que por otra cosa.
Decidí tomar yo las riendas y lo empujé hacia mi izquierda para ponerme encima suyo. Busqué sus labios y los besé con dulzura, él acariciaba mi espalda mientras yo exploraba su cuello. Sus manos pasaron por debajo de mi camiseta de nuevo y lo miré antes de sonreír. Me puse de pie dejando que se sentara al borde de la cama. Rápidamente me quité la camiseta y me senté en su regazo rodeando su cintura con mis piernas. Se quedó mirándome sin saber muy bien qué hacer.
—Newt, no tengo nada que no hayas visto antes —dije sonriendo.
—Ya... Es solo que... Nunca he hecho esto y no sé qué debería hacer —dijo nervioso, rodé los ojos y lo miré de nuevo.
—Yo tampoco, tú solo... Déjate llevar —dije encogiéndome de hombros—. Te prometo que hagas lo que hagas me va a gustar.
—Vale —respondió, señal de que se estaba tranquilizando.
—Además, sólo estamos demostrándonos cuanto nos queremos... Pero de una manera más excitante —dije abrazándole—. Y quererme se te da muy bien.
—Está bien —dijo después de una risa.
Empezó a besar mi cuello de nuevo dejando un camino de besos hasta mi pecho, mi garganta soltaba suspiros incontrolables. Empezaba a emocionarme.
De repente, y sin querer, me incliné hacia adelante, mi zona rozó con su erección y ambos soltamos un pequeño gemido. Tal vez en otra situación hubiese estado seria o mi reacción hubiese sido completamente distinta, pero en ese momento no pude evitar reírme. Él hizo lo mismo mientras me tumbaba sobre las almohadas.
