𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫: 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐂𝐥𝐚𝐫𝐨 ➢ Newt

━ Capítulo 18

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|Gally el sapo|

Atravesamos las puertas hacia la Sección 8 y nos abrimos camino por varios pasadizos; iba al lado de Minho mientras giraba a derecha e izquierda sin pararse a pensarlo, corriendo todo el tiempo.

   La luz de primera hora de la mañana irradiaba un fuerte brillo y hacía que todo se viera claro y resplandeciente: la hiedra, los muros agrietados y los bloques de piedra en el suelo.

   Seguía el ritmo de Minho lo mejor que podía y, de vez en cuando, aumentaba la velocidad para no quedarme atrás. Le seguí, sorprendida por lo mucho que me costaba respirar. Esperé que fueran sólo los nervios y que mi respiración se estabilizaría pronto. Corrimos por un largo pasillo a la derecha y pasamos por varios giros a la izquierda. Minho miraba las paredes, parecía que todo lo apuntaba en su memoria. Estuvimos corriendo durante dos horas. Minho aflojó el paso hasta caminar y, después, se detuvo.

   —Haremos una pausa. —Se quitó la mochila y sacó agua y una manzana. Empecé a tragar agua, saboreando su frescura mientras bajaba por mi seca garganta—. Guárdate un poco para luego.

   Dejé de beber, respiré satisfecha y me apoyé en un muro. Le di un mordisco a mi manzana y, sorprendentemente, me sentí como nueva. Volví a pensar en las palabras del chico de mis visiones. Tenía que matar a un lacerador, no me corté y se lo dije a Minho.

   —Llévame a ver uno —dije acabándome la fruta.

   —¿Uno de qué? —dijo él acabándose la suya.

   —Un lacerador, tengo que matar a uno, no hay mejor momento que ahora que es de día. Si encontramos a uno "dormido" podemos matarlo, no será difícil —dije convencida.

   —Siento ser pesimista, ¿pero en serio crees que no lo hemos intentado? Ya lo hice y se van en cuanto te acercas. De hecho, no he llegado ni siquiera a tocarles —dijo mirándome.

   —Tal vez por eso me dieron el arco, para matar a distancia —dije intentando entrelazar los hechos.

   —No, ya te digo yo a tí que con una flecha no matas a esos bichos, es imposible —dijo con una risa.

   —Pero él me lo dijo. Me dijo que tenía que matar a uno para encontrar la llave —Estaba todo bastante claro.

   —Mira, a esas cosas solo las podrías matar de cerca clavándoles una lanza en su fuca cabeza. Y como te acerques mucho, acabarán picándote, o pero aún, te comerán viva —dijo negando.

   —Tengo que hacerlo, aunque regale mi vida Minho. Quiero sacaros de aquí, quiero que vivamos la vida que nos han quitado —dije mientras me miraba atento—. Quiero que seamos libres.

   Vi como el chico reflexionaba y luego habló.

   —Yo no tengo ni idea de como encontrar uno, aparecen y ya está. Igualmente, hoy no haremos nada. Hay que seguir y hacer lo de siempre, estoy seguro de que Gally se ha chivado y tenemos pendiente una Asamblea —dijo preparándose para correr. Hice lo mismo y seguimos "trabajando".

   Pasaron las horas y por fin volvimos al Claro. Nunca imaginé que lo echaría tanto de menos. Minho se fue a la Sala de mapas y yo a buscar a cierto rubio, tenía que contarle lo que había hablado con Minho, aunque sabía que no le iba a gustar.

   Fui al huerto y lo vi recogiendo unos tomates, en cuanto me vio dejó de hacer lo que estaba haciendo para abrazarme.

   —¿Qué tal ha ido? —dijo mirándome con una sonrisa, parecía estar aliviado al ver que no me había pasado nada.

   —Tengo que contarte algo, pero sé que no te va a gustar —dije cruzándome de brazos, su sonrisa desapareció y me miró preocupado.

   —¿Qué ha pasado?

   —Nada, solo... sígueme —dije empezando a caminar.

   —¿A dónde? —dijo a mi lado.

   —Es algo privado, prefiero ir al bosque sabiendo que no hay nadie —dije mirándole.

   Llegamos y nos pusimos a pasear por la gran arboleda mientras pensaba mis palabras y lo que iba decir.

   —He estado hablando con Minho de mis visiones, y de lo que me pidió el chico —dije moviendo con los pies las hojas que habían por el suelo.

   —Lo de matar a un lacerador —dijo, a lo que yo asentí.

   —Sí, y creo que ya sé como hacerlo —dije medio contenta, había avanzado un poco con el plan.

   —Bien, ¿cuál es tu plan? —dijo parándose de brazos cruzados.

   —Hacerlo de día, buscar a un lacerador que esté "dormido" y acercarme lo máximo que pueda. Con el arco no le podré matar, una flecha no le hará nada así que le clavaré una lanza en la cabeza y eso sí lo matará —dije pensando en la conversación que tuve con Minho.

   —No —dijo serio.

   —¿Perdona? —No entendí su respuesta.

   —Estás loca si crees que voy a dejar que te acerques a una de esas cosas para que te mate —dijo negando.

   —No empecemos... —dije frunciendo el ceño.

   —Mack, no puedo dejar que lo hagas, acabará pasándote algo, y no puedo permitirlo.

   —Tengo que hacerlo, tengo que sacaros de aquí aunque mi vida corra peligro. Puedo aceptarlo, estoy dispuesta a morir en el intento si hace falta —dije muy segura, solo quería que el plan funcionara.

   —Yo no —dijo con los ojos humedecidos.

   Era la primera vez que veía llorar a Newt, nunca pensé que yo sería la causante.

   —Newt... —dije cogiéndole las manos—. No tiene porqué pasarme nada, pero no puedes decirme que no, necesito que confíes en mí. Estamos juntos en esto, ¿verdad?

   —Sí, pero no quiero que te pase nada, no podría soportarlo —dijo cabizbajo.

   —Que cursi —dije con una sonrisa.

   Newt sonrió, a pesar de estar preocupado. Me acerqué a él y juntamos nuestros labios de una manera dulce y calmante.

   —¿Hola? ¡Newt! ¡Mack! —dijo una voz lejana.

   —¿Chuck? —dijimos extrañados al unísono.

   —Oh, estáis aquí —dijo la voz aumentando, señal de que el niño se acercaba.

   —Sí, estamos aquí —dije mirando hacia la dirección de dónde provenía la voz.

   —¿Estáis vestidos o no puedo mirar? —dijo el niño apareciendo con la mano en los ojos.

   —Cla... Claro que estamos vestidos —dije con las mejillas al rojo vivo mientras Newt estallaba en carcajadas—. ¿Por qué lo dices? —dije dándole un codazo al rubio para que se callara.

   —Minho os vio caminar hacia el bosque y me dijo que ibais a hacer cosas de mayores —dijo destapándose los ojos.

   —Pues se equivocaba —dije caminando para salir del bosque.

   Pude notar que me seguían, pero no bajé el ritmo.

   —Alby os está buscando —dijo Chuck poniéndose a mi altura.

   —¿Por qué? —dijo Newt a mi derecha.

   —Gally la ha liado y os esperan en la Asamblea.

   —¿A ella también? —dijo Newt extrañado.

   —Ella es el motivo por el que se hace la Asamblea, en el fondo, tú la has liado —dijo mirándome con indiferencia.

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