Hubo un silencio incómodo en el que el hombre me recorría con la mirada. De su escritorio sacó mi portafolio de carrera junto a mi curriculum real, y el falso, dejándolo sobre la mesa a mi completa disposición.

— ¿Sabes que lo que hicieron fue ilegal? —Preguntó con una voz tan calmada que me asustó. ¿Por qué no estaba gritando y maldiciendo? Debería estar furioso y llamando a la policía para que me llevaran presa, pero en cambio, estaba ahí sentado en su escritorio como si no se tratara de algo importante, algo que no le afectara en absoluto. Por mi parte asentí mientras suplicaba a todos los cielos que no comenzara a llorar. — Me sorprendió mucho, a decir verdad. Pero también fue nuestra culpa por aceptarte sin confirmar tu identidad. Confiamos ciegamente en Ha Neul y en la persona que decías ser el primer día en que llegaste aquí. Admito que fue una falta grave de nuestro lado, pero eso no se compara con lo que hicieron.

— Lo lamento. Sé que una disculpa no justifica todo esto. También sé que estuvo mal, pero Ha Neul no hizo nada mal, ella solo quería ayudarme como una amiga. Sé que abusamos de la confianza que le tenían... Y realmente, lo lamento. —Reconocí. Sabía que no podía arrastrarla en todo esto, la culpa sería solo mía.

— Tuve tiempo de hablar con Ha Neul antes de que llegaran, y algo parecido me dijo, salvo que ella se culpó de todo y dijo que aceptaría las acciones que decidiéramos tomar. —Eso fue como un balde de agua fría para mí. — Tenemos muchas opciones como demandarlas y despedirlas a ambas. Es difícil trabajar con personas en las que no confiamos.

— Estaré de acuerdo con lo que decida, señor. Si es demanda o despido, o ambos, pero por favor... Que eso solo me involucre a mí, ella de verdad que no tiene que pagar por eso. Solo quiso ayudarme, yo fui la que acepté crear toda esta mentira. —Reconocí a sabiendas de que tal vez, podría perderlo todo.

— ¿Sabes que una demanda puede arruinar tu curriculum? Estuve mirándolo. Es bastante impresionante, y estoy seguro de que no volverás a conseguir trabajo después de eso. —Reconoció dándole una ojeada a mi portafolio.

— Lo sé...

Hubo otro minuto de silencio. No tenía ni idea de lo que ocurriría conmigo ahora, solo estaba pensando en la manera más adecuada de disculparme con Yoon Gi por esto. No me importaba en ese momento si me despedían o demandaban, solo podía pensar en lo mucho que Yoon Gi me odiaría.

— No voy a demandarlas. —Dijo al fin.

— ¿Qué?

— Es lo mínimo que puedo hacer. Esa es mi manera de mostrarte cuan agradecido estoy con lo que hiciste por Jimin y la empresa. Nos ahorraste dinero y tiempo, y lo más importante de todo eso es que mantuviste a ese chico a salvo y eso es una prioridad para nosotros. —Reconoció. Y a ese punto, ya tenía los ojos inundados de lágrimas. — No tengo quejas de tu trabajo y hasta el momento, nadie lo ha hecho. Incluso Yoon Gi se ve feliz... Te has encargado todo este tiempo de cuidarlos muy bien.

— No sé qué decir... —Tartamudeé conteniendo mis lágrimas.

— Puedes tomarlo como una deuda saldada. Tampoco voy a despedir a Ha Neul, no repetiré las palabras que me dijo pero realmente aprecio su honestidad y ha sido una empleada a la cual valoro de verdad, a pesar de este error que cometió. —Debía admitir que eso me dio un poco de paz. — Yo me encargaré de ajustar cuentas con ella, luego. En cuanto a ti...

— Guardaré mis cosas y me despediré de los chicos... —Dije sabiendo que eso era lo que me esperaba.

— ¿Eso es lo que quieres? —Su pregunta me confundió.

— Es lo justo, señor... —Reconocí pero él arqueó una ceja.

— Lo justo sería demandarte y despedirte. Y eso no lo estamos haciendo...

Somos una mentira | Min Yoon GiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora