T1 | Capítulo 31

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— ¿Tan feliz estas? —Preguntó Olivia con una sonrisa divertida desde la cocina mientras preparaba sabrá Dios que, a diferencia de mí que preparaba lo necesario para vivir.

— ¡Claro! ¿Cómo no voy a estarlo? —Solté en frente del espejo en un intento de maquíllame lo más natural y sencillo posible.

Estábamos en mi apartamento y eran alrededor de las 8 de la mañana. Lo cierto era que ayer le había robado a Jungkook a su linda Olivia como forma de castigarlo por el desastre que había hecho con el spray de la laca. A decir verdad, no estaba molesta en absoluto, mucho menos cuando ese accidente había logrado que al menos Yoon Gi me dirigiera la palabra y accediera a hablar conmigo.

Sí, me robé a Olivia porque necesita hablar con alguien. Se quedó a dormir en casa e incluso se ofreció a preparar el desayuno mientras yo me arreglaba para salir.

Era muy temprano aun, la presentación de los chicos no era hasta las 4 de la tarde, tenía tiempo suficiente. Pero aún tenía cosas pendientes antes de hablar con Yoon Gi.

Terminé mi maquillaje y quedé orgullosa. De ahí fui corriendo hasta mi armario para buscar la ropa adecuada para aquella ocasión. Estaba a punto de lanzarme yo misma a la boca del lobo así que debía ir con toda la artillería pesada.

— ¿Debería ponerme un vestido? —Pregunté en voz alta para que la chica desde la cocina me escuchara.

— Usa lo normal, Abril... Además, te dará frio. —Dijo Olivia apareciendo de pronto en la habitación con una espátula en la mano. — Si quieres que te conozcan cómo eres, ve como tú misma, como te sientas cómoda. Vas a ver que todo saldrá bien.

— Tienes razón. —Reconocí volviendo a girarme hacia mi armario.

Escogí algo que usualmente usaría y con lo que me sentía cómoda y a la vez bonita. Jeans ajustados, zapatillas blancas y en esta ocasión escogí una blusa color rosa manga larga decorada con algunos destellos de brillo. Dejé suelto mi cabello largo sobre mi hombro y cuando estuve ahora si completamente satisfecha con mi apariencia, fui directamente con Olivia a desayunar.

— ¿Crees que esté bien ir sin avisar? —Preguntó ella bebiendo jugo de naranja. — Quiero decir, e un poco... repentino.

— Lo sé, pero si no lo hago ahora, creo que después no encontraré la manera de aclarar las cosas. Si Yoon Gi se entera, seguramente va a matarme pero realmente quiero hacerlo. Una de las cosas que me reprochó cuando supo la verdad es que les había mentido también a sus padres. —Explique tranquilamente disfrutando de los huevos revueltos que Olivia había preparado.

— Pero Daegu no está a la vuelta de la esquina. ¿Tendrás el tiempo suficiente de ir y volver? Debes estar aquí para la presentación de los chicos.

— Tengo el tiempo justo para hacerlo. Por eso me voy ahora... —Entonces miré de reojo la hora en mi reloj y prácticamente atraganté con la comida. — ¡Ya, ya, ya es hora! —Solté bajándome del taburete de la isla de la cocina para ir corriendo hasta el baño y lavarme los dientes.

A lo lejos escuché la risa de Olivia. Estaba disfrutando de eso, de hecho, también yo. Hacía varios días que no me sentía tan emocionada por algo, realmente quería que las cosas salieran bien y poderles ofrecer una disculpa sincera a los padres de Yoon Gi.

Cuando salí del baño me encontré con Olivia ofreciéndome mi bolso y un abrigo para el viaje. Le agradecí y la abracé hasta prácticamente arrebatarle todo el aire. En el poco tiempo que llevábamos de conocernos, le tenía mucho cariño y nos habíamos vuelto buenas amigas.

La dejé en el apartamento y corrí hasta la parada de bus para tomar el primero que me llevara a la estación del metro. De momento, todo marchaba tal cual esperaba, llegue justo a la estación a la hora que debía para abordar el tren que me llevaría a Daegu.

Somos una mentira | Min Yoon GiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora