T1 | Capítulo 4

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¿Debería comenzar a arrepentirme?

El autobús en el que me transportaba se movía lentamente por el tráfico a pesar de ser tan temprano por la mañana. No sabía por qué aquel día había despertado con escalofríos, pero por alguna razón sabía que eso tenía que ver con Min Yoon Gi y las amenazas de la noche anterior.

Cada vez era más difícil entender a ese chico. Era frustrante y agotador intentar trabajar a su lado, no sabía nada de él además de lo que decían en las redes sociales, Yoon Gi era completamente diferente a eso. Me atormentaba cada noche pensando en lo que había sucedido para que reaccionara a mí de esa manera ¿Realmente me odiaba tanto?

Cuando llegué a casa de los chicos me sorprendió el verlos despiertos a todos. Estaban en la sala tumbados en los sofás, todos menos Yoon Gi. Llevaban aún sus ropas de pijama y los cabellos alborotados como si estuvieran recién levantados. Jungkook dormía apoyado en el hombro de Taehyung, y Nam Joon murmuraba algo que seguramente ni él mismo podría entender.

— ¿Qué pasó? ¿Por qué todos están...? —Pero mis palabras quedaron en el aire cuando Hobi señaló a Yoon Gi, quien pude ver en el pasillo. El chico caminaba de habitación en habitación cargando los cestos de la ropa sucia.

— El muy loco nos despertó a todos temprano, parece que no ha dormido pero aun así está muy enérgico. —Murmuró Jin, soñoliento— Tengo una vaga idea de lo que sucederá...

Yo lo miré extrañada. Los demás no dijeron nada, solo hacían un gran esfuerzo por no quedarse dormidos. En eso, Yoon Gi salió de la habitación de Jungkook cargando al parecer, el último cesto de ropa. Luego, se dirigió a la sala donde estábamos todos reunidos con una amplia sonrisa en sus labios dejando ver sus encías.

— ¿Qué ocurre contigo? —Pregunté en cuando él me miró con suficiencia.

— Tengo un trabajo solo para ti... —Dijo Yoon Gi cruzándose de brazos— Ya que estás aquí, ¿Porqué no te encargas de todo el lavado de la ropa? hoy es mi turno de hacerlo y estoy muy ocupado... —Por poco se me cae la mandíbula al suelo.

— ¿Qué? ¿Todo el lavado? —Estaba escandalizada, incluso gritando. ¡Era imposible!

— Hyung... Es mucho para ella. ¿Debería ayudarla? —Intervino Jimin a lo que Yoon Gi negó.

— No. No hay muchas cosas que ella haga, seguro puede con esto. ¿No te estabas quejando de que no te daba tareas que hacer? Bueno... Empieza con esto. —Murmuró Yoon Gi cruzándose de brazos. Este chico estaba a punto de volverme loca.

— Lo sé, pero... Pero entre mis tareas, no está lavar toda su ropa. —Me negué rotundamente.

— Defíneme cuáles son tus tareas. ¿Alimentarme? No me hagas reír. Tú estás para servirme, nada más... Quiero que hagas esto en vez de que estés echada junto a mi puerta todo el santo día. Si no puedes hacerlo... Puedo hablar con el Manager Kim y solucionaremos esto. —Yoon Gi sabía lo que estaba haciendo, claramente cumplía su palabra ante sus amenazas.

— Lo haré... ¡Ah! Espero no se incomoden con qué tenga que lavar toda su ropa interior también. Creo que seré la envidia entre las ARMY —Me burlé mientras dejaba mis cosas  justo al lado del sofá para ir directamente al cuarto de lavado. Pude escuchar a los demás quejándose sobre el asunto.

¡Iba a golpear a Yoon Gi!

Cuando entré al cuarto de lavado por poco me caigo al pisar una camiseta roja. Había siete cestos repletos de ropa sucia, ya me estaba lamentando completamente. Ese condenado buscaba que renunciara pero no le daría el gusto tan fácilmente, de no ser por el contrato de confidencialidad que había firmado, ya hubiera publicado una foto de los bóxer negros de Yoon Gi en Twitter.

Somos una mentira | Min Yoon GiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora