capítulo 56

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 Que difícil se tornaba la situación. Vegeta percibió esa voz que le hablaba del pasado, el sutil perfume de ella saturó su sistema olfatorio. Los recuerdos amenazaron con fluir sin control, memorias reprimidas, ecos de momentos casi olvidados. Pero Vegeta no iba a retroceder por un poco de persuasión, él estaba habituado a hacer frente a las dificultades sin piedad. Dejó de respirar e intentó zafarse del abrazo sin obtener resultados. Volvió a intentar retirarse sin herir a la mujer.

Cuando Vegeta intento rebatir ella lo abrazo con más fuerza, no estaba dispuesta a ceder, no podía retroceder – si lo que dices fuera cierto, si en verdad tu maldad estuvo a punto de consumirme yo no estaría aquí, un hombre malvado me habría mantenido con vida? No lo haría, un hombre malvado me habría protegido hasta de sus propios compañeros? Yo creo que no. Un hombre perverso me hubiera matado, o me hubiera dejado a mi suerte. Un malvado me proporcionaría ayuda médica? O respetaría mi distancia cuando yo no quería tener intimidad?

Vegeta ya no pudo tolerarlo más. Se soltó del abrazo y se alejó unos pasos sin poder voltear a mirarla – Eso último es mentira, yo te forcé Bulma, te maltrate muchas veces.

–Es cierto que no controlaste tu fuerza, ni te detuviste por mi dolor, pero Vegeta tú nunca me obligaste a estar contigo, cada vez que estuvimos juntos yo estuve de acuerdo – Bulma buscó la mirada negra del príncipe sin éxito, pero no era el momento para detenerse – Vegeta, hace un tiempo me presentaste tus explicaciones, ahora déjame darte las mías.

Lo recordaba perfectamente, esa noche el saiyajin prácticamente la había perseguido por la habitación una y otra vez, ahora la ojiazul no podía hacer menos – Fue fácil, muy fácil criticar sin comprender, decirte que amargado eras ignorando cada faceta de tu vida. También fue sencillo insultar sin pensar, decirte tantas cosas que nunca debí ni pronunciar, siendo tu esposa creí que te conocía y sabiendo tus sentimientos hacia mí saqué provecho de la situación, por lo que dije, yo me retracto. No pude saber cuánto has demostrado por mí hasta que conviví contigo en tu etapa como soldado, en ese entonces te mostrabas frío pero me brindabas tranquilidad, estar a tu lado se tornó cada vez más cálido a pesar de ser contadas las ocasiones en que me demostrabas una genuina atención. Pero aquí sigo cometiendo otro error, valoraba lo poco que me dabas en el pasado, pero ahora puedo tener todo de ti y no lo aprovecho, por eso es mi turno, soy yo quien quiere decirte: bienvenido Vegeta, te recibo en mi vida para compartirlo todo, hasta la soledad que siempre hemos compartido, tú en tu constante preparación, yo en mi caprichosa labor, cada uno en lo suyo, en apariencia nos ignoramos pero eso es mentira, nosotros tenemos una relación donde cada uno respeta la vida del otro, valorando nuestra individualidad logramos crecer, juntos.

A pesar de todo lo dicho por la mujer, la figura del varón se mostraba decidida. No varió ni un poco su postura, ni mucho menos su decisión. No quería disculpas. No las necesitaba, aunque escucharlas era algo que consideraba imposible, y apreciaba el valor de ella por hacerlo. Pero eso no cambiaría nada.

Bulma frunció el ceño, su convicción debía ser más fuerte, pero sobre todo lo que necesitaba era franqueza – Dices que un solo abrazo me devolvió la tranquilidad? Eso es imposible. Pero te agradezco Vegeta, fuiste lo suficientemente generoso para hacerte a un lado y dejarme ser. Yo albergaba mucho, mucho odio, pero Vegeta no era odio dirigido a ti sino al terrible entorno donde vivías y a las actitudes que debiste desarrollar para vivir allí, necesitaba dejar ir todo ese odio, ese resentimiento que me provocaba un tremendo vacío, mi cuerpo pedía llanto, rechazo y cuando te fuiste me sentí libre, pude dejar de reprimirlos, los deje fluir hasta que al fin me abandonaron. Porque no podía vivirlos para que los atestiguaras, no podía permitirme que tú, en toda tu labor, en todos tus cuidados me vieras en ese estado. Solo entonces, después de analizarme y escucharme a mí misma pude dejar que todos esos sentimientos se fueran de mi vida, pude volver a contemplar el presente que es donde está el secreto de vivir, porque no fue un abrazo compasivo lo que me hizo falta, fue mucho más, fue la sonrisa de mamá, los cuidados de papá, la risa de mis niños, el inmenso cielo azul de mi precioso planeta natal, todo, todo me hizo mejorar porque amo la vida, pero no sería perfecta ni hermosa sin tenerte junto a mí, y es que no solo puede amarte por lo que eras antes...– le dijo mientras abrazaba nuevamente su espalda, sentía el cuerpo de su esposo temblar, el príncipe creía que no se merecía que una mujer tan generosa le brindara su corazón, no después de todo lo que hizo, como si Bulma leyera sus pensamientos continuó – Vegeta en ese entonces tú no me conocías, no sabías quien era yo, sé que no es una justificación para tu comportamiento pero ahora que he vivido contigo todos esos días puedo decirte que amé a ese hombre herido, hoy, tengo a un rey en frente mío y puedo volver a decirlo sin lugar a dudas– Bulma se coloca en frente a Vegeta con un gesto alegre para verlo a los ojos y no puede evitar que sus manos sujeten el rostro varonil – te amo, ahora más que nunca.

Era imposible mantener la calma, el príncipe cuyas esperanzas se vieron truncadas ve una vez más que lo imposible era posible al lado de la mujer de los ojos azules. Ya no puede evitar sostener a Bulma en un abrazo, no después de escucharla decir aquello que creía perdido, hundiendo su rostro en el cuello blanco de la fémina permite el fluir de silenciosas lágrimas que recorren su rostro, no se oyen sollozos ni ningún otro sonido, solo son ellos dos en medio de la nada, sintiendo el consuelo que sus almas necesitaban con ese solo abrazo.

Bulma sonrió. Antes, mucho antes del viaje, antes de la dicha, antes del sufrimiento, incluso antes del amor, creía que el destino era irónico al poner a su pareja en otro planeta, y tuvo que enamorarse de él, dos veces, para darse cuenta que el destino era generoso, que a pesar de tener un universo de distancia entre ellos pudieron encontrarse, amarse y tener una vida juntos. Vegeta pudo superarse, más de lo que él mismo creía y ella no iba a ser menos, esta nueva lección quedará grabada con fuego, pero los frutos serían cálidos y gentiles.

Después de lo que pareció una eternidad tanto Goku como los niños estaban cansados de esperar, sabían perfectamente que los esposos estaban juntos, pero desconocían por completo en qué circunstancias. Bien podían continuar hablando, o manteniendo una discusión civilizada, o discutiendo sin más. Pero quién iba a ser voluntario para acercarse? Ninguno de los tres. El interrumpir a la pareja les parecía una temeridad, eso al menos hasta que el tiempo trascurrido fue exagerado. Goku no podía más y ordenó a los niños seguirlo. Resignados los pequeños se miraron y se prepararon mentalmente para un posible regaño. Titubeantes se dirigieron al lugar donde se encontraban los esposos. Ni toda la ingenuidad de Goku los podía proteger de la ira de Vegeta, ni mucho menos, de Bulma.

Fue esta la señal que hace reaccionar a Vegeta. Sintiendo el ki próximo del tonto de Kakaroto junto a los niños al fin puede tomar en cuenta el tiempo que ha permanecido en ese lugar, y también notó la ropa inadecuada de Bulma para el viento fuerte, la temperatura descendía y la luz comenzaba a cambiar. Le parecía increíble la manera en que las horas se disiparon, casi pudo jurar haber visto el sol de medio día hace tan poco. Pero volvió a fijar su vista en la mujer que lo estrechaba con suavidad, a su lado una vida podía pasar en un parpadeo. No pretendía romper ese abrazo, este simbolizaba algo que ambos querían: una vida al lado del otro.

Fue un alivio generalizado cuando cada quien tomó rumbo a sus respectivos hogares. Goku podía retornar junto a su hijo para ser recibidos por una siempre laboriosa Milk, esta vez trataría de darle una disculpa real a la pelinegra. En cuanto a la familia Briefs, una nube de paz se hizo presente, después de tantas horas de espera la madre de Bulma estaba intranquila, pero todo quedó olvidado cuando los esposos cruzaron la puerta principal junto a un animado Trunks, todos creyeron que al fin los problemas iban a quedar atrás. Bulma estaba exhausta, su cuerpo entero rogaba por un descanso, trataba de disimular bostezos y sentía cada vez el sueño más pesado, más demandante, Vegeta no tardó en llevarla a su habitación y sugerirle que se acostara de una vez, la noche era evidente y podía dar por finalizado el día. Bostezando la ojiazul se perdió en el vestidor mientras Vegeta iba a darse una ducha rápida.

Ya solo en el baño el príncipe se disponía a relajarse con agua tibia pero una vez más el aroma lo distrajo, desde que la mujer llegara un perfume a nostalgia la envolvía, una esencia casi olvidada con el transcurrir de los años pero se mantenía viva en su memoria, confundido buscó por el lugar hasta encontrar la ropa de la ojiazul.

Bulma ya vestida con su pijama esperaba al saiyajin, pero no esperaba que él saliera alterado con uno de sus atuendos en sus manos – me puedes explicar que significa esto?!– interrogaba Vegeta. Era obvio que la ojiazul entendiera perfectamente a qué se refería el varón, ella lo había olvidado por un momento pero el olfato infalible de su esposo había detectado el inconfundible rastro del pasado de Vegeta. 

LA VERDAD DE MI PASADOTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang