capítulo 26

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Después de acabar su inspección en las lunas y no obtener ningún indicio de la nave desaparecida Napa y Raditz pusieron rumbo al planeta. Su ida a ese mundo era una mala señal, muy desfavorable en cuanto a la búsqueda, podían quedarles días enteros de trabajo. Informar de esto a su príncipe iba a ser desagradable, por lo que ambos decidieron no hacerlo hasta no haber buscado en al menos un sector. Su sorpresa fue mayúscula cuando encontraron los primeros restos de lo que pudo ser el lugar del impacto, roca cortada y un enorme surco echo a la fuerza en cuesta abajo, era prometedor. Al irse acercando encontraron partes de motor y paneles hechos añicos, esto fue suficiente para atreverse a llamar a Vegeta e indicarle las coordenadas, no necesitaban ver más: la nave era un montón inservible de escombros.

La humana descendió de la nave justo detrás de su príncipe y no pudo evitar asombrarse, cuando pensó en una nave creyó que se trataba en una pequeña como en la que ella viajaba, pero al ver la cantidad de escombros esparcidos por doquier supo que estuvo muy equivocada, se trataba de una nave enorme, por su magnitud pudo ser usada por el propio Freezer. Pero de la antigua imponencia de este magnífico aparato viajero no quedaba más que sus circuitos internos expuestos del todo, alguna puerta y pasillo a medio quemar, cristal roto y un montón de metal retorcido. Bulma vio el desorden y suspiró, tuvo la sensación de que algo iba a ser muy difícil, era como se lo vea un accidente fatal. Pero lo que ahora se preguntaba con todo su cerebro era otra cosa: que vinieron a buscar? A un pasajero? Era cien por ciento seguro que estaba muerto, o tal vez algo en el compartimiento de carga? Era también muy probable que dicho objeto u objetos estuvieran reducidos a cenizas.

La nave dejó numerosos restos en medio de su descenso catastrófico para terminar su caída en un valle lleno de roca y como último manifiesto de su existencia dejó un enorme cráter antes de hacer explosión consumiendo lo poco que quedaba para arder. Justo en el cráter se encontraban los tres saiyajines, Napa miraba el lugar con desgano, Raditz estaba intentando descifrar que parte de la consola de mando era la que tenía en la mano, los tres se miraron con rabia

–que vamos a hacer? Todo está destruido– Raditz se encontraba desanimado y con una tremenda ira en su interior, dentro de poco iba a ganar la ira.

– Sabíamos que era una misión difícil desde un principio, pero...

– Pero nada! – la voz autoritaria de Vegeta corto con sus negativas– primero debemos hallar la bitácora!

– Vegeta no soy mecánico, en medio de todo este desastre no sé ni cómo ubicarla! – Raditz se puso a la defensiva

– La bitácora será la prueba de que encontramos la nave! Su destino no es de nuestra incumbencia ni podemos hacernos cargo de su cargamento, es imposible salvar nada. Pero la memoria de la nave indicará qué paso y hasta ahí llega nuestra misión, ahora muévanse y búsquenla

– Es imposible Vegeta, la bitácora puede estar en cualquier sitio! – para Napa era irrealizable cumplir la orden que se le daba

– Disculpen – la voz de Bulma sonó a sus espaldas, los tres se giraron para verla, sus caras de enojo la hubieran intimidado hace tiempo, pero eso era historia, Bulma mantuvo su voz firme y su mirada en los hombres sin retroceder un solo paso – yo sé de ingeniería y conozco mucho de mecánica, sé que puedo ayudarlos

Napa se río de su valentía – que sabes de mecánica? Jajaja no me hagas reír, vete de aquí mujer

– Yo tengo muchos conocimientos! Puedo brindarles mi ayuda, pero apuesto a que no eres muy listo y por eso no quieres ni intentar resolver este asunto

Napa puso una cara de sorpresa que provoco una risa nada disimulada por parte de sus compañeros, con más rabia que antes mostró amenazador su puño – como te atreves a insultarme de esa manera! Las mujeres solo sirven para llevarlas a la cama!

LA VERDAD DE MI PASADOWhere stories live. Discover now