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Ambos estaban en la pequeña mesa que tenía para almorzar, aquel día le tocó a Reaper y para su sorpresa, era una nueva receta la que hacía. Lasagna. No había quedado nada mal, y comía con bastante gusto limpiándose con la servilleta, de vez en cuando se mancha ba. 

— Creo que le echaste mucha salsa. —Comentó Geno, llevándose un bocado a la boca. Reaper rió tomando un sorbo de jugo de mango.

— Lo siento, cuando comí esto en un restaurant, la salsa llenaba el plato y quise imitarlo.

— Pff. —Rodó sus ojos— Qué tonto.

Siguieron comiendo con música de acompañamiento, se demoraron alrededor de veinte minutos en terminar. Geno suspiró satisfecho, tomó los platos dejandolos en una pila y tomándolos se levantó, él iba a lavar la loza.

— Espera, Geno. —Habló Reaper, aún sentado— Acércate. 

— ¿Con todo esto en mis manos?

— Sí.

Hizo una expresión de molestia pero no veía nada de malo en su petición, se acercó, esperando lo que fuese que dijese, mas solo vio una señal de que se acercase aún más. Eso lo puso algo nervioso, solo inclinó su espalda haciendo caso.

— ¿Qué? —Volvió a preguntar Geno.

Reaper sonrió galán, acercó una de sus manos a la mejilla adversa y con la otra pasó entonces una servilleta por las comisuras de sus labiales. Geno no supo qué pensar, el pelinegro le estaba limpiando la boca en vez de simplemente decir que tenía salsa en su cara.

Ahora lo que tenía en su rostro, era un llamativo sonrojo, se maldijo, siempre evitaba estar rojo frente al pelinegro, no quería que sospechase de sus sentimientos; pero últimamente se lo estaba haciendo muy difícil. Una vez terminó el mayor de limpiarle, esbozó su tonta sonrisa.

— Listo, ya estás limpio.

—...Pudiste haberlo dicho y me limpiaba solo. —Murmuró abochornado, se irguió y le dio la espalda para ir a la cocina.

Ahí lo escuchó.

— Quería limpiarte yo.

— Pues limpia mi ropa. —Respondió de inmediato.

No escuchó mucho más, le dio la espalda todo el tiempo que lavaba la loza, sin poder quitar el rubor de su rostro.

Reaper parecía que disfrutaba dejarlo así.

Gimme love ¦ AfterdeathWhere stories live. Discover now