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Si había alguien que no sabía ocultar las sorpresas, ese era Reaper. El pelinegro le había buscado al trabajo después de varios meses sin hacerlo, tenía su expresión tonta que denotaba su felicidad infantil, sin mencionar el tono que usaba, emocionado.

O era demasiado fácil leerlo, o Geno era quien se quedaba demasiado tiempo mirándole para analizar y almacenar cada gesto suyo.

Al llegar al departamento, Reaper fue el primero en hablar, mirando a los lados.

— Bien, quédate aquí y cierra los ojos.

Hizo caso, escuchó cómo sus pasos se alejaban hasta la habitación y después de unos segundos volvió.

— Extiende tus manos y abre los ojos.

Volvió a hacer lo pedido, sintió algo frío pero adivinó al instante, eran llaves. Las tomó intentando ver qué tanto revuelo surgía en el pelinegro por ello.

— Son llaves.

Reaper rió y pasó su mano por la espalda del menor para guiarlo hasta su habitación, entretanto hablaba.

— Son llaves, pero no la sorpresa. Abre mi puerta.

Le daba curiosidad el por qué había tanta preparación, sin embargo tampoco podía esperar más. Colocó la llave en la cerradura y la abrió, lo que vio lo dejó boquiabierto.

En la cama de su acompañante, había una pequeña cama del cual dormía un pequeño gatito, no tendría más de tres meses de edad. Era muy pequeñito. Se quedó sin palabras, intentó recordar cuándo había mencionado que le agradaba la idea de tener una mascota en el departamento pero no hubo caso, parecía que Reaper le había leído la mente.

Miró al mayor y él solo sonrió cerrando sus ojos, haciendo gesto de que podía pasar y verle mejor.

Estando cerca, se arrodilló admirando al gatito que dormía, en su interior quería chillar.

— Qué lindo es...

— ¿Te gusta? Estaba viendo anuncios de adopción y apenas le vi contacté a los dueños. Es macho y no tiene nombre aún, quería que tú se lo colocaras.

— ¿Estás seguro...?

— ¿Y por qué no? Yo le pondría... michi,

Geno rodó los ojos y con cuidado acarició al pequeño.

— Es una gran responsabilidad, es velar que esté bien mientras nosotros trabajemos.

— Heh, no te preocupes~ ¿Ves mi mochila y el par de bolsas? Ya compré de todo para asegurar que el pequeño esté de maravilla.

Asintió, levantándose para dirigirse al mayor.

— ¿Te parece... Grape?

— ¿Grape o Grape?

Grape.

— mmm... —Asintió— Me parece. Porque Grape suena a Grapear.

— ¿No querrás decir engrapar?

— Emh, eso.

Sonrieron y pronto los dos empezaron a preparar la casa colocando las cosas que Reaper compró.

Gimme love ¦ AfterdeathWhere stories live. Discover now