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Ya tenía los adornos listos en cada bolsa de compras que tenía, solo faltaba encontrar algún regalo para su novio y podría devolverse a su casa totalmente satisfecho. Había tomado un permiso para salir más temprano, y con esa oportunidad se había ido a comprar para las fiestas venideras; solamente no se esperaba que fuese tan complicado elegir algo para Reaper, llevaban meses y más de años viviendo juntos y todavía no sabía del todo sus gustos.

Comprar un perfume sería muy soso, productos para su cabello los podía comprar él, tenía que ser un presente especial. Tras dar más de dos vueltas por el centro comercial con las bolsas todavía en las manos, no tuvo otra que tomar un descanso en los bancos que estaban en la zona más cercana a él; estaba agotado, física y mentalmente, esperaba que en algún momento llegara la inspiración para poder hacer un regalo que al adverso le maravillase.

— ¿Geno?

No pudo abrir sus pestañas en el momento que escuchó su nombre pues se congeló en su puesto, despacio se recompuso permitiéndose ver quien estaba frente suyo.

— ¿Brid?

Era ella, sin lugar a dudas, no era difícil olvidar aquellos ojos verdes de la primera vez; la unica diferencia es que estaba con un peinado mucho más elaborado, trenzas que pasaban por su cabeza, se veía muy bonita y elegante. Brid esbozaba una cálida sonrisa y saludó con la mano, Geno tardó en levantarse para saludarle como se debe, aunque no pudo evitar sentir en su corazón un ligero resentimiento por todo lo que le hizo pasar a él y principalmente a Reaper.

— Ha sido un largo tiempo. —Dijo ella, ofreciendo su mano para saludar, Geno tragó saliva al recordar que él era más bajo que ella, se dieron el saludo y se soltaron— ¿Cómo estás? ¿Vienes solo?

— Sí, pedí permiso para comprar las cosas navideñas.

— Vaya, ¿no quieres que te ayude? Se nota que está pesado.

— No... Está bien, debes estar ocupada...

— Insisto. —Respondió sutilmente, aún esbozando esa cálida sonrisa.

Era difícil verla, no obstante debía dejar de ser resentido, tuvo sus acciones y quizás sus decisiones no fueron las mejores pero sabía que no quería hacerle daño a nadie. Vio de soslayo sus compras y después apretó las manos sintiendo el ardor de llevar tanto peso, quizás podían ir a una tienda a comprar algún carrito y listo.

— Está bien.

Ambos terminaron caminando un largo trecho, no habían encontrado algún carrito, pero Geno estuvo pendiente de las tiendas para ver si encontraba algo para el pelinegro; no había caso. En todo ese momento no estuvieron conversando, apenas algunas palabras como indicaciones, era extraño, era un aire algo incómodo, pero parecía que la castaña no se iba a rendir. 

Después de unos minutos más, mientras caminaban por los pasillos, ella se detuvo frente a una tienda.

— Pasemos acá.

—  ¿Ah? —Geno alzó la mirada para ver de qué tienda se trataba, era una librería— ¿Necesitas comprar algo?

— Siendo totalmente honesta contigo, Geno, siento que estabas perdido en los pasillos, ¿buscabas algo en especial?

— ¿E-Eh? —Tragó saliva, no podía creer lo obvio que era, bajó la mirada algo apenado— Me faltan comprar regalos, pero no creo que le guste un libro como regalo.

— Si es de quien creo, quizás pueda ayudarte.

Brid puso todas las bolsas que llevaba en solo una de sus manos y la otra pasó al hombro adverso en gesto de palmadita, allí entró siendo seguido por un confundido albino. Ella preguntó a quién atendía por un título que no conocía, pero creyendo en ella, solo le siguió.

— Toda esta hilera es de la serie que dice, cualquier cosa me avisa. —Dijo el trabajador, retirándose del sector.

Él se acercó al mueble y agarró uno de los libros, no conocía al autor, pero los títulos les sonaba bastante; miró con intriga a la adversa quien soltó una atractiva risa.

— ¿Reaper no lee frente a ti?

— ...Muy poco, prefiere ver series mientras leo.

— Eso lo explica, estos libros son de su serie favorita, hace poco salió un nuevo libro de la saga, pero no te puedo garantizar si los tiene o no. 

—...Yo... No entiendo. 

— ¿Mm?

— No entiendo por qué me ayudas.

Geno miró sin saber qué más decir, ella era la chica perfecta, la joven que ya había resuelto todos sus problemas con su ahora novio, no había motivos para tener que hablarse, nunca los hubo en primer lugar. La morena extendió una comisura de los labios, alzando una ceja en una expresión ligeramente divertida, sus manos se pusieron en taza, pero brevemente después se cruzaron bajo su pecho.

— No hay motivos por la cual no debería, quizás es segunda vez que hablamos en persona, Geno, pero sé lo importante que eres para Reaper, incluso antes de que yo me fuera de la ciudad hace un tiempo, no eres una mala persona y no hay nada que impida ofrecer mi mano.

Sus palabras no fueron enredadas, fueron expresadas con total sinceridad, eso sentía el de ojos azulados, teniendo que morderse el labio inferior desde adentro. Ella no es una mala chica, se repitió, no hay rencores. Con tal finalización de sus pensamientos, sonrió agradecido, tomando un paquete que estaba sobre el estante que eran tres libros de tapa gruesa y bastante llamativo. 

— Muchas gracias, Brid. 

— No es nada, simplemente no le digas que yo te dije sus gustos, aunque no entiendo por qué lo escondería.

— Yo vivo con él y tampoco lo entiendo.

— Reaper es todo un caso.

— Claro que sí.

Ambos jovenes rieron, Geno no pudo sentirse más satisfecho. 

— Lo siento por lo de tu madre.

— Gracias, es difícil... no obstante solo queda trabajar duro. —Brid tomó nuevamente las bolsas— ¿Vamos?

— Sí.

Geno compró aquellos libros y fue acompañado unas tiendas más hasta que la castaña se fue. No pudo sentirse más relajado, sentía que cerraba una etapa propia, una donde no había sentimientos negativos ni en pedacitos pequeños. 

Un rato después fue buscado por Reaper en auto, con tal de dejar todo en el maletero e ir una vez más para comprar la comida, allí Geno estuvo especialmente apegado a él.

Gimme love ¦ AfterdeathDove le storie prendono vita. Scoprilo ora