12.

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Capítulo 12.

Cuando niall vuelve, yo estoy sentada en su cama con las piernas cruzadas, a lo indio. Estoy muy nerviosa, tanto por lo que pasó entre él y yo, y la llamada de esa mujer.
Temo que en un arranque de locura él me diga que esto jamás debió pasar, que debería irme a la otra habitación y dormir allí, y hacer como que esto jamás pasó.
Lo espero con todo mi ser, incluso estoy comenzando a preparar mi huida dignamente cuando él se sienta en la cama y se me queda mirando.
Mientras sus ojos me observan, muchas cosas pasan a la vez, puedo notar el rubor en mis mejillas por su penetrante mirada, también noto que su ceño fruncido se ha ido, y que no se ve malhumorado.

-¿Todo bien?.—le pregunto cuando el silencio comienza hacer incómodo, además que él no deja de mirarme.

-Sí.—me dice y veo una pequeña sonrisa en sus labios. Mish ¿a que se debe?.

-Pensaba en que, debería dormir en la otra habitación.—miento, ni siquiera estaba pensando en eso, es solo que no sé qué decirle, y escapar quizás sería una buena idea.

-¿Tú quieres irte a la otra habitación?.—me pregunta dejándome en jaque.

Pues claro que no, quiero quedarme aquí contigo y seguir besandote.

-No.—le digo sabiendo perfectamente que mis mejillas están rojas como un tomate.

-Entonces no te vayas.—me dice mientras se sube a la cama y se acuesta a mi lado.

Yo también me acuesto, ambos compartimos la manta que él puso para mí. Por algunos minutos nos mantenemos en silencio, al verlo de reojo noto como escribe y escribe en su móvil.
Quizás sea la tal sara, me pregunto que le habrá dicho. Si tan solo tuviera la confianza suficiente, ya le habría preguntado, pero no puedo hacerlo.

Que nos hayamos besado no cambia las cosas, fueron solo unos cuantos besos. Bueno, quizás para mí fue diferente, fue más ¿especial? Porque a mi, él me gusta. Pero quizás para niall fue solo un beso, y nada más. Ay Connie, ya basta me estresas.

Definitivamente debe estar hablando con ella. No quería tener esta clase de pensamientos, pero no me cae bien.
Quizás debería dormir o intentar hacerlo, claramente se cortó todo este asunto caliente entre nosotros, y obviamente ya no volverá a pasar. Así que, me doy la vuelta, dándole la espalda a él, dejándolo solo con su móvil.

Mientras me cubro con el edredón, siento un poquito frustrada. Sé que solo yo soy responsable, mi cabeza sabe que jamás debí permitir que con niall nos besaramos, pero creo que le hice caso a mi corazón, dejé que el tomara la decisión.
Mientras tengo estos pensamientos, noto como niall vuelve a levantarse, quizás esta mujer lo está llamando otra vez. Pero luego de algunos segundos, el vuelve a la cama no sin antes apagar la luz.

Siento su peso sobre el colchón y luego se mete bajo las mantas, y para mi gran sorpresa, él me abraza por la cintura.
Niall horan me esta abrazando en la posición cucharita, esa posición tan íntima que solo la he tenido con una persona en mi vida.

-Dime que estas despierta.—me dice apenas en un susurro.

Mi piel se pone de gallina cuando él susurra en mi oído. Mierda.

-Sí, estoy tratando de dormir un poco.—le digo he intento con todas mis fuerzas que mi voz no suene melancolía, ni triste.

-¿Puedo hacerte una pregunta?.—me dice.—en realidad son dos.

-Sí, por supuesto.—le digo.

-¿No te molesta que te abrace de esta manera?, sé que debí pedirte permiso, pero es que no me pude aguantar.

UNA GRAN MENTIRA - BY NATH 🥀Where stories live. Discover now