UNA GRAN MENTIRA - BY NATH 🥀

9.

Capítulo 9.

Me siento mareada, y es porque el oxígeno no está llegando a mi cerebro. Me cuesta respirar con normalidad mientras me pongo el cinturón de seguridad.
Por el rabillo del ojo miro a niall y detesto lo que veo ¿Porqué no está alterado como yo?¿Porqué no muestra signos de nerviosismo como yo?¿Y porque sus mejillas no están ruborizadas como las mías?

Mientras él enciende el motor y nos ponemos en marcha pienso en lo que hizo. Sí sabía que las cámaras fotográficas no estaban permitidas, ¿porqué me beso?¿Porqué tomó mi mano?¿Porqué me acercó a él en la banca de madera?¿Porqué susurro en mi oído?¿Y porqué me invitó a su casa si sabía que nadie podría escuchar?

Intento encontrar respuestas a todas las preguntas que tengo en mi mente, pero no logro llegar a ninguna conclusión. En realidad, si pienso en una respuesta, pero apenas permito que mi mente la formule, ya estoy comenzando a desecharla, porque es estúpido pensar que él gusta de mí.
Fue solo anoche cuando él estaba siendo desagradable conmigo. Sé que se disculpó, pero eso no cambia las cosas de un día para otro. Entonces no puedo evitar el enorme signo de interrogación que tengo en mi cabeza.

-¿Estás bien?.—me pregunta sacándome de mis pensamientos.

-Sí ¿Porqué?.—le respondo y para mi desgracia, mi voz suena tímida. Maldición connie.

Quizás debería preguntarle porque lo hizo, pero me siento demasiado cobarde como para hacerlo, además siento que sea cual sea su respuesta, me dolerá. Y eso me deprime, porque aunque exista un uno por ciento en mi imaginación de que yo le guste, se reduciría a cero ante su respuesta, sea cual sea.

-Te noto algo ¿exaltada?.—responde no muy seguro de utilizar ese término.

¿Como puede decirme ésto? ¿De verdad no le afecto en nada todo lo que pasó?¿Todo lo que hizo?¿Que sus labios y los míos se hayan juntado? Aunque haya sido por una milésima de segundo.

-No, nada que ver.—digo rápidamente.

-Si tu lo dices.—murmura y se detiene en un semáforo.—¿Quieres escuchar algo de música?.

-Esta bien.—le digo.

Sé que es mejor tener algo de ruido en el auto, así el silencio entre los dos no es tan incómodo. Él no me responde, pero enciende su reproductor de música.

"Sigues diciendo que estás bien
Pero puedo ver a través de tu falsa sonrisa, no lo estás
Hay una represa en tus ojos
que has estado aguantando por mucho tiempo, ¿que es lo qué está mal?"

Bien, lo que me faltaba, escucharlo a él de fondo con una de mis canciones favoritas de su álbum. ¿Estará intentado decirme algo?¿O solo será una coincidencia?

-¿Irás a cenar a mi casa verdad?.—me pregunta y siento algo de ilusión en su tono de voz.

-Creí que era parte de la mentira.—confieso mirándolo, él sonríe.

-Lo decía enserio.—él me mira.—¿vendrás?

-Lo haré si miras al frente.—le pido, él se ríe.

-Está bien.—Dice dejando de mirarme.—No tienes que asustarte, sé conducir.

No lo decía por eso, es solo que su mirada en mí, me pone nerviosa.

-Aún así, es mejor que mires al frente, por precaución.—le digo y él vuelve a sonreír.

Es primera vez que lo veo así, tan sonriente, tan feliz estando a mi lado. Mentiría si dijera que mi corazón no es feliz también, o que en mi estómago siento algunas mariposas al verlo sonreír.