Capítulo 17

1.1K 163 20
                                    

Frunció el ceño pensante, su mente continuaba dando vueltas sobre el mismo asunto, SeokJin. Era casi un año desde que vivía con él; si, su relación había mejorado considerablemente desde entonces, sin embargo, este seguía teniendo el mismo comportamiento hosco y frívolo. Renuente a confiar un poco más en él.

Solo era un momento en que esa barrera que SeokJin había levantado a su alrededor para protegerse del mundo, se caía ante sus ojos para dejar ver al verdadero kim SeokJin. Un niño perdido y necesitado de afecto, de cariño y de alguien en quien depositar todos sus miedos y demonios que le atormentaban. El único instante en que SeokJin habría las puertas de su alma y le mostraba un poco sobre su verdadero ser. Era solo en las frías y oscuras noches, donde Jimin debía convertirse en ese alguien que sostuviera el peso del pasado de SeokJin.

Solo con volver a pensar en ello, Jimin apretó la mandíbula, sus mirada descendiendo a la figuraba que descansaba en sus brazos, admirando su tranquilo semblante; sus mejillas sonrojadas y húmedas por haber llorado. Negó, porque no podía concebir la idea de que alguien hubiera arruinado la vida de un dulce joven de esa manera.

Él solo podía imaginarse al niño asustadizo que era SeokJin, cuando sus gritos le hacían despertarse cada noche. Cuando sus desgarradores sollozos le partían el corazón. Porque nada podía hacer, más que ser su soporte, tomarlo entre sus brazos, y mecerlo hasta que el llanto se desvanecía poco a poco.

Finalmente, se puso de pie con un dormido SeokJin entre sus brazos; silenciosamente y con cuidado, lo recostó de nuevo entre las suaves mantas tapando su cuerpo tembloroso, a continuación, tomó un pañuelo y comenzó a limpiar las lágrimas de su pálido rostro.

Sin poderlo evitar, acarició con la punta de sus dedos las suaves y sonrojadas mejillas del castaño; contempló su rostro sereno, que lucía como si anteriormente no se hubiera quebrado frente a sus ojos.

Al final solo volvió a negar, antes de por fin volver a su propia habitación. No obstante, Jimin sabía que ya no podría dormir, no después de lo presenciado.

Su mente, una vez más girando alrededor de la misma e infinita incógnita. ¿Qué había sido aquello tan cruel que SeokJin vivió, como para que ahora fuera una persona tan rota?

Pero aún más importante. ¿Quién le había hecho tanto daño?





[...]

Suspiró cansado, sintiendo de pronto el comienzo de una terrible migraña. Masajeó sus sienes antes de tomar una pastilla y tragarla. Incluso ello ya era una costumbre desde todo el asunto con Jin.

Volvió a pensar, quería ayudarlo, necesitaba hacerlo, y sin embargo, aún no sabía cómo hacerlo. Se dijo, si tan solo el castaño le permitiera acercarse un poco a él, quizás, solo quizás, Jimin tendría un idea acerca de qué podría hacer.

Volvió su vista al teléfono de su escritorio un momento antes de marcar el número bastante conocido; solo esperaba que Taehyung pudiera resolver el conflicto en su mente.

—Necesitas hablar conmigo, ya lo suponía, ahora voy. —Ni siquiera le había permitido formular una palabra. Entonces, Jimin agradeció los años de amistad, porque los dos se conocían perfectamente, tanto, que en ocasiones sólo basta una mirada, una palabra, o la simple presencia del otro para saber que se necesitaban.

Recargó sus codos en el escritorio, tomando su cabeza entre sus manos, solo levantando la mirada cuando escuchó la puerta ser abierta para observar a Taehyung entrar a su despacho.

Así, sin invitación alguna -porque no era necesario- recorrió la silla frente a él antes de sentarse y mirarlo con la ceja alzada.

—Y bien... ¿Qué es lo que te atormenta? Seguro tiene que ver con tu pequeño y gruñón inquilino, pero ¿ahora qué sucedió?

Jimin viró los ojos con una pequeña sonrisa plasmada en su rostro ante el apodo que Taehyung le había dado a SeokJin. Aún así, agradecía su apoyo, porque estaba consciente de que a su mejor amigo todavía no le agradaba el menor, e incluso, dudaba que alguna vez lo hiciera. El hecho de que había intentado persuadirlo para no llevar a SeokJin a vivir con él, era la vivida prueba, e incluso si Jimin secundó todos y cada uno de sus consejos -del porque sería mala idea dejar a un extraño entrar en su hogar-, al final simplemente lo había ignorado.

Por esa razón, Park sabía que no podía pedir más de mejor amigo. No cuando ya hacía todo lo imposible siendo su confidente.

—¿Entonces? —Volvió a preguntar al no recibir respuesta, mientras se recargaba contra el respaldo de su silla y llevaba sus brazos cruzados tras la nuca.

Jimin por fin sacudió la cabeza, aclarando sus desastrosos pensamientos antes de exponerle a Taehyung todo lo sucedido, desde el progreso que había tenido en su relación con SeokJin, hasta contarle acerca de las pesadillas nocturnas del mismo, por supuesto, su propio conflicto interior que ello trajo como consecuencia; omitiendo claro, el proceso con el que lograba tranquilizar al castaño, puesto que no quería que Taehyung se diera una idea equivocada, porque conocía a su mejor amigo... Park negó, alejando el fugaz pensamiento tan pronto atravesó su mente.

Taehyung no contestó al instante, pensando cuidadosamente en qué diría a continuación. Finalmente, inclinándose a hacia el frente para poder hablar más de cerca. —Bien... En primer lugar, tú te quisiste meter en este lío con ese niño, ahora no tienes más opción que vivir con ello.

Luego, sonrió con su típica y característica sonrisa cuadrada al observar el preocupado y afligido semblante de Jimin. Era bastante obvio, su mejor amigo no se había negado a ayudar a SeokJin tan pronto este había llegado a su vida, mucho menos dejaría de hacerlo después de contarle todo por lo que el castaño estaba pasando; los problemas que este parecía estar cargando, y su reacio comportamiento ante cualquier acercamiento humano. Taehyung definitivamente admiraba el esfuerzo de Jimin.

—Vamos Jiminnie-yah, —le habló, intentándolo animar con el cariñoso apodo que solamente solía usar en casos de extrema necesidad; exactamente como ahora, que cargaba un gran pesar. —Quita ese rostro decaído, solo debes tenerle paciencia a ese chico. Eres un ser naturalmente agradable. Incluso me sorprende como es que aún sigues soltero. —Se burló un poco, antes de volver a sonreír cálido. —Demuéstrale que no eres malo, que hay más gente buena en este mundo, gánate su confianza y no dejes que su actitud te afecte. Solo hay de dos, o eres amable con él y le haces cambiar la concepción que tiene de las personas, o simplemente te manda a la mierda y se termina marchando.

Ante lo último, Jimin levantó la vista. De pronto un malestar instaurandose en su pecho. Era como si la simple imagen de Jin marchándose, produjera un efecto negativo en él, porque no deseaba que algo así sucediera.

Y después de meditarlo unos segundos, obtuvo la respuesta que esperaba. Porque Taehyung tenía razón, Park Jimin no era alguien que se daba por vencido fácilmente; por ese motivo había llegado hasta donde ahora se encontraba en el mundo de los negocios, incluso el lograr convencer a SeokJin para quedarse de manera permanente en su casa había sido un completo reto, y sin embargo, lo había logrado.

Entonces ahora, si realmente se proponía el ganarse la confianza del menor, estaba claro que iba a lograrlo; solamente debía ser cuidadoso y dar pequeños pasos de progreso para no asustarlo.

—Tienes razón Tae, me esforzaré por sacar a ese chico adelante, ha tenido una vida tan cruel, y yo solo espero ganarme su confianza y ser su soporte de ahora en adelante. —Su semblante se volvió nostálgico, cuando imágenes de las duras noches que SeokJin tenía que pasar se reprodujeron en su cabeza. —¿Sabes? Es tan difícil verlo tan roto. Cada noche, luciendo cómo un niño solo y perdido, tener que verlo llorar desconsoladamente, gritando al aire un nombre que yo desconozco totalmente y que no puedo imaginar la importancia que tuvo esa persona en él; que sólo quiero descubrir quien fue tan hijo de puta para hacerle tanto daño a un chico como él. —Ante la mención de lo último, inconscientemente sus manos se hicieron puño sobre el escritorio, su mandíbula apretada mientras miraba a la nada.

Taehyung sólo lo observó en silencio, sin querer indagar mucho sobre la reacción de su mejor amigo; incluso si tenía un montón de preguntas, ni siquiera fue capaz de hacerlas, porque estaba seguro, ni el mismo Jimin sabría la respuesta a algo que Taehyung tampoco sabía cuestionar...

Undisciplined [MinJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora