Capítulo 4

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Ambos cuerpos cansados cayeron en el colchón mientras intentaban acompasar sus aceleradas respiraciones.

Cuando Jimin pudo recuperar un poco el aliento, finalmente salió del interior de SeokJin. Su propia esencia filtrandose del cálido canal cuando se vio abandonado por su miembro.

Eventualmente, se levantó, dirigiéndose hacia el baño, donde SeokJin lo escuchó prender la ducha para llenar la tina.

Intentaba no cerrar los ojos y quedarse dormido a pesar de sentirse somnoliento. Sus manos atadas tras de sí ya lo tenían entumecido, una sensación hormigueante que recorría sus brazos debido al tiempo que habían permanecido así.

Finalmente, suspiró satisfecho cuando sintió los hábiles dedos que lo desataron y lo voltearon con agilidad. Se encontró con la candente imagen del peliplata, quien con sus ropas desordenadas y el medianamente cabello largo pegado a su frente, le observaba fijamente; le dio una extraña sonrisa que no supo descifrar, antes de frotar la zona rojiza que el material de la corbata dejó en sus muñecas.

A continuación, fue levantado al estilo nupcial y llevado hacia la ducha; el peliplata procedió a acomodarlo dentro de la tina, para finalmente, despojarse de sus desordenadas prendas y meterse tras él.

Jimin comenzó a mojar su cansado cuerpo y a proporcionar pequeños besos en su cuello; y SeokJin, solo recargó más su espalda contra el firme pecho del mayor, dejándose hacer por él.

Con esponja en mano, Park empezó a limpiar lentamente la húmeda piel de SeokJin, acariciando sus brazos, pecho y abdomen, quién por su parte, hacía el mayor esfuerzo para no quedarse dormido.

SeokJin se relajó lo suficiente como para cerrar los ojos, disfrutando las lentas caricias del mayor, no obstante, cuando se encontró a punto de dormir, sintió como hábiles dedos descendieron lento hasta tomar su hombría, que involuntariamente, despertó por el firme agarre de Jimin.

Jin se encontraba demasiado cansado como para seguir, entonces, con voz apenas audible logró decir. —Estoy cansado, quiero dormir. Por favor. —Mientras volteaba un poco su rostro para mirar al mayor.

Sin embargo, Jimin respondió, palabras que no dejaban a negaciones y negociaciones. —Pero yo aún no.

Y por supuesto que no lo estaba, habían sido días llenos de trabajo para Jimin, que apenas obtenía tiempo para comer o dormir un par de horas, agregarle el hecho de que debía soportar los cambios de humor repentinos de SeokJin; en conclusión, tenía demasiado estrés y tensión acumulados que no pararía hasta encontrarse satisfecho.

Fue entonces que ya no prestó atención a las quejas de Jin, comenzando nuevamente a repartir pequeños besos y mordidas por la suave piel de su cuello.

Su mano ahora se movía con ahínco, ascendiendo y descendiendo sobre la caliente extensión del miembro erecto de SeokJin.

Eventualmente, el sueño dejó el cuerpo de Jin, quien ahora se encontraba dejando escapar pequeños y sucios sonidos de  placer. Sobre todo cuando sintió el duro miembro de Jimin erguirse contra su espalda baja.

De un momento a otro, el mayor lo empujó levemente hasta quedar de rodillas sobre la tina; llevándolo a sujetarse con fuerza a cada lado de la misma. Jimin, siguiéndole detrás.

De inmediato, la otra mano de Park buscó a tientas hasta encontrar la entrada de SeokJin, que con cada pequeño roce, se contraía alrededor de sus diestros dedos. Pronto, estos adquirieron el mismo ritmo que su otra mano, la cual se movía con frenesí masturbando el miembro contrario.

SeokJin gimió alto y casi desesperado, implícitamente rogando para que algo más grande llenara su interior. Y como si Jimin hubiera leído su mente, retiró sus dedos, solo  para de inmediato reemplazarlos por su duro miembro; penetrandolo con una dura y certera estocada.

El interior del lugar se llenó de sucios y obscenos sonidos, agudos gemidos, pequeños gruñidos satisfechos, y el agua que chapoteaba y se desbordaba por los bordes de la tina.

No bastó tanto para que Jimin golpeara contra el punto delirante de SeokJin, quien se deshacía en largos gemidos.

—¡Jimin! —Gritó SeokJin, cuando otra estocada atacó su punto sensible, poco a poco sintiéndose cerca del limite; al igual que Park, quien sabía que no duraría mucho antes de venirse dentro del cálido y apretado interior de Jin.

Ello, lo motivó a moverse con más velocidad, apretando las húmedas caderas del menor entre sus manos. Fue cuestión de escasos minutos cuando ambos alcanzaron su propio placer; SeokJin gritó alto cuando sintió a Jimin llenarlo con su espesa y caliente esencia, mientras él, manchaba el agua de la tina con su propio orgasmo.

Jin cerró apretadamente los ojos, dejando que los últimos espasmos del intenso orgasmo terminaran de recorrer su cuerpo, antes de finalmente, dejarse ir cansado. Estaba seguro de que caería hacía el frente cuando un par de fuertes brazos rodearon su cintura y lo regresaron a su posición inicial; sentado entre las piernas de Jimin.

Park sonrió leve, cuando se percató de que SeokJin se había quedado dormido, dejando un tierno beso en su hombro, antes de por fin abandonar su interior.

Finalmente y con cuidado, procedió a quitar el tapón de la tina para dejar correr el agua que ya se encontraba sucia, abriendo nuevamente el grifo, para, ahora si, terminar de limpiar al menor.



Aproximadamente veinte minutos después, salió con un muy dormido SeokJin entre sus brazos; lo posicionó cuidadosamente sobre el amplio sofá que había en la habitación y procedió a quitar las sábanas sucias para reemplazarlas por otras limpias. Eventualmente, acomodó con gentileza el cuerpo del castaño sobre la cama para secarlo y vestirlo, todo con calma para evitar despertarlo. Finalmente, lo arropó bajo las mantas para por fin dejarlo descansar.

Jimin regresó a la ducha para tomar un baño rápido. Cuando volvió a la habitación, no pudo evitar sonreír, un cálido y agradable sentimiento inundando su pecho al observar la imagen frente a sus ojos, su hermoso y gruñón novio profundamente dormido boca abajo, mientras aferrado, se abrazaba fuertemente a la almohada entre sus brazos.

Era en esos momentos cuando Jimin se daba cuenta cuán vulnerable lucía su menor, y lo tierno que se miraba de esa manera. Pacífico y tranquilo, sin que ninguna mueca de disgusto o ceño fruncido arruinase su bello semblante.

De pronto los recuerdos llegaron a su mente, recuerdos de un SeokJin más joven y más rebelde, donde las peleas eran parte de su día a día, intentando conseguir algo de dinero con ellas para poder comer y sobrevivir al cruel destino que le había sido impuesto.

Una sonrisa nostálgica tiró de sus labios cuando visualizó la imagen de un pequeño adolescente gruñón con golpes en el rostro. Aquel que durante algunos años le había costado educar y cuidar; proporcionándole toda la atención y cariño que necesitaba, un hogar, y alguien en quien confiar, que le enseñara que la vida podía ser mejor.

Con aquel último pensamiento, también se recostó, envolviendo sus fuertes brazos alrededor del cálido cuerpo del menor, y de inmediato, un dormido SeokJin refugiándose en ellos mientras escondía su rostro en su desnudo pecho.

Undisciplined [MinJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora