Capítulo 15

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Su pequeño cuerpo dolía. Sacudiendose con pequeños espasmos temblorosos, debido al llanto por los golpes que había recibido.

Hecho bolita en un rincón de la cocina, intentó que sus sollozos no fueran tan fuertes; no deseaba molestar de nuevo a su padre, el hombre ya había descargado toda su furia en él. 

SeokJin sabía, que no debió contestarle al hombre, mucho menos levantar la voz, sin embargo, cuando él había insultado a su hermano mayor, SeokJin no pudo evitar sentirse valiente y defender a Baekhyun.

Escuchó la puerta principal abrirse y después varias cosas cayeron al suelo, antes de sentir como un par brazos rodearon su mallugado y pequeño cuerpo. Cerro fuertemente sus ojos debido al miedo, dispuesto a volver a rogar para que no le hicieran nada, no obstante, se relajó de inmediato cuando percibió el suave aroma de Baekhyun. Fue entonces que se aferró a él con las pocas fuerzas que aún conservaba, mientras más lágrimas bañaban su sonrojado rostro.

—Por dios, lo lamento tanto SeokJinnie, no debí salir y dejarte aquí solo, debí haberte llevado conmigo, pero no pensé que él llegaría antes que yo.

Escuchó a su hermano pedirle perdón una y mil veces, meciendolo suavemente. A SeokJin no le importaba eso realmente, lo único que deseaba era que su hermano mayor llegara.

—Papá dijo cosas horribles de ti, me enojé y le he gritado. —Dijo con voz pequeña y quebrada, mirando a su hermano con ojos brillantes por las lágrimas acumuladas.

Baekhyun le devolvió la misma mirada antes de responder. —Pequeño tonto, no debiste hacerlo, no importa lo que él diga de mi, sabes que debes correr para encerrarte en tu habitación si él llega y mamá o yo no estamos.

Pronto, sollozos se escucharon por parte de los dos. Baekhyun se levantó del suelo con un pequeño cuerpo en sus brazos antes de subir a su habitación, recostandose en la cama tan pronto llegaron.

Como pudo, SeokJin se aferro al cuerpo de su hermano, intentando calmarse con la canción que él mismo le susurraba. —Nunca me abandones Baek, por favor, nunca lo hagas.

Baekhyun sintió su corazón romperse ante las palabras de su pequeño hermano, y abrazándole aún más fuerte respondió. —Nunca lo haría SeokJinnie, siempre estaré a tu lado, te protegeré de todo y de todos sin importar nada, nunca permitiré que algo te pase...




[…]

Había sido un completo iluso en ese entonces, cuando creyó aquellas falsas promesas que Baekhyun le hizo. Fueron tantas veces que oyó decirlo, que de nada había servido si al final hizo lo mismo que su madre, ambos se cansaron de él y lo dejaron atrás. No obstante, él recuerdo más doloroso y amargo, era el de su hermano, porque había sido él de quien menos esperó su abandono.

Tan ensimismado se encontraba en sus recuerdos, que ni siquiera se dio cuenta cuando lágrimas inundaron su rostro. Sollozando en silencio mientras miraba a la nada.

Tampoco tuvo la energía suficiente, cuando Jimin llegó hasta él, poniéndose a su altura antes de tomarlo en brazos. Ello sólo le recordó como durante tantos años había necesitado esa clase de atención; alguien en quien recargarse cuando el peso del pasado en sus hombros fuese tal, que ya no pudiera continuar.

Se sintió sensible, asustado; como si todas sus fuerzas hubieran desaparecido para darle paso a la nada, sin pelear, sin discutir. Y por un momento, se quebró, simplemente cansado de todo...

Y por primera vez, se dejó ir, envolviendo sus brazos en el cuello del peliplata, antes de finalmente, llorar como un niño perdido; porque era exactamente cómo se sentía en esos momentos. Por una momento, quiso creer que podía confiar en alguien, que no estaría más solo...






[...]

Aun si quería ser fuerte, a Jimin se le destrozó el corazón al ver lo frágil que realmente era SeokJin, mirar como se derrumbaba entre sus brazos. Ni siquiera podía concebir una idea de lo mal que el castaños la había pasado durante sus cortos años de vida. Y entonces pensó, que el carácter hosco y gélido de Jin, solo era su forma de protegerse del mundo.

No obstante, todos tenían un límite, y el castaño, había llegado al suyo.

Tomándolo en sus brazos lo levantó de la silla; eso hizo que el menor se aferrara más a su cuello, casi como si temiera que él fuera a desaparecer, las interminables lágrimas y sollozos, mojando su camisa.

Y lo único que Jimin pudo hacer en esos momentos, fue ser el soporte que SeokJin tanto necesitaba...

Undisciplined [MinJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora