× 1 ×

4.7K 381 53
                                    

Geno llevaba más de una hora conduciendo, la noche envolvía con su cielo oscuro, opaco por las luces de los postes a lo largo de la carretera.

Pasó su mano por el rostro intentando mantener los ojos abiertos; apretó el volante con fuerza para tener los sentidos atentos; realmente estaba cansado por su trabajo y debía ir a buscar a su esposo porque no pasaban los buses a esa hora, casi eran las once de la noche.

Según Reaper, tuvo que quedarse hasta tarde por horas extras.

Al llegar a su destino, pudo ver una figura iluminada por la luz, era él; tenía su traje negro y formal, su cabello todavía ordenado a pesar de las horas. Cuando se detuvo a su lado, pudo notar por su rostro que también estaba agotado.

Se subió en el copiloto, colocándose el cinturón. Geno miró sus acciones de soslayo para volver a prender el motor y echar a andar el automóvil.

— ¿Fue mucha molestia venir hasta aquí? —Preguntó Reaper, dejando atrás el silencio que parecía ser lo único que había entre los dos.

— No.

Reaper suspiró.

— ¿Estás enojado?

— No lo estoy.

— Parece ser que sí.

— Estoy manejando, Reaper.

El mensaje fue recibido como un "cállate" indirecto, el mayor terminó por hacerle caso, eso notó Geno dedicando una mirada discreta por el rabillo.

Pasaron diez minutos cuando su cabeza apenas podía sostener, un cabeceo provocó que tuviera que hacer fuerza en sus brazos para mantener firme el vehículo, fue la suficiente para que Reaper hablara otra vez.

— Estás muy cansado.

— No, estoy bien.

— Geno.

— Te digo que estoy bien.

Para el auto, yo conduzco.

No supo cómo contestar, fue un tono autoritario, de pronto recordó lo que ambos eran y tal cual pidió, frenó en la cuneta, quitándose el cinturon para cederle el asiento a su esposo.

Intercambiaron asientos, ahora él era quien estaba en el copiloto. Tras ponerse seguro, se cruzó de brazos, bastante molesto.

— Descansa, si quieres. —Volvió a hablar el pelinegro, dejando el espacio para que el silencio sea nuevamente el protagonista entre los dos.

Inseguro, esperando que de verdad llegaran a casa en un pieza, se acurrucó en el asiento. Había tenido un día tan pesado que realmente, en su interior, agradecía que el contrario fuera quien conduciera. Cerró sus ojos, dándose un respiro antes de volver a la realidad.

Drabbles.
Se supone que son 100 drabbles debido a un "reto" de cien formas de decir te amo.

Veamos qué puedo hacerle.
¡Espero disfruten!

Gimme love ¦ AfterdeathWhere stories live. Discover now