Quiero Ver Tu Cara Esposo (1)

Capitulo 57

"Fácil ... solo deja que te golpee y se acabó".

Al escuchar el consejo de Zaki, Sei le quitó la mano de su hombro.

"No puedo despertarla ahora. Todavía tenemos que regresar de inmediato", dijo y Zaki solo pudo tirar de su cabello, mostrando su extrema decepción.

¡Maldición! Que mal momento.

"Entonces deja que te golpee cuando estemos oficialmente de vuelta, ¿de acuerdo?" Zaki obviamente suena como si solo quisiera verlo ser golpeado por su esposa, así que solo le respondió un "Cállate" frío mientras caminaba hacia la entrada.

Unos momentos después, la puerta de la habitación se abrió suavemente y en silencio.

Sei miró a la niña dormida con un libro en la mano por un rato antes de que él lentamente lo retirara y lo pusiera sobre la mesa.

Por alguna razón desconocida, mirando su aspecto pacífico como un ángel, Sei de repente se sintió extrañamente consolada. Como si fuera un oasis seductor en medio de una vasta tierra seca.

La observó en silencio así por un largo tiempo hasta que reflexivamente comenzó a acariciar su suave mejilla suavemente como siempre.

Poco después, Sei se sorprendió al encontrarse tocando su rostro. Y estaba a punto de retirarse cuando Davi de repente extendió su mano, causando que Sei se congelara como si fuera un ladrón atrapado con las manos en la masa. Davi inmediatamente atrapó su mano con los ojos cerrados y luego la abrazó como si su mano fuera un oso de peluche. En ese mismo momento, él permaneció golpeado por los truenos mientras la niña seguía durmiendo profundamente sin soltar su mano.

Sei no se movió una pulgada después de eso. No puede despertarla y necesitaba irse lo antes posible. Sin embargo, no sabía cómo quitarle la mano sin que ella despertara.

Mientras tanto, Zaki le envió un mensaje a Sei. Se les acaba el tiempo y tenían que irse ahora. Sin embargo, lo que Sei le respondió lo hizo mirarlo dos veces con los ojos muy abiertos. "Tráeme un oso de peluche".

"¡¿Eh ?! Oso de peluche ?! ¿Por qué?" La fuerte voz de Zaki resonó en el silencioso sofá grande. Pero pronto de alguna manera entendió lo que estaba pasando.

"Yijin, encuentra un oso de peluche, rápido. Ve a la casa de las sirvientas, podrían tener uno allí". Yijin desapareció instantáneamente y después de unos momentos, un pequeño peluche querido estaba ahora en su mano.

Zaki lo tomó e inmediatamente corrió escaleras arriba. Al abrir suavemente la puerta de su habitación, sus ojos se abrieron cuando vio a Sei en una posición incómoda mientras la niña abrazaba su mano. Caminó en silencio al lado de Sei, haciendo todo lo posible para no hacer ruido. Zaki se dio cuenta de que en el momento en que la despertaran, ya no podrían salir de la casa a tiempo.

Por lo tanto, como si fueran socios de élite que están en un proceso de desactivar una bomba, Sei comenzó a sacar su mano de su agarre mientras Zaki la reemplazaba con un oso. Sin embargo, a mitad del proceso, las cejas de Davi se fruncieron, haciendo que los dos chicos se detuvieran inmediatamente y contuvieran la respiración. Permanecieron inmóviles, como si instantáneamente se convirtieran en figuras perfectas hechas de piedra por un largo tiempo hasta que la niña volviera a dormir profundamente.

En el momento en que la niña se durmió profundamente nuevamente, Zaki le indicó a Sei que continuara quitándole la mano y, después de un rato, finalmente lo lograron. Sin embargo, justo después de que Sei se puso de pie, Davi se movió inesperadamente y de la nada, Zaki de repente tiró de Sei hacia abajo, indicándole que se escondiera de inmediato. Con cara confundida, Sei no tuvo más remedio que seguir al tipo que lo tira, por lo que los dos terminaron acostados en el suelo, como si fueran soldados escondiéndose de sus enemigos. Zaki se cubría la boca, parecía un niño que intentaba desesperadamente reprimir su risa, mientras que Sei era como una piedra confundida, como si se preguntara qué demonios están haciendo y qué demonios está pasando.

Un segundo después de eso, la oyeron gemir. Luego los dos se congelaron por completo cuando se apagó la luz.

¡Maldición! Ella esta despierta!

Afortunadamente, parecía estar medio despierta cuando apagó la luz y volvió a dormir de inmediato. En el momento en que se dan cuenta de que está dormida, los dos salieron cuidadosamente de la habitación como ninjas.

Y tan pronto como llegaron al sofá, los dos respiraron tan profundamente como si acabaran de llegar de un lugar sin oxígeno.

La experiencia fue una especie de infierno que los dos no saben cómo reaccionar. Nunca han estado en una situación como esta antes.

¡Santo cielo! Eso fue extremo.

Zaki pronto estalló tan pronto como salieron de la casa que incluso lloró y rodó por el suelo. Sei, por otro lado, solo volvió a mirar la casa. Se quedó allí quieto por un momento antes de caminar de