Lazos De Sangre

Capitulo 15

~22 DE ABRIL~

-Bueno, ¿y qué tal tu cita? Se me había olvidado preguntarte al llegar.

-No te preocupes, Feli. Y fue genial, gracias. Creo que ha sido una de las mejores citas de mi vida...

-¿De verdad? ¡Que guay! Ojalá pudiera yo tener una cita espectacular...

-¿Y quién te dice que no puedas tenerlo?

-¿Mi forma de ser? Ningún chico quiere acercarse a mi...

-No digas eso, Felicity. Ya encontrarás a alguien, créeme. –Felicity suspiró resignada haciéndome sentir apenada. No debería pensar eso y mucho menos de ella misma. –Por cierto, me gustaría hablar contigo luego en el almuerzo.

-¿De qué? ¡A Johana le encantará oírte hablar!

-No, no, Johana no puede saberlo, al menos, no por ahora.

-¿Por qué no?

-Porque... Es algo personal mío, Feli, y ahora tú eres mi amiga...

-Está bien, de acuerdo. Pero no puedo decirle que no vaya a almorzar con nosotras...

-Mmm... Entonces deberíamos quedar fuera de aquí, ¿qué dices?

-¡Si! Esa idea me gusta.

-Pues no se diga más, incluso puedo presentarte a mis amigos, ya verás. ¿Qué te parece después del trabajo?

-¡Perfecto! –Gritó antes de que Eve se acercara a nosotras.

-¡Hola, chicas! ¿Cómo lleváis la mañana?

-¡Hola, Eve! Agotadora como siempre, ¿y la tuya?

-Igual, atendiendo llamadas telefónicas por aquí, reuniones por allá... Ya sabéis. –Tanto Felicity como yo asentimos antes de que ella continuara hablando. –Bueno, vengo en busca de ti, Sabrina. El señor Carson quiere verte.

-¿Otra vez? –Preguntó Felicity confundida.

-Voy, no te preocupes, Feli. Seguro que no es nada grave.
–Le sonreí guardando el trabajo que hacía en el ordenador antes de seguirla hasta el ascensor.

Estaba nerviosa. ¿Cómo se supone que deba saludarlo ahora? Aunque después de nuestro tiempo juntos...

Intenté no sonreír para que Eve no notara nada. Pasar aquella noche con Dawson aunque fuera simplemente abrazados en la cama, había sido increíble. Era la primera vez desde hacía mucho tiempo que había dormido como nunca antes.

-Bueno, el señor Carson te espera en su despacho. ¡Buena suerte! –Asentí agradeciéndole para dirigirme hasta la puerta del despacho anunciando mi llegada.

-Adelante, pase. –Abrí la puerta sonriendo antes de detenerme en seco. ¿Qué hacia ella aquí?

-B-buenos días... ¿Me buscaba, señor Carson?

-Sí, un momento, por favor.
–Asentí abrazándome a mi misma un tanto incómoda.

¿Por qué diablos estaba ésta mujer aquí justo hoy? ¿Y por qué Dawson había tenido que llamarme para encontrarme con ella? 

-Bien, entonces los llamaré para poner en marcha una reunión.

-Sí, no te olvides de avisarme para sacar los billetes. ¡Ya verás que no te vas a arrepentir! –Fruncí el ceño. ¿Billetes? ¿Arrepentirse? ¿Pero de que hablaban? Y lo que era peor, ¿por qué estaba tan emocionada? –¿Nos vemos después para almorzar?