Capitulo 10

2.2K 146 9
                                    

~10 DE ABRIL~

-¿Puedo pasar?

-¡Sabrina, hola! Claro, pasa.
Sonreí cerrando la puerta tras de mi al entrar.

Era increíble cómo al principio no podía ni verlo y ahora incluso nos tratamos de tú ya.

-Eve me dejó pasar, espero que no te moleste...

-No, no me molesta, al contrario. Es más, iba a pedirle que fuera a buscarte en algún momento del día. –Asentí tomándome el lujo de sentarme frente a él a pesar de no pedir permiso. –¿Cómo te encuentras?

-Mejor gracias. Solo quería decirte que ya tomé una decisión respecto a las voluntades de Samuel Marshall.

-Por lo que supongo que leíste la carta, ¿verdad? –Asentí antes de que él continuara hablando.
Fenomenal, porque tengo una propuesta que hacerte. –Alcé las cejas intrigada. ¿De qué hablaba?

-¿Qué es?

-No, no, primero tú.

-Está bien. –Suspiré mirando mis manos antes de volver a mirarlo a él. –Voy a aceptar esa absurda condición.

-¿De verdad?

-Sí, ahora solo tengo que encontrar a alguien que quiera ser el papá del bebé antes de que nazca.

-Y ahí entro yo. Si me das la oportunidad, estoy dispuesto a convertirme en ese padre que buscas. –Abrí los ojos completamente sorprendida sin esperar para nada esa respuesta.

-¡¿Pero qué estás diciendo?!

-Lo sé, te parecerá una locura.
Rió poniéndose de pie para acercarse a mi. –Pero piénsalo ¿si? Compartir estos días contigo me han dejado conocerte mejor aunque no te hayas dado cuenta y pienso que éste gesto tuyo es heroico por el simple hecho de sacrificar tu vida por la de ese bebé de la noche a la mañana.

-Esto es de locos... –Dije poniéndome de pie. –P-pero... ¿Pero cómo vas a decirme eso? Hace apenas tres semanas que nos conocemos. Además, ¡eras un estirado! –Dawson alzó las cejas tras oír como lo había llamado.

-¿Estirado yo?

-Por favor, ¿ya olvidas la manera que mirabas aquellas sillas en el hospital? –Ambos nos quedamos mirándonos unos segundos antes de comenzar a reír.

-Vale, lo admito. Soy un... ¿estirado? –Asentí sonriendo divertida. –Soy un estirado, de acuerdo. Pero en mi defensa,
–Prosiguió alejándose del escritorio mientras que se abrochaba la chaqueta del traje. –He de decir que esos lugares suelen estar frecuentados de bacterias y gérmenes de todo tipo.

-Anda, finolis... –Volví a reír poniéndome de pie con la intención de irme. –Si eres así ahora, no quiero ni imaginarme cómo serás con el bebé...

-¿Es eso un sí? –Arrugué la nariz llevándome la mano al vientre pensativa mientras que sus ojos se iluminaba con un brillo especial. ¿Eso era ilusión?

-Es un "me lo pensaré".
–Suspiré caminando hacia la puerta. –¿Estás ocupado por la tarde?

-Mmm... Tendría que mirarlo. ¿Por qué? ¿Vas a invitarme a una cita? –Reí sin poder evitarlo para girarme hacia él.

-Tal vez, ¿por qué no? –Le guiñé un ojo dejándolo totalmente descolocado antes de salir cerrando la puerta detrás de mi.
Podía haberle dicho cualquier patujada respecto al tema de las bacterias, pero esa respuesta me había salido sola.

Lazos De SangreWhere stories live. Discover now