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JUNGKOOK

No era común que nuestra manada se viera tan afectada al ver humo proveniente de otras zonas, como alfas, protectores de la aldea completa, nos mantuvimos alerta en si el fuego se extendía y llegaba a la aldea, por suerte no fue así, pero algo nos llamo mucho la atención, ese humo, de todo el fuego que se lograba ver desde lo muy lejos, más que el escándalo de llamas de donde provenía era... De la manada del Este.

[Tres días después]

Era muy gratificante correr por todo el bosque, el viento en mi pelaje al correr, sentir entre mis patas la tierra húmeda, era noche de patrullaje, era mi turno, era pasada las doce de la noche, al menos guiándome por el punto en que la luna se encontra, había patrullado lo suficiente, así que tomándome un descanso corrí a un pequeño prado del bosque, con un lago y una pequeña cueva, una cueva en la que me gustaba descansar.

Un ruido me despierta y al instante estoy en pie y alerta a cualquier cosa.

Veo unos ojos brillar en la entrada de la cueva, pero lo que me alerta, no es poder descifrar su rango a través de sus ojos, sino, que ningún aroma u olor lo define, me sorprendo cuando siento un cosquilleo en mi zona baja, mis hormonas se alteran y me siento extrañamente caliente, no estoy en celo y no lo entiendo.

Doy un paso atrás por precaución, es la primera vez que no consigo detectar el olor de algún lobo.

Escucho un gruñido por su parte, se escucha molestó, después le veo salir corriendo, no lo entiendo, pero a pesar de que la sorpresa me paralizó unos segundos, comienzo a perseguir su ¿Sombra?

La veo entre lo árboles que se cruzan en mi camino, pero solo logro ver eso, su sombra, que es causa de la luz de la luna, por más que aceleró y pienso que ya estoy alcanzándolo, no lo hago y solo estoy logrando desorientarme un poco y además que esa extraña sensación y alboroto en mi hormonas no ayuda.

Me canso de perseguir una sombra y ver que parece no detenerse, con más razón decido parar, al menos se que está muy lejos de la aldea, ya que podría ser un lobo rezagado.

Regreso con un leve trote, esa carrera me ha dejado algo agotado, ese lobo era ágil y bastante rápido, me ha ganado y lo digo porque soy muy rápido.

(...)

El olor a comida me despierta, es muy temprano por la mañana, por lo que se que Jin ya está despierto y cocinando, me levanto algo más cansado de lo que esperaba, pero decidí no darle importancia, entro al baño para empezar con mi rutina diaria.

Minutos después bajo, pero no me dirijo a la cocina, aún sabiendo que algunos ya están desayunando.

Salgo de casa y sin demora empiezo a trotar, saludo a los miembros de la aldea a medida que voy pasando, tomo un poco más de carrera y sin problemas tomo impulso para dar un pequeño salto y caer en mis cuatros patas, a pesar del impacto al caer no me detengo, sigo corriendo hasta llegar al perímetro de la aldea.

En un claro me dejó caer cansado, en la suave tierra, tierra que aún sigue húmeda, sorprendentemente luego del incendio que se veía provenir del Este, ha estado lloviendo estos últimos tres días, hoy parece ya no querer hacerlo.

Namjoon y Jin están algo extrañados, no ha habido noticias de la manada del Este, hemos mandado a unos guardias, pero el día de ayer se regresaron al no encontrar un camino por donde pasar o llegar, camino que antes estaba.

Además, decían estar algo perdidos, al llegar en donde se suponía que debía ser la entrada a los terrenos de la manada, todo era como borroso, un viento fuerte azotaba ramitas, hojas, tierra y las cenizas de lo que fue una hermosa y gran aldea, se escuchaban risas de lobeznos, las carreras de los guardias, los hombres hablando y presumiendo su parejas, sus familias, de los felices que eran y como su manada sencilla, se hacía más grande y radiante cada día, pero no había nada de eso a la vista, los lobos dijeron haberse alejado tras verse obligados, un fuerte dolor de cabeza los retraso un día entero de regreso a casa.

DESTINADOS.  •j.jk• Where stories live. Discover now