Deseo (Marc Bartra)

Capitulo 30

Ana estaba determinada a ganar ese juego como fuera. Por conseguir el
premio era capaz hasta de dejar de lado ese cosquilleo en el estómago y ese
ligero mareo que hacía brillar lucecitas en sus ojos cada vez que estaba cerca
de Marc. Aún seguía notando ese hormigueo en la punta de sus dedos, ahí donde sus manos la habían rozado. Era extraña la familiaridad con la que su cuerpo había reconocido a la cercanía de él; habían encajado a la perfección y eso era para asustarse.
O para tratar de mantenerse alejada de él, aunque el destino o su primo, el
azar, se empeñara en juntarles.
Pero por ver en concierto a Hoobastank dejaría que las cuerdas del destino
le acercaran un poco a Marc, lo suficiente para conseguir las entradas.

Marc:¿En serio no vas a decirme qué te ha dicho?
Ana negó con la cabeza y apretó los labios para contener una sonrisa. Le
gustaba saber algo que Marc  desconocía y era divertido ver cómo trataba de averiguarlo de formas poco sutiles. En eso no había cambiado nada; su innata curiosidad le empujaba a ser una fuente inagotable de información.

Ana:¿Por qué no vemos que hay en la bolsa? El resto ya se ha ido y me
niego a que Laura gane.

Marc:Porque sabes qué hay de premio y quieres conseguirlo… —dejó caer
Marc y Ana tan solo le quitó la bolsa.
Dentro había un reproductor mp3 y unos auriculares. Contuvo la
respiración cuando Marc se acercó a ella y se inclinó lo suficiente para poder
ponerse el otro auricular, y así escuchar los dos la canción .Intentó no sentirse afectada por su cercanía y el calor que transmitía pero era complicado no hacerlo; estaba tan cerca que podía ver las motitas verdes  de sus ojos y contar cada una de esas largas pestañas. Se obligó a prestar atención a lo que tenía en las manos y le dio al reproductor haciendo que sonara la canción .No había
letra pero la melodía le era conocida. Con un ritmo pegadizo ,empezó a
tararearla mentalmente pero ni con eso conseguía ubicarla. Tenía la respuesta
en la punta de la lengua, pero se le escapaba.
Miró a Marc de reojo. Tenía el ceño fruncido y una expresión de absoluta
concentración. No era buena idea fijarse en lo guapo que era pero no podía no verlo. ¡Estaba demasiado cerca!

Marc:Sé cuál es, estoy seguro.
La frustración en su voz sacó a Ana de su ensimismamiento.

Ana:Creo que es de una película, pero no consigo ubicarla —respondió ella  a su vez.

Marc:Vuélvela a poner.
Ana estaba segura de que escucharían la canción en bucle hasta que
alguno de los dos adivinase cuál era. La versión que tenían ellos carecía de
letra pero la versión original la tenía. Pondría la mano en el fuego por ello.
¡La tengo!
Marc se quitó el auricular con rapidez y dio vueltas sobre sí mismo. Ana no podía más que mirarle confundida y sin saber a qué se debía su comportamiento. Apagó el reproductor y volvió a ponerlo en la bolsa.
Mientras, Marc se acercaba a muebles y mesas, buscando algo.

Ana:¿Qué canción es?

Marc:Time Warp! —exclamó y parecía sentirse muy tonto por no haber
caído antes—. Es de la película The Rocky Horror Picture Show. He visto esa película decenas de veces. ¿Cómo no me he dado cuenta antes?
Ana no había visto la película pero la canción sí que la conocía. No era el
tipo de película que a ella le gustara, pero lo pegadiza que era la canción
hacía imposible no tararearla y tenerla en la cabeza día tras día.

Ana:¿Y qué estás buscando ahora?

Marc:En la canción está la siguiente pista. El disco con la película tiene que
estar por alguna parte o bien la banda sonora original. ¿Dónde, si no, iba a
estar?
Buen punto. Encontraron la película en la biblioteca, en una sección
dedicada solo al séptimo arte. Los abuelos de Sergi tenían una inmensa
colección de películas, mayormente clásicos en blanco y negro. Encontró
películas de Chaplin y Buster Keaton, Lo que el viento se llevó y hasta
Ciudadano Kane.
Fue Ana quien dio con ella y le temblaron las manos al abrir la carátula.
Cada vez se veía más cerca del premio.