Capitulo 10

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Ana:Digamos que he salido de allí en plenos entrantes porque era eso,o lanzarle a mi padre un caro jarrón en la cabeza.
El tono jocoso de Ana no escondía el dolor que le provocaba el episodio.
Tampoco ese encogimiento de hombros tan desganado hacía nada por restarle importancia a lo que había pasado.Esa fue respuesta suficiente para Marc sobre qué relación tenía con sus padres.

Laura :Pues ello se lo pierden. —Fue la categórica respuesta de Laura y fue todo un shock ver la media sonrisa llena de agradecimiento de Ana,llena de sinceridad.Sabía que se llevaban bien pero hasta el momento no había sido testigo de cuánto había cambiado la relación entre ellas.Deberían sentirse orgullosos de ti y de lo que has conseguido

Ana:Ya hemos hablado muchas veces de esto,Laura.No me importa,de verdad.

Laura :Pero…

Ana:Creo que la tormenta ha empeorado.
El cambio de tema tan brusco de Ana les descolocó un poco a todos.Laura
le miraba boqueando,como si acabase de salir de golpe de una ensoñación y no pudiera asimilar dónde estaba y qué había pasado.La mirada de Aleix se volvió de golpe a la ventana,donde la lluvia había ido ganando en intensidad y ahora los truenos y relámpagos le acompañaban.Ninguno se había dado cuenta de que la tormenta hubiese empeorado tanto.
Marc se levantó con rapidez y apartó la cortina para ver la calle.El cielo
se había encapotado tanto de nubes oscuras que sería imposible ver más allá de sus narices si no fuera por los ocasionales rayos que acababan en un fuerte trueno.Tenían la tormenta encima.Se apartó del ventanal y se encontró con Aleix muy cerca de él, mirando también fuera.Tenía el ceño fruncido de preocupación.

Aleix :No irás a irte a casa con este tiempo, ¿verdad?

Marc :Es justo lo que estaba pensando —sonrió acercándose a la mesa Tenía la chaqueta colgada del respaldo de la silla y la cogió con toda la intención de ponérsela.Solo son cuatro gotas,en nada estoy en casa.

Aleix :¿Quieres que te acompañe? —propuso Aleix y,nada más decir
esas palabras,se escuchó un gritito indignado de Laura,quien estaba bajando las persianas.

Laura :¡De eso nada! —Se acercó a ellos con decisión,pareciendo más un
ogro de varios pies de altura que no un duendecillo gracioso—Ni tú vas a coger el coche —señaló a Marc ,ni tú te vas a salir con la que está cayendo

Marc:Laura...

Laura:Ni se te ocurra replicarme,Marc Bartra.Te vas a quedar a cenar y,si después de esto no ha parado,te quedarás a dormir.

Marc:No voy a… —se calló al ver la mirada de advertencia de su amiga.
Marc bufó,molesto

Marc :Laura  no va a pasarme nada. Estamos en Barcelona y siempre está lloviendo.Los catalanes estamos hechos de una pasta especial.
Ana aprovechó ese momento para soltar una risita y Marc  se giró para
mirarla,con una ceja alzada.No se había movido de la silla y parecía la mar de entretenida mirando como Laura le daba la brasa.También Aleix se lo estaba pasando bien,pues se había cruzado de brazos y sonreía con guasa.Su mirada parecía desearle suerte;Marc  tenía la sensación de que estaba intentando ganar una batalla de argumentos que había perdido antes incluso de entrar en ella.

Marc :¿Ninguno de los dos va a decir nada? —les preguntó tanto a Ana como a Aleix.Estos tan solo se miraron entre sí, soltaron una carcajada y negaron con la cabeza.

Ana:Deberías saber que, cuando se pone en ese plan,es imposible llevarle la contraria —dijo Ana y al decir esas palabras,cayó en la cuenta de que se le había pegado algo de acento italiano.Y, además,está embarazada,¿qué
esperabas? Ha visto en ti al nuevo cachorrito al que cuidar.
Ese tono tan desenfadado de Ana le llenó de sorpresa y,sobre todo, alivio.Marc  se encontró sonriendo a su vez con una mezcla de diversión y resignación sabiendo que,por mucho que dijera,Ana tenía razón y no iba a hacer cambiar de opinión a Laura  Aún y así,cogió el último cartucho que le quedaba y lo volvió a intentar.

Marc :¿Cómo sabes que mañana no tengo partido ? Algunos domingos tengo que jugar

Laura :Y mañana juegas ? —A Marc  ni siquiera le dio tiempo a mentir
porque Laura  lo miró fijamente, analizándolo.Después soltó un gritito de victoria y sonrió. Decidido entonces.Cena para cuatro.
Marc se quedó como si le hubiesen dado con un enorme mazo en la
cabeza y solo atinó a ver a Laura  marcharse llena de dignidad hacia la nevera,haciendo recuento de lo que tenía.Empezó a hablar sola,enumerando en voz alta platos que podría preparar hasta que Aleix  se unió a ella y ambos empezaron a preparar la cena.
Sus ojos se cruzaron con los de Ana y parpadeó un poco al encontrarse
con la atención fija en él.El ambiente animado de antes parecía haberse ido con Laura  y Aleix  porque ahora notaba la tensión flotar entre ellos.Habían reído y bromeado pero la última conversación que tuvieron seguía interponiéndose entre ellos.Los ojos de Ana recelosos con él,le demostraban que no lo había olvidado y,aunque él había tratado hacerlo,aún había veces en que no podía evitar volver atrás.
Por lo menos,ahora habían demostrado ser capaces de comportarse con  normalidad y esperaba que perdurase toda la cena.
Tanto Laura  como Aleix  rechazaron su ayuda para preparar la cena y les
invitaron,muy amablemente pero sin darles la oportunidad de negarse,a que fueran al salón y se pusieran al día.Laufa fue la insistente y su marido simplemente le siguió la corriente.En silencio,abandonaron la cocina y envueltos en ese mismo silencio se pasaron los siguientes minutos.
Marc  a quien nunca le había faltado facilidad de palabra se encontró sin
saber qué decir para romper el hielo.Era demasiado incómodo y,aunque la posibilidad siempre había estado ahí, nunca pensó realmente que llegaría a
estar sentado con Ana a pocos palmos de él,en el sofá.Podían actuar como
dos conocidos amables y simpáticos en presencia de otras personas pero
cuando estaban solos… era imposible hacer gala de esa normalidad.
Demasiadas cosas quedaban aún entre ellos.
Paseó la mirada a su alrededor, fijándose en la decoración del salón.
Había estado allí infinidad de veces pero era la primera vez que se fijaba de verdad en cada detalle.

Marc :¿Y cómo te va todo?
La pregunta fue tan inesperada como trillada y Marc sintió cierta vergüenza por no ser capaz de decir nada más original. Ana le miró.

Ana:Bien, ¿y a ti? —acabó por decir con cierta cautela,después de dudar
entre responder o no.

Marc:Bien también.

Ana:Me alegro.

Marc:Gracias,yo también.
Marc tuvo ganas de soltar una risotada por lo irónico de la situación.
Antes,nunca habían faltado palabras entre ellos con los cuales llenar un
silencio porque,simplemente,no había silencios.Siempre estaban hablando,discutiendo o tomándose el pelo.Marc no tenía problemas en decirle a la cara lo que pensaba y Ana tampoco se amedrentaba a la hora de devolvérselas todas.
Nadie habría apostado nunca por ellos pero,cosas de la vida,habían
acabado juntos.La batalla que mantuvo Marc consigo mismo fue épica y la perdió de forma estrepitosa.Le había resultado muy complicado no rendirse a
ella,a esa mezcla de orgullo y tozudez; a esas miradas limpias y brillantes,
carentes de malicia,cuando se sentía cómoda;a esa sonrisa tan amplia y
sincera que tiraba de sus labios hasta curvarlos cada vez que la veía.Y
también estaba esa forma de enfrentarse a él que conseguía encenderle la sangre.Solo le bastó callarla una vez con un beso para querer seguir haciéndolo.
PD:He vuelto,espero que os guste💙

Deseo (Marc Bartra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora