Capitulo 11

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Laura:Vaya, me alegra ver que seguís vivos!
La aparición de Laura  salvó a Marc de tener que buscar otro tema con el
cual romper ese silencio que se le antojaba ensordecedor.A su lado,Ana
soltó un imperceptible suspiro de alivio y Marc la miró levemente antes de fijar su atención en Laura.Se había puesto un delantal y su largo pelo rubio estaba recogido en un desenfadado recogido.Parecía la perfecta ama de casa de no ser por los vaqueros desgastados y las zapatillas rojas.
Aleix estaba  cortando una barra de pan en rodajas,con meticulosidad.
iba a salir de allí con el botón del pantalón desabrochado
Su amigo alzó una ceja en cuanto le vio entrar como si se sorprendiese de
verle vivo.

Aleix:¿Vienes a por esto? —Alzó el cuchillo y Marc  soltó una risotada,
negando con la cabeza.Se apoyó en la encimera, con los brazos cruzados—.
¿Hacía mucho que no os veíais?

Marc:Desde el internado.
Se refería a Ana obviamente.No habían sido muchas las veces que ese
nombre había salido en alguna de sus conversaciones pero antes le había
resultado fácil hacer como si nada.Ahora, al tenerla a pocos metros de distancia le era complicado aparentar que era una vieja compañera de clase más y no una persona con la que compartió intimidad y la relación más seria que había tenido nunca.
Está cambiada.

Aleix:¿Y qué esperabas? —Soltó su amigo resaltando la obviedad de las
cosas.No esperarías encontrarla como entonces,¿verdad?

Marc:No sé qué esperaba encontrarme,la verdad —reconoció como si no pudiese evitar pensar eso.

Aleix:Se ha convertido en una chica increíble y es una pena que no todos sepan apreciarlo.
Marc notó cierta quemazón en el pecho, quizá porque se había dado por aludido con esas palabras.El problema venía cuando no tenía por qué darse por aludido porque él fue el primero en reconocer que había cambiado y supo ver que había sido para bien,pero que supiera eso no quería decir que fuese la chica increíble que él necesitaba.Las chicas como Ana,tan explosivas y
con un carácter tan fuerte,no tenían cabida en su vida.

Aleix:Cada vez que se reúne con sus padres, me dan ganas de presentarme en el maldito hotel y decirles un par de cosas.
El siempre calmado Aleix había sacado su vena sobreprotectora y parecía estar dispuesto a matar dragones por Ana si fuera necesario.La había acogido bajo su ala como a una perdida y desamparada hermana pequeña y
no dudaba en defenderla con fervor.No era algo que le gustase admitir,pero alguna vez había sentido celos de esa adoración que Ana sentía por Aleix.Se había preguntado, incluso,si hubiera pasado algo entre ellos de no haber
aparecido Laura pero,viendo lo feliz que era su amigo con su mujer y lo
radiantes que estaban ahora que iban a tener un hijo,supo que Aleix estaba
con la persona correcta.

Aleix:No aceptan que se haya hecho un nombre sin su ayuda y aprovechan
cada ocasión que pueden para hacerle sentir mal.

Marc:Esperaba que eso hubiera cambiado con el tiempo.

Aleix:Pues ya ves que no.
Se notaba que el tema crispaba a Aleix porque había cogido el cuchillo
con más fuerza de la necesaria y cortaba el pan con decisión.¿Se estaría imaginando que era el señor Martínez a quien le estaba haciendo un buen corte de cabeza?

Marc:Le ha ido bien, ¿no?

Aleix:No tan bien como se merece, pero sí, le ha ido bien.
¿Sería de muy cotilla preguntar si había salido con alguien? Estaba seguro de que sí.Era muy atractiva y las chicas como ella llamaban la atención.Pero la vida amorosa de Ana no era motivo de curiosidad y sacudió la cabeza para alejar ese pensamiento igual de deprisa que había llegado.

Ana:Aleix ,la loca de tu mujer me ha dicho que te pregunte si saca la mantelería de los festivos o la de todos los días.
La sonriente cara de Ana se asomó por la puerta,balanceando su coleta.
Tenía las mejillas sonrojadas y un brillo divertido y pícaro en sus ojos azules.
Le recordó a la chica alegre y vivaracha con la que se escapaba todas las tardes en el internado para verse asolas, lejos de todo el mundo.

Aleix:¿Hablas en serio? —La cara de Aleix era todo un poema y no precisamente de los buenos.

Ana:Hablando de Laura,es increíble que me preguntes eso.

Aleix:Cierto —soltó un bufido exasperado y puso los ojos en blanco antes de dejar el cuchillo encima de la encimera.Menos mal que no ha dicho de sacar la cubertería de plata que no tenemos.
Ana tan solo se encogió de hombros y se apartó para dejarle sitio para
salir.Marc la miró y sus miradas se cruzaron un momento.Su sonrisa murió un poco en sus labios y su cuerpo pareció tensarse al estar sola en su presencia.
Antes de que alguno de los pudiese reaccionar siquiera,Aleix volvió
apurado a la cocina,pasó al lado de Ana y cogió el cuchillo con el que estaba cortando el pan.
Por si acaso —les guiñó un ojo y esta vez sí se fue, dejándolos solos en
la pequeña cocina.
Lo único que hicieron fue mirarse, encogerse de hombros y salir de la
cocina. Ninguno parecía querer pasar más tiempo de lo normal en presencia del otro y más solos.

Deseo (Marc Bartra)Where stories live. Discover now