Capitulo 8

131 4 1
                                    

La cosa empezó a cambiar cuando Didac insistió en hablar siempre de sus padres;los veía más que ella misma.Cenaba muchas veces con ellos.Su padre había empezado a invitarlo a sus reuniones de negocios,tomaban decisiones por ella sin consultarle,como el hecho de que «esa idea suya» de seguir adelante con su joyería no era más que una tontería que acabaría
dejando de lado cuando encontrara otra cosa que le llamase la atención.Su ya por entonces prometido,a quien no le había importado antes su trabajo,ahora le quitaba una importancia que ofendió a Ana.Se convirtió en la clase de persona que ella nunca quiso para sí,alguien tan parecido a sus padres que
daba miedo.
Cuando estaba con él,solo quería acurrucarse junto a su cuerpo y que la
mimara como hacía al principio de su relación.Más de dos años no parecía
tiempo suficiente para matar una pasión, pero la suya estaba muriendo poco a poco,y llegó a un punto en el que Ana apenas soportaba que la tocara.No sabía que veía Didac en ella cuando la miraba,pero estaba claro que no era lo mismo que vio cuando la conoció.
Pese a todo,aguantó aún un par de meses.Sus padres estaban felices por
ellos,y hablaban con entusiasmo del compromiso y la boda.Era la primera
vez que los veía emocionados por algo relacionado con ella,y una parte de ella se resistía a dejar eso.Decirles que estaba pensando en dejarlo con Didac habría roto por completo su relación, hasta el punto de no saber si podría arreglarse.Pero llegó el momento en que no pudo más y lo dejó.No fue una
conversación agradable.Todo el mundo decía que cuando uno terminaba una relación,no dolía.La peor parte se la llevaba el abandonado.
Mentira.
A Ana le dolió tener que dejar a Didac y no porque siguiera enamorada
de él,sino por todo lo que habían compartido juntos.Había sido una buena relación,pero los intereses de uno y otra no eran los mismo.
Sus padres estuvieron meses sin hablarle después de que les comunicara su ruptura con Didac, anulando el compromiso.Lo apreciaba,pero no lo
suficiente para pasar el resto de la vida a su lado.Y eso era algo que sus
padres nunca entenderían.Ana no había conocido a personas menos
románticas que ellos,y hablaban del matrimonio como si se tratara de otro
negocio más:un contrato indefinido.

Madre:Le he dicho que podía venir a tomar el té esta tarde.
Aquello fue más de lo que Ana pensaba soportar,y mostró su enfado
dejando caer el cuchillo con fuerza encima de la mesa.Su madre se
sobresaltó por la reacción y la miró con reprobación.Ana suspiró con fuerza y trató de que su voz no sonara demasiado alta.No pensaba ponerse a gritar,por muchas ganas que tuviera.

Ama:No tenías ningún derecho a decirle eso,madre -espetó con los dientes apretados.Te conozco y estás intentando que volvamos a vernos solo para ver si retomamos la relación donde la dejamos.

Padre:No habría nada malo en ello -la voz grave de su padre,inesperada
porque no había abierto la boca hasta el momento,hizo que Ana lo mirara
como si no se acordase de que estaba comiendo con ellas.Es un buen
chico,de buena familia,con un buen futuro por delante y más sensato que mucha gente que conozco. -Algo en su tono pareció indicar que se refería a ella,y apretó más fuerte la mano con que cogía la servilleta.Tal vez no sea la persona más romántica del mundo,pero al menos no te faltarán otras cosas.
Es más de lo que mucha gente tiene.

Ana:¿Estás intentando venderme un marido o una mascota?

Padre:Didac se merece más respeto,y tienes suerte de que esté dispuesto a darte otra oportunidad.

Ana:¡No quiero otra maldita oportunidad! -respondió a su vez.¿Por qué no entendéis que no quiero seguir con él? ¡No lo quiero!

Padre:El amor está sobrevalorado -su respuesta la dejó tan rota que no pudo más que boquear.

Ana:Ya lo veo, ya...-atinó a decir.
A ti solo te importa tus negocios. El resto te da igual.

Padre:Tú eres igual -la acusó su padre.También antepones tu estúpido negocio a los demás.Le has roto el corazón a Didac.
Ante esto Ana soltó una carcajada y,fruto de la histeria,el enfado y la
decepción,sufrió un ataque de risa.
Le dolía el costado y notaba las mejillas húmedas por las lágrimas

Ana:Es irónico que hables tú de corazones rotos,cuando no crees en el amor.Si algo le he roto a Didac es el ego.
Si me hubiera querido como se debe querer,os habría mandado a la
mierda y se hubiese quedado conmigo. No parecía muy destrozado cuando le
dije que rompía el compromiso.
¿Sabéis que fue lo primero que me dijo?
Nada sobre nosotros,ni que me quería, ni nada que me hiciera ver que quería estar conmigo.Dijo que vosotros os lo tomaríais mal.¿Qué diríais de una persona que primero piensa en sus suegros? ¡Se iba a casar conmigo,maldita sea,no con vosotros!
Apoyó las manos en la mesa y arrastró la silla para levantarse.Le hubiera encantado que las patas dejasen su marca en el caro parqué.No pensaba
quedarse ahí ni un segundo más.Sabía en qué plan estaban sus padres y pasaba de rebajarse más,intentando hacerles ver que estaba harta de ellos,de
lo insegura que la hacían sentir siempre que ponían en entredicho sus deseos y opiniones,de lo poco valorada y querida que se sentía estando a su lado.
Estaba harta de todo aquello.

Ana:Me largo.
Tiró la servilleta encima de la mesa y salió del comedor a grandes .Su
madre la llamaba con urgencia.

Madre:No te vayas -la encontró recogiendo su bolso y encaminándose hacia la puerta.Terminemos de comer.
Hace tiempo que no nos vemos.

Ana:¿Y te extraña? Cada vez que nos reunimos pasa esto -señaló el
comedor para recordarle qué había pasado en medio de la comida-.
¿Cuándo entenderéis que no quiero vuestro estilo de vida para mí? Soy felizen mi pequeña casa y mi tienda de joyas. Me encanta pasar las tardes de lluvia sentada en sofá tapada con una manta mientras dibujo.A veces no son ni joyas.A veces es la sonrisa de felicidad de un cliente cuando ve mi creación por primera vez,o los ojos anegados de lágrimas de una mujer que acaba de recibir su anillo de compromiso. No me gustan los hoteles y mucho
menos dirigirlos.Podéis no creer en el amor,pero no me podéis impedir a mí que crea en él.Y lo siento,mamá, si a mi edad sigo soltera; lo seguiré estando hasta que encuentre a la persona que se quede a mi lado aun cuando
los valores en bolsa caigan.
Su madre pareció no saber qué responde,y dejó caer la mano con que la sujetaba por el brazo,tratando de impedir que se fuera.Daba la impresión de sentirse derrotada,

Ana:Siento si no soy la hija que hubierais querido,pero vosotros tampoco sois los padres que yo esperaba.
No dejó que respondiera,y salió de la suite cerrando la puerta con fuerza
a sus espaldas.Un par de
silenciosas lágrimas rodaron por sus mejillas y las secó con rapidez al
escuchar pasos acercándose.Bajó la cabeza y salió,tratando de no llamar la atención.
Una vez en la calle, caminó sin rumbo fijo.Necesitaba tranquilizarse un
poco antes de presentarse así en casa de Laura y Aleix.
Cansada de tratar de
agradar a la gente para que luego le dieran una patada;cansada de estar
siempre esperando algo que nunca llegaba.Ella solo quería que la eligieran a ella.Todos a su alrededor parecían priorizar otras cosas antes que ella:sus padres tenían su negocio;Didac la había visto como el trampolín para seguir escalando socialmente,y prefirió a sus padres que a ella cuando se suponía
que iba a ser su mujer;Marc había elegido su futuro antes que uno para los dos;una vez Aleix eligió a Laura antes que a ella.¿Cuándo sería su turno?
¿Estaba condenada a quedarse sola porque no era lo bastante buena o
suficiente para alguien?

Deseo (Marc Bartra)Where stories live. Discover now