Capítulo 76. Merecidas vacaciones

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-Debo confesarle profesor que ahora que ha topado de nuevo este tema, me pasa que al estar tan seguro de traer de vuelta a Dory, algo se interpone...

-No te entiendo... Explícate mejor.

-Lo que pasa es que he llegado a tener sentimientos demasiado fuertes por Regina.

-¿Y cuál es el problema?

-Cómo cuál es el problema, lo mismo que usted, para que tener sentimientos por otro a persona cuando puedo traer a Dory y amarla a ella.

-Pues creo que ya es demasiado tarde para eso... Tú ya te has enamorado de Regina... Además John tú no sabes si realmente al traer a Dory de vuelta ella va a corresponder tus sentimientos... 

-No lo había pensado así...

-Además tú eres joven aún no te mates la cabeza por eso, sé libre, si tienes que enamorarte de Regina, que es una gran chica por cierto, hazlo, si logras traer a Dory y te vuelves a enamorar de ella, pues hazlo, no te compliques la vida.

-Yo podría decirle a usted lo mismo...

-Nuestros casos son totalmente diferentes, Jill fue mi esposa... Y tenía una hija... -estaba un poco molesto- Mira John es demasiado egoísta de tu parte pensar en traer a tu amiga muerta pensando en que es el amor de tu vida y que va a estar contigo... -se puso firme- yo creí que querías traerla por el placer de verla viva... Eso debería significar más que cualquier cosa... Yo quiero de vuelta a Jill y mi hija por el gusto, por las ganas que tengo de verlas vivas. Sobre todo a mi hija, que crezca y conozca lo maravillosa que es la vida, que vea los paisajes, que vea la montañas, el mar y se asombre de lo grandiosa que es la creación... -se le escapó un par de lágrimas.

Me dejó perplejo con lo que dijo...

Tenía razón, tenía toda la maldita razón. Yo había sido un total egoísta, egocentrista... Pensando que trayendo a Dory ella iba a estar conmigo sí o sí, pero estaba totalmente equivocado y el profesor me hizo recapacitar.

Además había sido ajeno a todos los sentimientos que Regina me confesó... 

Había sido un total cretino.

-John que tanto conversan tú y el profesor -interrumpió Set- ya debemos irnos.

-Sí está bien, vamos -todos nos levantamos de la mesa y abandonamos el lugar.

En la calle tanto el profesor como su padre, decidieron ir a dormir.

Mientras Reg, Set, Elizabeth, la doctora y yo iríamos a bailar a una discoteca. Era la primera vez que iríamos juntos a una. No sabía si quiera si alguno de ellos sabía bailar, después de todo éramos unos nerds. 

Llegamos a la discoteca, pedimos unos shots para cada uno, y nos los tomamos solo pensando en pasarla bien...

Y empezó el baile, Regina se apegó a mi.

En otro grupo bailaban Set, la doc y la hermana de Reg.

 Ya con el efecto desinhibidor del alcohol otros eran los cantares.

La fiesta se prendió tanto y había tanta gente los dos grupos nos separamos.

Regina se la veía tan linda bailando. Sonreía, me coqueteaba. 

En un instante se pegó más a mi, tanto que podía percibir su jaleo al bailar. Mi corazón palpitaba como burro sin mecate. El ambiente se tornó ideal. Seguíamos bailando al ritmo de la música y sentía que mi corazón se salía de mi...

Veía sus labios, y ella veía los míos, nos acercamos más y...

Nos fundimos en un beso apasionado.

Cerramos los ojos, y tanta era la emoción del momento que no me dí cuenta si quiera si seguíamos bailando o estábamos parados como dos bobos enamorados inundados por el beso.

Sus labios carnosos, su aroma, su respiración, todo eso confluyó en una ola de sensaciones que hicieron que me rinda ante ella.

Beso tan pasional, que tal vez, ninguno de los dos lo había experimentado antes. 

Estaba extasiado. Todo a mi alrededor desapareció y solo escuchaba retumbar la música en mis oídos. Parecía como el más grande y hermosos sueño que nunca tuve.

Fue mágico.

No sé cuánto duró nuestra ambrosia, pero fuimos interrumpidos por lo que parecía era la voz de la profesora.

-¡Set! ¡Set! -gritaba y se me vino a la mente lo peor- fuimos de inmediato a donde estaban ellos.

Al llegar vi a Set tirando golpes a algunos sujetos y luego echársele encima a un tipo que yacía en el suelo y golpearlo incansablemente, mientras la doctora pedía que se detuviera y Elizabeth estaba paralizada por la escena.

Me abrí paso y agarré a Set por atrás, al verme, inmediatamente se contuvo, pero podía ver la ira en sus ojos.

Todo el mundo en la discoteca dejó de bailar solo para atender el espectáculo de la pelea.

-Set qué sucedió...

-John, qué bueno que llegaste, Set se puso como loco y empezó a golpear a esos sujetos -seguía sosteniendo a Set.

-Será mejor que todos nos vayamos.

-Si tienes razón. Vámonos. 

-Suéltame John -me decía Set mientras salíamos del lugar- ya me pasó la ira, ya estoy tranquilo.

-Seguro Set...

-Sí, que ya me sueltes...

-Está bien -lo solté, se acomodó la camisa y continuamos saliendo.

-Gracias.

-Set pero explícame por que golpeaste a esos sujeto -ya habíamos salido del lugar.

-Bueno por que, por que -balbuceaba, parecía avergonzado.

-Vamos, dime -exigí.

-Por defender a Belly -respondió Elizabeth.

-Puedes repetirlo hermana.

-Sí por defender a tu querida maestra... Ese sujeto que estaba en el piso se sobrepasó con Belly, así que Set respondió de inmediato y lo golpeó. Luego llegaron sus amigos pero Set pudo con todos. 

-¡Es en serio! -Reg, estaba incrédula a pesar de que lo vio con sus propios ojos. Set dándole una paliza a unos brabucones. Impensable.

-¡Sí! ¿Estás sorda hermanita? jajajaja -rió a carcajadas- ¡Estuvo de locos! ¡Uju! -gritó y alzó sus brazos.

-Elizabeth no hagas un escándalo por favor.

-Tranquila hermanita que estamos de vacaciones y todo se vale. Además Set es un héroe, -se abalanzó hacia él y lo abrazó por el cuello. Todos aun estábamos con los efectos del alcohol, aunque ya era muy pocos después de aquel problema.

-Gracias hermana de Reg -Set se apenó.

-Llámame Ely... Ven Belly, ven a darle las gracias a tu héroe -hablaba muy en serio.

-¡Elizabeth! -reprendió Reg, ella parecía la mayor.

-No Reg, tu hermana tiene razón, -se acercó la bella profesora a Set- Gracias Set por defenderme de ese sujeto que quiso sobrepasarse conmigo.

Set la regresó a ver y podía ver tanta felicidad que votaría un arcoiris por la boca.

Seguimos nuestro camino y Set iba tan confiado que no se creía de nadie. Después de todo había sido el héroe de su amor imposible.

A pesar de ese episodio, yo no podía olvidar el hecho de que me había besado con Reg.

"¡Me besé con Reg!"

De la emoción y adrenalina no podría dormir en toda la noche.

(Continúa en el siguiente capítulo)

La Paradoja de los Viajes en el Tiempo (Completa)Where stories live. Discover now