Capítulo 11. La carta

466 43 4
                                    

La carta estaba escrita de la siguiente manera:

John Kigo

Te escribo, como mi único confidente, y al único que sé, le interesan los viajes en el tiempo tanto como a mí...

Desde que salí de la Universidad me convencí a mi mismo que construiría la primera máquina para viajar en el tiempo, te confío solo a ti, estimado John, el diagrama de mi máquina, no se lo digas a nadie hasta que te vuelva a contactar.

Te doy el diagrama además para que lo analices y lo estudies detenidamente, porque si tu quieres, y espero tu respuesta, trabajaremos en ella para hace realidad todo esto.

Es muy probable qué, así como yo tengo un gran motivo para cambiar mi pasado, tu también tengas uno muy fuerte, no lo dudo, porque tienes la misma obsesión que yo, lo pude comprobar cuando tuvimos aquellos roces, ya hace mucho tiempo cuando se topó el tema, se te nota en los ojos, te brillan, espero que algún día tengas la confianza en decírmela.

Estimado John, para no hacerte más larga esta carta, te digo, te volveré a contactar cuando tenga todas las piezas necesarias para la máquina, antes no. No se cuánto tiempo me tomará en recolectarlas todas, pero lo haré, así me tome diez años hacerlo. Tengo que actuar de esta manera porque gran parte de las piezas tendré que conseguirlas, te soy sincero, tal vez robándolas, tal vez obteniéndolas de manera "ilegal" porque son materiales que tiene ciertas restricciones y no se consiguen en cualquier lado, no puedo ponerte en riesgo, por eso mi comportamiento.

No te preocupes, déjalo todo en mis manos, lo único que te pido es que te prepares... Te prepares para lo que va a ser la mejor experiencia de tu vida, que además te permitirá corregir los errores de tu pasado.

PD: Cuando me veas tal vez no me reconozcas, te lo advierto.

Así finalizó la carta del profesor. 

Me dejó atónito, escuchar todo esto de un profesor que consideraba la persona más estable, a saber que estaba tan loco, como yo, de encontrar una respuesta a los viajes en el tiempo.

Me dejó también, con una gran adrenalina, no lo niego, todo esto, era magnífico, se presentaba en mis manos un proyecto en el que esperé trabajar por mucho tiempo, y además de la mano de una de las mentes más brillantes de esta generación...

No tenía más opción que ayudarlo...

Por otro lado también tenía razón, en que, como él, también tengo un motivo bastante grande que me llevó a obsesionarme con los viajes en el tiempo, una razón tan fuerte que hizo además que me encaminara a seguir la carrera que curso, un quiebre en mi vida, que no me deja en paz hasta ahora y que pasa en mi cabeza gran parte del día. Algo que me marcó mucho, que hace que arda mi pecho de rabia e impotencia. 

No tenía más alternativa que dar paso a la idea del profesor y lograr juntos el cambio que anhelamos en nuestras vidas, que, si todo salía bien, podría ayudar a más personas y quien sabe cambiar el destino de la humanidad.

(Continúa en el siguiente capítulo)

La Paradoja de los Viajes en el Tiempo (Completa)Where stories live. Discover now