La Paradoja de los Viajes en el Tiempo (Completa)

Capítulo 62. Chron reaparece

Me quedé helado al escucharlo, el corazón se me aceleró.

-¿Qué hace aquí Dr. Chron? -fue lo primero que se me ocurrió preguntar.

-Pues, vengo a hablar con mi hijo, a decirle que pronto vendrá un escuadrón de la alianza militar para llevarse la máquina del tiempo y toda la información que tienen -dijo con una expresión de cruda sinceridad y de cinismo.

-¿Pero qué? ¿Acaso entendí bien? -me costó procesar lo que dijo.

-Tranquilo muchacho que esto se tenía que hacer hace mucho tiempo... Solo hemos esperado hasta que puedan dominar los viajes para poder llevarnos la información -volvió a expresar de manera muy cruda y directa.

-¿Entonces usted está involucrado en todo esto? ¿Cómo puede ser que traicione a su propio hijo? -estaba muy indignado- Ahora entiendo por qué él lo odia tanto.

-No te exasperes muchacho, que de todas maneras esto ya está escrito que suceda y no se puede cambiar, al menos en este ciclo universal, créeme cuando te digo que es lo mejor para todos, incluso para tí... para que no mueras ¿O me equivoco?

-¿Acaso nos han estado espiando? -estaba atónito y expectante por lo que podría suceder. Las manos me sudaban.

-Sí -fue directo- los hemos estado espiando desde hace mucho tiempo.

-No lo puedo creer...

-Esa es toda la verdad y si me disculpas, dejando esta absurda charla, debo entrar al laboratorio -dejándome atrás, continuó su paso a la entrada del laboratorio que se conectaba con la casa. Acto seguido puso la contraseña, hizo un escaneo de la córnea del ojo, un escaneo de cuerpo entero y la compuerta se abrió.

Al otro lado ya lo estaba esperando Émpore...

-¡Padre!

-Ello -Respondió de manera descomplicada como si nada le importara.

-No puedo creer todo lo que he escuchado, ¡Maldito seas! -lo expresó con venganza en sus ojos, con tanto odio, como el que solo puedes expresar a tu peor enemigo.

-Tranquilo Ello, mira -sacó una placa que nunca había visto, arriba estaba las siglas SERN y abajo, decía departamento de defensa.

-Desde cuándo trabajas para el SERN -expresó consternado.

-Trabajo desde que se formó -dijo mientras guardaba su placa- yo fui uno de los fundadores -regresó su mirada a Émpore- yo fui el primero director a cargo de los viajes en el tiempo antes de que tú llegaras...

-¿Qué? -los ojos del profesor descifraban incredulidad y a la vez asombro.

-Como jefe del departamento de defensa del SERN, y bajo las leyes internacionales que amparan al organismo, Dr. Ello Émpore, así como tu estudiante John Kigo quedan bajo arresto, y todos los inventos y/o herramientas construidas a partir de la información robada serán confiscadas. Y espero -continúo antes de que alguno de nosotros diga algo- que no pongan oposición ni resistencia porque de ser así, me veré en la obligación de poner bajo arresto también a la Dra. Bellora Coet, y a los estudiantes Set Nihil y Regina Pacio.

Como era lógico, el profesor simplemente se hizo a un lado, pues no quería involucrarlos a ellos. Además se quedó callado, tal vez no entendía, a pesar de que se llevaba muy poco con su padre, que éste lo traicionara de manera atroz y cobarde.

-Ya pueden ingresar -escuchamos de Chron, hablaba por su reloj, de última tecnología, llamando a quienes había llamado como la alianza militar.

El sueño se había terminado.

Émpore y yo estaríamos presos, por sabe cuánto tiempo, y quién sabe donde, pues seríamos presos de las naciones aliadas y no solo de nuestro país.

Quién sabe solo nos terminaría asesinando.

 A los pocos segundos ingresó la alianza militar y para nuestro asombro portaban los mismo uniformes que quienes custodiaban hace algún tiempo la casa de Émpore...

Uno de ellos se detuvo en mi posición y me puso unas esposas, lo mismo hicieron con el profesor.

los yacíamos callados sin poner protesta solo viendo como poco a poco iban sacando las cosas del laboratorio, parte a parte, veíamos como salía la máquina del tiempo...

Al final de saqueo, fuimos escoltados a un vehículo y partimos...

No sabíamos a dónde nos llevarían, ni qué harían con nosotros...

Lo único que sabía con certeza era que todo nuestro esfuerzo y todo lo que habíamos pasado durante todos estos años, había sido en vano.

El sueño se había acabado...

Estaba cabizbajo, cuando escucho que el profesor, con un sonido que parecía como un silbido me hizo reaccionar. Él se encontraba a mi lado.

-John, -pronunciaba muy despacio para evitar que los militares adelante nos escucharan- estuve pensando mucho sobre dejarte volver a viajar en el tiempo y decidí que te dejaría volver a viajar a costa de tu propia vida -sus palabras me reconfortaron en cierto modo- después de tanto pensar y de ponerme en tus zapatos debo decir que yo haría lo mismo, pues nuestros objetivos no son egoístas sino al contrario. Yo no soy quién para prohibirte algo que deseas con todas tus fuerzas. Así que tienes mi apoyo para hacer tu último viaje John.

-Gracias profesor -expresé con alegría y entusiasmo- pero en estos momentos ya no tiene caso -volví a la oscura realidad- ninguno de los dos podremos viajar.

-Si es cierto... Pero no podemos permitir que destruyan todo por lo que hemos trabajado tanto tiempo... 

-Tiene razón -volví a animarme- es cierto, nosotros hemos puesto todo en la máquina y no podemos permitir esto que están haciendo.

-Mira John -dijo con más cuidado, y se acercó más a mi posición- es probable que al llegar nuestro destino nos separen, pero tranquilo porque si no me equivoco hay una forma de poder volver en el tiempo. Así que te pido que tengas paciencia por el momento hasta cuando te haga llamar.

-No lo entiendo profesor.

-Solo confia en mí y déjame de decirme profesor John, jajajaja -rió.

-No es momento de hacer bromas doc..

-Lo siento, pero con lo que tengo pensado podremos salir de todo esto, así una vez más te pido que confíes en mi.

-Está bien, pero solo espero que hasta que suceda su plan no me maten.

-Qué pesimista estás John.

-Lo siento...

El vehículo en el que nos transportaban continuaban su camino...

¿Qué nos deparaba el destino?

¿Cuál era el plan del profesor para escapar?

Ahora debía confiar ciegamente en él.

(Continúa en el siguiente capítulo)