Capítulo 69. El escape (Parte II)

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Así había logrado escapar del SERN, aun no me lo podía creer, parecía un sueño.

Mi cuerpo empezaba a experimentar el bajón de la adrenalina, aunque seguía temblando de los nervios por todos los sucesos.

No podía cantar victoria hasta llegar al menos a algún pueblo lejos de las instalaciones del SERN.

Iba en el balde de la camioneta, pasaron un par de horas hasta que llegamos al primer gran pueblo, el señor me dio la señal de que hasta aquí llegaba y procedí a bajarme.

Crucé la calle y otra vez empecé a jalar dedo.

Aquí ya no sería tan demoroso buscar alguien que me lleve porque subía y bajan carros desde y hacia el pueblo.

Afortunadamente me tomó unos diez minutos conseguir que otra camioneta me llevara...

Y así fui escalando más y más hasta que llegué a mi ciudad.

De inmediato tomé un taxi a la casa de Regina, golpeé, ella salió, pagó el taxi, llamó a los demás, ellos llegaron, yo estaba un poco agitado así que fui con Regina a la cocina por un vaso de jugo y ahí fue cuando sucedió el cambio...

Y salí expulsado con el verdadero Chron...

Ahora lo recordaba todo y al pensar en lo sucedido, si en algo fallaba todo esto, no sé que habría pasado conmigo...

Porque en la línea original yo subía donde el profesor a hacer funcionar la máquina, aunque obviamente el profesor no me necesitaba, simplemente era un pretexto para que yo esté presente, pero...

En el viaje en el tiempo, en ese instante estaba donde Regina, y eso me lleva a que todo funcionó porque los guardias recién se dieron cuenta de que no estaba cuando fueron a buscarme al Abismo y en vez estaba ese sujeto llamado Jack...

En teoría habíamos sobreescrito los sucesos nada más, y funcionó por la alta probabilidad de que el plan pudiese funcionar...

Aunque fue un plan sumamente elaborado... Émpore es un genio... Nunca me voy a cansar de decirlo... 

Se pueden cambiar las cosas...

Ahora estaba más preocupado todavía por él, por que podían tomar represalias por mi escape.

Pero hay algo más inquietante en todo esto y es que mientras se sobreescribía la historia yo me encontraba en el limbo...

Los llamé a todos para contarles que ya había recordado lo sucedido...

-Es sorprendente todo lo que nos cuentas, y créeme que si el viejo Chron no estuviera aquí, no te lo podría creer... 

-Es verdad lo que dice Set, por que desde que nos enteramos de los viajes en el tiempo todo ha sido totalmente irreal... Pero esto lo supera con creces... -expresó Regina- Aunque debo decirte que técnicamente haz logrado cambiar el pasado...

-¡Exacto! -dije emocionado. 

-Bueno, pasando de eso -habló Chron- el plan nuestro debe basarse en el uniforme del guardia -hablaba entre cortado, con mucha dificultad, le costaba mucho... Tal vez, pasar tanto tiempo metido en el Abismo le estaba pasando factura. Siendo sincero no sabía si el viejo seguiría con vida para ver a su hijo.

Mantenía la fe de que lo consiguiera, se lo merecía, había estado encarcelado injustamente durante todos estos años...

-Tiene razón Dr. Chron -Coet se hacía presente- pero, si John lograra entrar de nuevo al SERN cómo lograría sacar a Ello de allí, o aún más, sacar la máquina del tiempo...

-Sería teóricamente imposible sacar algo tan grande como la máquina sin que nadie se dé cuenta...

Era verdad, sería muy difícil a menos que...

-A menos que se genere una alerta de seguridad como la que me dejó escapar. Sin esa alerta no lo habría conseguido... 

-¿De qué manera lo haríamos?

-Eso es fácil señora -tomó unas bocanadas de aire y continuó- hackeando el sistema del SERN, yo lo puedo hacer -se veía orgulloso de decirlo.

Así que el profesor heredó de su padre la habilidad para las computadoras.

-No me diga señora -respondió un poco avergonzada la Dr. Coet- soy señorita y ya le dije que mi nombre es Bellora Coet.

Todos sonreímos de cierta manera por ese suceso. Había pasado mucho tiempo desde que sonreía...

-¡Manos a la obra! -dijo Set entusiasmado.

-Entonces debemos conseguir un vehículo lo suficientemente grande para que quepa la máquina del tiempo.

-Precisamente...

-Yo necesito un computador potente para poder acceder al SERN, necesito que me lo consigan.

Todos aportaban con ideas, yo estaba al menos feliz de poder volver a Set, a la hermosa Dra. Coet, y sobre todo a Regina... Creí que nunca más los volvería a ver...

Debía ir a visitar a mis padres, no me podía olvidar de ellos, tal vez han sido los que más han sufrido con todo esto, y peor aun por que nunca han sabido lo que pasaba...

Set se encargaría de buscar el vehículo adecuado para nosotros y para poder cargar la máquina del tiempo...

Regina se encargaría de traer un computador portátil de última generación para que Chron pudiera acceder al sistema del SERN.

La Dra. Coet se encargaría de ensamblar todas las partes del plan, y de liderar la causa.

Yo, yo solo necesitaba descansar un poco...

Caí desmayado...

Unas horas más tarde desperté. Iría a visitar a mis padres antes de realizar todo el plan. Debía ser cuidado porque ya era tiempo de que la alianza militar empiece a buscarme...

Pero debía hacerlo, algo dentro de mí, me decía que me despidiera de ellos...

Tomé rumbo a la casa de mis papás, con una chaqueta grande, una gorra y unas gafas que Set había traído como parte de las mudadas de ropa que necesitábamos para pasar desapercibidos... Set me prestó un poco de dinero para el taxi, ya que desde hace algún tiempo no tenía un solo dólar en el bolsillo. 

Del hotel que estábamos, me demoraría unos veinte minutos en taxi.

Mi corazón estaba a mil, no sé como irían a reaccionar, ni tampoco si me perdonaría por todo, o si me perdonarían al saber que viajé de nuevo por el tiempo y que no sabía cuánto tiempo me quedaba de vida...

Al fin llegué y me bajé del taxi, caminé a pasó normal y timbré...

-¡Voy! -escuché, era la voz de mi madre.

Y al momento que abrió la puerta por reflejo simplemente la abrecé... Y no pude evitar llorar y pedir perdón...

_¡John! ¡Hijo Mío! -ella aceptó mi abrazo y lloró también de la emoción.

Pronto escuché que mi padre bajaba por las escaleras...

Todo se convirtió en un momento muy emotivo en el que confluían muchos sentimientos.

Mi padre se unió a nuestro abrazo...

Sabía que había llegado el momento de contarles la verdad, aunque omitiría muchas cosas para que no se preocuparan...

(Continúa en el siguiente capítulo)


La Paradoja de los Viajes en el Tiempo (Completa)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα