Guerra De Capitanes #wattys 2019

Parte 42 La vuelta

 Es un poco aburrido, pero recordad: Después de la calma, viene la tormenta. 

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Una semana, una semana había pasado desde aquel día en el que habíamos sido retenidos en el gimnasio a punta de pistola. Siete días que había pasado en mi casa junto a mi hermano Trent. Aún no estaba preparada para pisar de nuevo el colegio, sin embargo no podía estar así por siempre. 

 Pero no todo era malo, Caleb me había visitado todas las noches desde entonces. Cuando daban las once, sin decir nada y a veces poniendo excusas poco creíbles me escapaba al parque cerca de mi casa. 

 Acababa de volver cuando Marisa me paró cuando iba dirección a mi habitación.

- Alexandra, ¿tienes un minuto?

- ¡Claro! - fuimos a la cocina y mientras preparaba dos vasos de leche habló -  Dentro de cuatro días tu padre y yo nos vamos a un balneario, dile a Caleb que no hace falta que quedéis en el parque.

 Casi me atraganto. Empecé a toser por toda la cocina y tuve que beber agua para no morir asfixiada. ¿Debería hacerme la tonta?

- ¿De qué estás...?

- Vamos cariño, no tienes que disimular conmigo. No soy tu padre. 

- No sé de qué hablas Marisa.

- Está bien, pero ya sabes que nos vamos. No tenéis que estar fuera. Y tranquila, no le diré nada a tu padre.

- Está bien - recogí mi vaso dispuesta a subir a mi habitación pero su voz me detuvo de nuevo.

- ¿Vas mañana al colegio?

- No lo sé aún - la verdad es que no quería, pero tendría que afrontarlo en algún momento.

- Creo que deberías ir, no se puede evitar para siempre.

 Me dio una sonrisa maternal, besó mi frente y con un buenas noches desapareció escaleras arriba.

 Un poco confundida, subí a mi habitación para dormir. Preparé todas las cosas para ir a clase. Le escribí un mensaje rápido a Caleb diciendo que quizás fuera mañana; no tardó en escribirme que si quería que viniera a por mí. La verdad, me encantaría, pero que viniera sólo me obligaba a ir y no sabía si mañana a las ocho de la mañana tendría tan claro si quería ir o no, así que no abrí el mensaje.

 Me estaba lavando los dientes cuando Trent entró.

- Tienes el otro baño - le recriminé como pude sin poner todo perdido de pasta de dientes.

- Quería hablar contigo - no pude evitar rodar los ojos - ¿Qué haces?

- ¿Me dejas que termine? - dije exasperada.

- Te espero en tu habitación.

 Con un poco de prisa terminé de lavarme los dietes y fui a mi habitación. Apenas lo miré mientras colocaba las sábanas para dormir y me metía dentro apoyando la espalda en la almohada doblada. 

- ¿Y bien?

- Tengo novia.

 Si hubiera estado bebiendo sería la segunda vez en la noche que me atragantaría. 

 -¿Qué? 

- Que tengo novia - dijo frunciendo el ceño - he oído que mañana ibas a clase y quería que lo supieras antes de verlo.