Guerra De Capitanes #wattys 2019

Parte 30 Me debes un mcflurry

    Cuando Amanda, Terry y yo no acercamos al campo, dispuestos cada uno a entrenar, lo primero que vi fue la cabellera de mi amiga Kristie. Estaba sentada en el suelo, y alrededor de ellas estaban Kayte y Mandy; al parecer discutían sobre algo. Conforme nos acercábamos podíamos captar pequeños fragmentos de la conversación.

- No seas ridícula, levántate o entrenamos sin ti - Mandy agarraba de uno de sus brazos intentando alzarla - no pensé que tuvieras seis años ahora.

- Me da igual lo que me digas, he dicho que no voy a entrenar y punto.

- Si no vas a entrenar para qué has venido - no pude evitar que mi tono de voz sonara cortante, pero ya había tenido suficiente de comportamientos infantiles.

- Capi... - oí el susurro de Layla.

- Es cierto, a nadie se le obliga a venir a entrenar. Si no te apetece puedes irte - al ver que se levantó en dirección a los vestuarios añadí - pero recordad que los nacionales son en pocos días, si no os veo preparadas no vais a venir.

 Eso pareció calar en ella pues paró en seco y de morros se colocó al lado de Betty.

- Bien, ahora que estamos todas vamos a empezar. Espero que hayáis calentado. Quiero saltos de tres. Los grupos serán los de siempre - las chicas se colocaron en posiciones - y os recuerdo que después del entrenamiento habrá charla, la cual tampoco es obligatoria. 

 Dicho esto me situé en el centro y empecé a coordinar los movimientos. Me costaba un poco al no tener a Natalie al lado, ya que no podía prestar atención a todas a la vez para corregir fallos. Hubo un par de caídas y golpes en la cara, pero nada alarmante. 

  Mi vista de vez en cuando se dirigía al entrenamiento de chicos. Caleb pasó varias veces por mi lado pero no me dirigió una mirada, y cada vez que esto pasaba no podía evitar emitir un suspiro. ¿Y ahora qué había hecho yo?

- Capi, ¿Podemos dejarlo? Creo que mis hombros no pueden soportar más patadas de Layla. 

- Deja de quejarte Betty, no es para tanto - dijo la susodicha - pero todas estamos cansadas. 

 - Está bien, Mandy y Kristie recoged el material y venid a las gradas.

 Todas nos fuimos para allá para tener la famosa charla. Natalie apareció entonces despidiéndose de Paul, quien me dio un breve asentimiento en señal de despedida. Amanda se sentó a mi lado y Layla cercana a ella.

 Esperé que llegaran mis dos amigas restantes para empezar a hablar. Cogí una bocanada de aire grande y emití las primeras palabras, las cuales son las más difíciles.

- Chicas, hay un problema en el equipo - miré a todas y cada una de ellas - y puede ser que lo haya provocado yo. Somos un equipo, pero por encima de esos somos amigas. Fui una tonta al poner esa estúpida regla - cuando Kristie iba a hablar le señalé que no era el momento - y no es porque yo tenga algo con Caleb, pero esto me ha servido para darme cuenta que no es nada malo. Estamos en la edad de salir con unos y con otros si nos da la gana. Sea del equipo de fútbol, del equipo de baloncesto o del equipo de ajedrez. Yo no soy nadie para decir con quien podéis pasar tiempo. Lo único que siento es no haberos contado lo mío con Caleb, pero porque sois mis amigas, no porque sea algo relacionado con las normas del equipo. Kristie - la miré fijamente - lo siento, de verdad que sí. No tenía ni idea de que te gustaba Chad, y estoy segura que Amanda tampoco. Si sentías algo por él debiste decírselo. Me niego que haya malos rollos entre nosotras, y menos por un chico. Piensa que vas a crecer, vas a salir de aquí y habrá miles de chicos detrás de la rubia guapa que usa diferentes lazos según la ropa que use. Eres preciosa Kristie, y todas estaremos de acuerdo que no te van a faltar pretendientes. Sólo te pido que no le eches la culpa de la situación a Amanda. Recuerda que ella es tu amiga. Y ahora que ya os he soltado el rollo, ¿alguna quiere hablar?