Parte 15 Quiero saber quién es mi competencia

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-  Entendedla, está avergonzada - la defendió Mandy.

- ¿Avergonzada? Está asustada de nuestra capi - dijo Will - como para no. Nunca la había visto tan seria, al menos no con ella.¿Y luego con Peyton? Llegué tarde a esa maldita clase y me lo perdí...

- Siempre llegas tarde - dijo Lorianne rodando los ojos - además esa chica llega buscando problemas desde el principio.

- Lo cuál es gracioso, lo suyo con el profesor de Historia es un secreto a voces, una palabra de algún estudiante y tendrá que largarse de aquí.

- Un secreto que dejó de serlo ayer, cuando Alex lo dejó caer ayer - todos rieron.

- Le debo una disculpa, estaba enfadada y me descargué con ella - mi visa se fue inconscientemente hacia la mesa donde Nathalie comía sola.

- ¡No seas ridícula! La pusiste en su lugar, es una lección que la ayudará en un futuro - Trent se posicionó a mi lado - ¿qué pasa con ese tal Paul? Tus amigas ya me han informado que ahora te pasas todo el día con él. ¿Tengo que hacer mi papel de hermano mayor ahora que Zayn no está?

- Tranquilo mozo - palmeé su pecho - es un amigo, estuvo en casa de hecho. Nuestros hermanos lo conocen. No hay de qué preocuparse.

- Eso lo decidiré yo - sorprendida miré al capitán del equipo, hacía mucho tiempo que no intervenía en mis cosas - quiero saber quién es mi competencia - dijo guiñándome un ojo.

Todos en la mesa hicieron silencio, yo me quedé mirándolo, sin saber cómo reaccionar, echaba tanto de menos a este Caleb que no sabía si seguir la broma o eso lo iba a espantar, pero no tener una reacción de mi parte no iba a alentarlo a recuperar lo que teníamos.

- Ya sabéis que no hay ninguna competencia, nO voy a tener novio nunca - me encogí de hombros, todos sabían mi filosofía.

- Esa es mi hermanita, me pones muy fácil el trabajo - me abrazó y se puso tan pegotoso que lo tuve que apartar.

 Una presencia al lado de nuestra mesa me hizo dirigir mi atención allí, no sin antes ver la sonrisa complacida de Caleb. Unos cordones a punto de desatarse, unas piernas finas, la falda mal colocada, un jersey que no veía hace años, y por último la cara de mi amiga mirando a todas partes menos a mí. Uno a uno fueron girando sus cabezas hacia ella. Al parecer los chicos de hockey habían decidido invadir la mesa que antes ocupaba y parecía estar pidiendo permiso. Estuve tentada de hacer que se sentase y ser mala, incomodarla, hacerle el mismo daño que me hizo ella con sus palabras, pero esa no era yo, era la capitana del equipo y tenía que resolver las diferencias que hubiese en el equipo, estuviese yo involucrada o no; además sus ojeras y su palidez me decía que ella ya estaba pasando lo suyo. Trent apretó mi muslo, y eso me alentó a hablar.

- Que te haya suspendido temporalmente del equipo no significa que no te puedas juntar con tus amigos - me levanté para estar a la misma altura que ella, buscando una mirada de ella que nunca llegó - no tienes que sentarte sola, ni dejar de hablar. Ocupa mi sitio, yo me voy. Nos vemos luego en el entrenamiento - recogí mi bandeja - Amanda no olvides recoger las gomas del departamento de deporte, hoy toca fuerza.

  Sin más tiré las cosas a la basura y salí de allí dirección a la biblioteca. Fue una sorpresa cuando no vi a Paul por ninguna parte, le mandé varios mensajes mientras leía para pasar el rato, y no fue hasta unos diez minutos de volver a clase que me contestó que le había surgido una urgencia y no iba a poder venir a más clases. Ese tiempo se me hizo eterno sin mi amigo, y me entraron ganas de volver con todos los demás, quienes seguro estaban en las canchas, pero no sabía si Nathalie iba a estar o no, y no me apetecía tener situaciones incómodas. En clase mandaron más trabajos en los cuales no me asignaron con Paul, así que antes del entrenamiento tuve que ir al despacho del director a decirle los progresos que habíamos hecho y que era bueno para Paul estar conmigo en los trabajos. Para él parecía que le estuviera haciendo un favor a Paul, pero yo sabía que había trabajado igual o más que yo y que era muy bueno en realidad, así que era como una simbiosis, pero si no le decía que actuaría como su tutora no nos dejaría ponernos juntos. Tras un debate sobre el menú del comedor, y unos chicos que no sabían adaptado socialmente me dejó libre para ir a entrenar con los chicos.

  Llegué tarde así que ya estaban dando vueltas alrededor del campo, y las chicas hacían ejercicios con las gomas que le pedí a Amanda que recogiera. Una chica a lo lejos que reconocí como mi mejor amiga observaba el entrenamiento desde lejos en la última fila de gradas. Recogí un balón del banco y me puse a correr.

- ¡Matt! - lo llamé, y justo cuando se giró lancé el balón que se quedó corto.

-¡ Tienes menos fuerza que Terry! - gritó de vuelta ganándose un puñetazo del aludido.

Tras dar dos vueltas alguien se acopló a mi ritmo. Miré de reojo para encontrarme con Chad. No dijo nada, estaba más serio de lo normal. No sabía si preguntarle o algo, pero era realmente incómodo correr con alguien y no compartir ni una palabra, quería respirar lo menos posible para no hacer ruido, pero dado que estaba corriendo...

- Alex, ¿Qué hago si me gusta una chica? - GUAU, eso es lo que se me pasó por la cabeza, Chad nunca se abría con ese tema - ¿Debo ir a por ella?

- No sé Chad... ¿Cuánto.. te gusta? - dije entre respiraciones.

- Mucho, pero un amigo está detrás también - me sorprendí que ni si quiera le temblaba la voz con el ritmo que teníamos. 

- En ese caso... habla con él primero... y llegad a un acuerdo, a lo mejor... a él no le gusta tanto - estaba super extrañada con esta situación, Chad casi dos metros de alto, unos 120 kilos y luego hablaba de una forma tan frágil... 

- Gracia capi, no se lo digas a nadie, y gracias por no preguntar quién es - aumentó el ritmo y se unió al grupo de adelante.

Extrañada dejé de correr paulatinamente, ¿a qué venía esto? ¿Quién era la misteriosa chica? Miré a mis animadoras, cualquiera tenía encanto de sobra para hacer babear a todo el equipo de fútbol, pero a chad... Negando con la cabeza me acerqué a ellas para dar unas indicaciones y con esa excusa recuperaba un poco el aliento.

- ¡Chicos! ¡Alex! - nos llamó el entrenador - Hoy partido toda la hora, hay que practicar para el partido contra New Castle, jugamos fuera de casa y no creo que nos lo pongan fácil. Los equipos son...

 Dejé de prestar atención porque en las gradas hubo movimiento, el famoso Rick había hecho su aparición, cogió a Nathalie y le dio un beso bastante intenso, luego la cogió el brazo y casi la arrastró mientras ella parecía querer quedarse en cierto sentido, pero no se opuso a irse con él. La situación me hizo hervir la sangre, iba a dar un paso en su dirección cuando desaparecieron detrás del edificio pero me choqué con la mirada de Caleb que me dijo sin palabras que dejara mis pies donde estaban y no intervinieran, y para sorpresa de los dos le hice caso.

  Cansada y amoratada me fui apoyando en Will hasta los aparcamientos cuando el entrenamiento por fin acabó, las chicas acabaron treinta minutos antes así que ya se habían ido. 

- Hermano súbeme al coche - me tiré encima de Trent quien se apartó con agilidad casi dejándome caer.

- Más quisieras, hoy no has hecho nada. 

- Mirar la pelota, eso ha hecho - comentó Caleb - pero Matt no se ha quedado corto, no ha cogido ni un balón. Hasta los defensas han corrido más que los de las bandas - dijo de broma el capitán.

- Me caéis mal - dije poniendo morros - veremos si mañana me caéis mejor - fue mi última palabra antes de entrar en el coche. Los chicos hicieron uno de esos saludos raros de choque de manos, puños, cabeza, cintura codo, ojos, pies, nudillos, espalda y demás y luego cada uno entró en su coche- ¿Es necesario?

- Si tuvieras pene lo sabrías hermanita - fueron las sabias palabras de mi hermano.

 En la cena Kelsey y Max no pararon de discutir y tirarse cosas. Trent los alentaba a seguir, mientras los dos "adultos" sentados en la mesa no hacían más que observar sonriendo, ¡sonriendo!. Hoy estaba de especial mal humor, eso significaba una cosa... SPM. Parece que el solo pensarlo me daba hambre, así que engullendo mi comida y parte de la de mis hermanos me subí a mi habitación a mandarle los trabajos a  Paul y terminar un par de ejercicios que tenía pendiente. Uno a uno los miembros de mi familia se fueron acostando, y yo seguía en mi escritorio. Antes de dormirme me leí unos capítulos del libro que me estaba leyendo y por fin apagué la luz de mi habitación. Estaba a punto de dormirme cuando la pantalla de mi teléfono se iluminó desvelándome. Terminé de despejarme cuando leí lo que ponía, y más aun de quién.

      NECESITO AYUDA. ¿ESTÁS DESPIERTA? ES URGENTE

  NATHALIE


Guerra De Capitanes                            #wattys 2019Where stories live. Discover now