Guerra De Capitanes #wattys 2019

Parte 37 Familia Collins

 Hola!!! Tengo curiosidad por saber cómo es que habéis acabado leyendo esta novela, ¿Recomendadas? ¿Alguna etiqueta en específico?, y otra cositaaa, he descubierto una canción (que a lo no es ninguna novedad para vosotr@s) que me ha encantado tanto que la he escuchado durante todo el capítulo en blucle. Os la dejo por aquí:

 Soldi - Mahmood

 Y..... aquí el capítulo.

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 Al salir de clases como nos prometió Zayn estaba allí junto a papá para recogernos a los tres. Max se sentó en el medio y Trent y yo en los extremos del coche. 

 Había tenido un día horrible; la situación entre Caleb y yo no era la ideal; habían mandado un trabajo de biología; el director me atropelló a preguntas sobre el material que estaba desapareciendo del edificio, además de la comida de las máquinas expendedoras. Los preparativos para el baile del viernes; Kristie se había peleado con Mandy en un descanso y para colmo se me había roto el pantalón que llevaba por estar haciendo el tonto con Matt. Y luego por supuesto, estar en mis días no ayudaba a mi humor.

- ¿Qué tal han estado las clases?- Zayn nos preguntó intentando sonar casual.

- Un asco, me he quedado dormido en literatura y me han echa una hora de castigo el jueves - el quejó Max - además Kelsey no ha parado de hacer ruiditos como si masticara durante toda la noche.

- No sé como puedes saber eso si has estado toda la noche roncando - le rebato.

- Esos ronquidos sonaban más como los tuyos Alex - le defendió Trent.

 Empezamos una pelea en los asientos traseros del coche que se detuvo abruptamente con una voz de mi padre. En el coche sólo se escuchaba la canción Impossible de James Arthur, y escucharla sólo hizo que mi estado de ánimo decayese. Un par e veces me encontré con la mirada de Zayn por el retrovisor.

- ¿A cuál vamos primero? - preguntó Trent.

- La de la tía Isabel está más cerca - le dije - todos los años vamos primero ahí.

 Mi tía Isabel... la hermana de mi padre. No sé muy bien por qué, pero la visitamos desde que tengo uso de razón. Al parecer Isabel y su esposo murieron en un accidente de coche hará unos quince años, es decir que ni Max ni Trent ni yo teníamos recuerdos nítidos sobre ellos; aún así entendemos que es importante para nuestro padre así que vamos sin rechistar y cambiamos las flores.  Hoy es el cuarto aniversario de la muerte de nuestra madre, así que desde hace cuatro años este día venimos y visitamos ambas tumbas. 

  Parece que al entrar en el cementerio cambiáramos a otra realidad, todo es más silencioso, más frío... ¿Por qué está plagado de árboles de hoja caduca y no perennes? ¿Es un recordatorio de que nada dura eternamente?

 En silencio avanzamos hasta la tumba de Isabel. Trent se acerca y me agarra la mano donde no llevo flores. Papá se pone delante de nosotros y se agacha a la tumba y roza con la yema de sus dedos el epitafio: Vive con nosotros desde el cielo, amada esposa y madre. Siempre me pregunté por qué ponían madre si ella no había tenido hijos. Había tantas cosas incongruentes en un cementerio.

 Mi hermano me apretó la mano en señal de que era el momento. Como todos los años era yo quien iba junto a mi padre a depositar un flor sobre la tumba y a darle apoyo. Me agaché junto a él y reposé mi cabeza sobre su hombro. Noté su respiración profunda.

 Cuando estuvo preparado, se levantó y todos fuimos hasta la siguiente parada, el panteón familiar. Una parte más alejada del cementerio estaba destinada a estas estructuras. Donde nuestra madre descansaba era un panteón de mármol blanco con pequeñas columnas en la entrada. Allí ponía: Familia Collins.