Guerra De Capitanes #wattys 2019

Parte 19 La máquina del tiempo

PERDÓN POR TARDAR EN SUBIR!! OTRO CURSO EN LA UNI ES LO QUE TIENE!! VOY A ACTUALIZAR MÁS AHORA QUE YA TENGO TODO MÁS ORGANIZADO. XOXO

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- ¿A dónde vamos Caleb? - a pesar de que no tenía ni idea de dónde me llevaba  seguí siguiendo sus pasos.

- Confía en mí  - dijo apartando unas hojas secas y dejándo a la vista una reja de no más de dos metros de alto.

 Después de decidir que no me apetecía terminar mi jornada de clases, Caleb me hizo dar un rodeo a las instalaciones del colegio, escudándose en que a estas horas las instalaciones deportivas no podían ser usadas, pero que él conocía dónde podíamos hacer un par de carreras sin ser amonestados. Así que aquí estábamos, detrás del colegio pero sin salir del recinto, lo cuál me hace pensar que este terreno aún pertenece al colegio, sólo que no está en uso. Saltamos la reja con ayuda de un tronco cortado que usamos como escalón.

 Mis pies cayeron en un montón de hierbajos secos que crujieron con mi peso. Arrepintiéndome de venir aquí fijé la vista en el chico que acaba de saltar la reja tras de mí.

- ¿A qué viene esa cara? - me pellizcó el labio inferior con el pulgar y el índice y pasó por mi lado como si nada. Unos meses atrás no me hubiera extrañado, pero... - ¿Vienes?

  Una sonrisa que no sabría clasificar lo que expresa no dejaba de jugar en sus labios. 

- Bienvenida al antiguo campo del instituto.

  Podría decir que era un campo de futbol americano espectacular, con el césped bien cuidado y que los palos de la valla reluciesen de lo limpia que estaban; sin embargo, el césped variaba de un verde fresco a un naranja en todo el campo, y los palos... había un total de tres, cuando debería haber cuatro. 

- No está mal... 

- ¿Me tomas el pelo? Está fatal, pero aquí jugaron nuestros padres en sus tiempos. Demasiado bien está. 

- ¿Nuestros padres? - dije acercándome a él.

- Sí, más de treinta años, pero sí - rebuscó algo en su mochila y sacó unas muñequeras que me tendió - póntelas.

- No tiene sentido, por qué construirían otro campo a trescientos metros teniendo este en uso.

- Porque está situado en una pequeña elevación, y por lo tanto el campo es demasiado curvo. Decidieron dejarlo así hasta que pensaran en darle otro uso.

- ¿Cómo sabes todo esto?

- Me lo contó mi padre, y que a veces le paga al jardinero para que venga a recortar un poco las malas hierbas.

- ¿Eso no es pasarse? - dije agachándome y apretando bien mis cordones.

- No lo creo... - vi una mirada soñadora en su cara y no pude evitar sonreír un poco, pero al ver que lo observaba cambio su expresión - vamos, demasiada charla.

 Agarró el balón con una mano y empezó a lanzarlo hacia arriba haciéndolo girar. Yo até mi pelo en una coleta alta y me quité la chaqueta que llevaba. 

- Allá vamos, ¿por dónde quieres que empiece a humillarte?

- Carreras sin balón, al fin y al cabo eres corredora, ¿no?

 Sabía que me iba a ganar, quiero decir, se me dan bien los deportes, tengo facilidad para casi todos y suelo destacar entre las chicas, pero Caleb es la estrella por definición en deportes. Siempre sobresale en ellos y es normal, es una de esas personas que tienen potencia física por regalo divino.