Kuroko Tetsuya (3/3)

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Kuroko POV

La Winter Cup comenzó, nuestro primer partido fue contra Aomine. Ganamos por poco, pero lo logramos.

Decidí centrarme en demostrarle a los chicos de la Kiseki no Sedai que el basket era mucho más que solo ganar. Cuando llegamos a las finales y por fin me enfrenté a Akashi, sentí que podríamos ganar y así lo hicimos.

Ya estábamos en invierno, la nieve caía lentamente la mañana siguiente a las finales de la Winter Cup. Salí a comprar unas cosas que me pidió mi madre y en el camino me  encontré con Camila. Era la primera vez que la veía después de esa noche que descubrí su secreto.

Ella ya no parecía la chica alegre y amable con la crecí al lado. La mirada apagada, una mueca en vez de una sonrisa, sus manos y rodillas cubiertas de vendajes y las heridas sobre su piel, hacían que mi corazón se encogiera.

Pero ella me obedeció al pie de la letra y no volvió a acercarse a mí ni me dirigió la palabra todo ese tiempo.

En la escuela, intentaba acercarme a ella para hablar y solucionar el peoblema, pero me esquivaba y se alejaba de mí. También dejó de hablar con Kagami y sus demás amigos.

No contestaba mis llamadas ni mensajes, comenzaba a preocuparme más por ella y a sentirme culpable por haber sido tan duro con ella aún sabiendo lo mucho que quería jugar basket

Ese fue el primer año que no pasábamos navidad ni año nuevo juntos. Y como si nada mi segundo año en Seirin comenzó más rápido de lo que esperaba. Los entrenamientos comenzaron y todos estaban emocionados por este nuevo año.

Camila no fue a clases la primera semana y comencé a comportarme un poco paranoico. Pero resultó que sus entrenamientos no tenían un horario fijo y además ella se quedaba más tiempo practicando.

Momoi, era quien se encargaba de decirme todo lo que Camila hacía y le agradecí por ello.

Un día choqué con ella por casualidad cuando iba al gimnasio donde entrenábamos, su rostro sorprendido y el rubor de sus mejillas me pareció tan lindo que no pude evitar abrazarla.

–¿¡Qu-Qué haces!?

– Perdóname –dije, su cuerpo tembló y luego se relajó.

–La que debería pedir disculpas soy yo –dijo con voz ronca.

Sentí sus manos cruzar por mi espalda y como me apretó ligeramente hacia ella. Está más delgada y pude notar el cansancio que tenía con cada respiro que daba y por la forma en cambiaba el peso de su cuerpo de una pierna a otra a cada momento.

Extrañaba sentirla, sentir su calor, su perfume. No quería soltarla, quería que ese momento durará para siempre.

–Pensé que no me querías cerca.

–¿Sabes lo difícil que han sido estos meses sin tí? Me cuesta respirar, no puedo concentrarme y no puedo vivir sin tí –admití nervioso.

–Entonces, ¿me perdonas?

–Si. Así que ya olvida lo que te dije y vuelve conmigo, ¿Si?

–Okay

Hundí mi cara en su cuello, su aroma era embriagador. Besé su cuello, su piel comenzaba arder sobre mis labios.

–Te-Tetsu –dijo mi nombre y se separó de mí. Estaba sonrojada hasta las orejas, al ver su cuello caí en cuenta de lo que había hecho.

Me cubrí la cara con una mano, estaba tan avergonzado, a Camila le temblaban las piernas como gelatina y se me quedó viendo hasta que escuchamos a alguien acercarse a nosotros.

Free!, Haikyuu!! Y KNB One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora