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Matsuoka Rin (1/3)

Soulmate AU: El hilo rojo del destino.

Lina POV

Desde que tengo memoria soy capaz de ver esos hilos rojos del destino. Desgraciadamente es algo que ha sido heredado de generación en generación en mi familia, solo a las mujeres de la familia. Mi abuela y mi madre tambien pueden verlos, y ambas trabajan como casamenteras, y sabía que de alguna forma terminaría haciendo lo mismo que ellas.

Lo más desconcertante del asunto era que yo no tenía un alma gemela, solo un hilo rojo alrededor de mi muñeca, mi abuela dijo que probablemente eso significaba que mi alma gemela no había nacido todavía, ya tenía seis años años cuando ella sacó esas concluciones, y lo predijo bien, porque medio año después apareció el hilo, y el anillo rojo se movió a mi dedo meñique. Para mejorar o empeorar las cosas conocí a mi alma gemela unas semanas después, ni siquiera estaba lejos de mí, resultó ser el primer hijo de mis vecinos. Matsuoka Rin.

Mi madre quien era amiga de la vecina, Matsuoka Miyako, decidió hacerle un regalo para felicitarla por su primer hijo. Mi madre, quien se había encargado de juntar a Miyako con su esposo Toraichi, no dejaba de reirse en cuanto vió como un hilo unía mi meñique con el pulgar del hijo de su amigos. Aunque era pequeña, lo entendía muy bien, nunca había sentido tanta verguenza. Era seis años mayor que aquel pequeño.

Inevitablemente lo ví crecer, siempre coincidíamos  en diferentes lugares, cuando su padre falleció, Rin y su hermanita Gou se quedaron varios días en mi casa por pedido de su madre, poco después Rin decidió cambiar de escuela y empezó a asistir a Iwatobi, se unió al club de natación. Ahí conoció a Haru, Makoto y Nagisa. Sabía todo eso por que él se encargaba de ir todas las tardes después de sus clases a visitarme y contarme todo lo que hacía. Un día vino a verme con lagrimas en los ojos, había tenido una pelea con sus amigos y me pidió que le acompañara al siguiente día a disculparse con ellos. Era un niño muy tierno y sincero.

Cuando el tenía doce terminó la primaria y decidió irse a Australia con una beca deportiva, yo me gradué de la preparatoria ese mismo año y me mudé a Tokyo para continuar mis estudios. Tres años después mi madre me llamó para decirme que Rin había vuelto a Tottori, pero en ese momento no podía volver ya que tenía un monton de examenes.

Volví a casa en las vacaciones de verano, cuando llegué, mamá me recibió con un abrazo y comenzó a contarme de todo lo que había visto a Rin hacer, ella no entendía que apesar de el tiempo yo no podía sentir nada por Rin, le tenía cierto afecto pero no lo veía como nada más que un amigo. Cuando estabamos en la entrada de nuestra casa, en la casa del lado ví a una pelirroja saliendo acompañada de cuatro chicos.

- Linanee-san!? - la pelirroja a quien primero confundí con la señora Miyako, resultó ser Gou, se acercó a mí y me dió un abrazo.

- Gou-chan! Vaya que has crecido un montón! - le devolví el abrazo.

Los chicos que iban con ella se acercaron a nosotras, Haru, Makoto y Nagisa me reconocieron y me saludaron, me presentaron a su nuevo amigo Rei, le dije a Gou que nos encontráramos al día siguiente para hablar. La mañana siguiente salí temprano a dar un paseo por la playa, en plena caminata me encontré con Haru, estaba sentado sobre la arena contemplando el mar, sentía un poco de pena por el, su hilo rojo se extendía sobre el mar dandome a entender que su alma gemela estaba realmente lejos.

- Buenos días, Haru. - Unas ojeras enormes adornaban su rostro, me observó en silencio y luego me saludó.

- Buenos días senpai - sonaba cansado.

- Apuesto a que Gou te tiene sin vida, tienes hambre? - Asintió con la cabeza, nos levantamos y fuimos a desayunar juntos, Haru me contó todo lo que había sucedido desde que Rin volvió, no habían mejorado las cosas entre ellos y de paso se convirtieron en rivales. Me preguntó si quería ir con él y sus amigos a un campamento, necesitaban a alguien que les ayudara a cocinar y que calmara a Makoto si algo se salía de control, no me negué, no tenía nada mejor que hacer.